ONE SHOTS || HARRY POTTER

𝘑𝘢𝘮𝘦𝘴 𝘗𝘰𝘵𝘵𝘦𝘳

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THE NUMBER

NARRA JAMES:

Los últimos días habían sido magníficos. Pasar las vacaciones con Canuto siempre había sido excelentes. Mis padres eran abiertos y me dejaban tener una vida fiestera y aventurera, por lo que cada día era una historia nueva para contar ante las chicas.

Ese día habíamos decidido ir a un bar cualquiera, a tomar tranquilos. Remus estaba ocupado en unos asuntos en su casa, por lo que le era imposible ir con nosotros esa noche, negando cualquier insistencia.

Al nosotros entrar, sonó una pequeña campana para anunciar los nuevos clientes. Inmediatamente una mesera se nos acercó, moviendo sus caderas.

— No gracias, vamos a la barra.

La muchacha sonrió y no pudo evitar hacerle ojitos a Sirius, que le guiñó un ojo coqueto.

— Ahora vengo hermano. Tengo.. ciertos asuntos que responder- agarro por la cintura a la joven y fueron juntos a una parte alejada del lugar.

Rodé los ojos, aguantando las ganas de vomitar. Sirius era un tipo muy atractivo, no tanto como yo, pero atractivo.

Fui a sentarme en una de las sillas, pidiendo un trago seco para esperar a Canuto. El bar tender asintió y comenzó a buscar los utensilios necesarios.

— ¿Nuevo en la zona?

Una chica de ojos marrones y cabello oscuro me dirigió la palabra, a lo que volteé para verla mejor.

— Para nada. Solo que llevo una vida muy diferente a la de otras personas.

— ¿A si? ¿Como cuál? De seguro tienes una vida secreta o algo así—habló curiosa, la desconocida.

Solté una risa. En parte pues si tenía razón, ya que al ser mago pues mantengo una vida oculta, así que no mentía.

— Lo sabras si me das tu número.

La chica negó, entre risas.

— Primero preferiría lanzarme de un puente.

(...)

— ¡Que te digo que no es mi culpa!

— De seguro la ahuyentaste con tu pésimo coqueteo. Que te lo dice un experto- dijo, hablando de si mismo.

Sirius estaba junto con James en su habitación. Ambos mantenían una plática de la noche anterior y de cómo James no paraba de reír junto a la joven extraña.

— ¡Claro que no! Fuiste tú quien intervino en la charla y la mando a volar.

— Bueno, no tenía ni idea que te había gustado tanto- se cruzó de brazos, esperando una respuesta lo bastante acertada.

James se pasó la mano por el cabello y de lo desenredó, como era costumbre.

— Solo sé que debo volver a encontrármela.

(...)

Había vuelto al lugar. Esperanzado de volver a cruzársela. Se sentía en el bar y pidió el mismo trago, mirando con sigilo a ambos lados. Bufó. No estaba. Se paso la mano por la cara, cansado. Estaba por pagar el trago y sólo llevárselo, cuando una voz lo sorprendió por detrás.

— ¿Con que buscándome eh?— tenia una sonrisa de oreja a oreja que a cualquiera pudiera conquistar. Llevaba un vestido negro ajustado al cuerpo y unas argollas que resaltaba su cabello ondulado oscuro. Se sentó junto a James. Este sonrió mostrando sus perfectos dientes y se mordió el labio.

— No pensé encontrarte, pero tenía que intentarlo- Estaba algo nervioso, no lo iba a negar. ¿Como no lo iba a estar con una chica tan hermosa y ardiente frente a él?

— Bueno, dile gracias a tu amigo que nos interrumpió la otra noche— levantó ligeramente la mano y pidió exactamente la misma bebida de el azabache.

— En su defensa, según mi mejor amigo, pensaba que eras una mujer borracha que quería aprovecharse de mi.

— Parece tu noviesito, al cuidarte tanto. Solo bromeo, se ve que ambos son casi como hermanos.

James asintió. ¿La chica sabía cosas sobre el o era vidente?

— Crecí con el, casi. Hemos ido a la misma escuela desde que éramos unos piojos inmaduros, junto con mis otros dos amigos, Remus y Peter. Sirius, el idiota que conociste ayer- aclaró, para no confundirla con tantos nombres- Vive conmigo por problemas familiares que tuvo. A si que decidimos aceptarlo en nuestra familia. Y henos aquí, en una cita, gracias a mi amigo.

— ¿Como que cita? Si ni siquiera sabes mi nombre- Puso si brazo derecho en la barra y acostó su cabeza en su mano, mientras revolvía con un palito, la bebida alcohólica.

Iba a decir algo, pero tenía toda la razón. No le había aceptado el número y ninguno de los dos sabía nada más que de Sirius.

«Es que el se tiene que meter en todo o qué?»

— Tienes razón. Bueno ahora que lo pienso yo..

Recordó a Sirius solo en casa. Sus padres habían salido, por lo que Sirius había decidido "hacer la cena". Eso significaba peligro, mucho peligro. ¿Y si explotaba la casa o la incendiaba?

— ¡Me tengo que ir! Lo siento, recordé que mi mejor amigo es un horrible chef y que no sabe ni siquiera cómo ni siquiera freír algo.

La chica hizó un gesto con la mano de relajación.

— Claro. Ve, yo voy a seguir aquí un rato.

James miró unos Segundos, apenado a la chica. Quería quedarse allí, estar con ella y conocerla más. Le parecía que su conexión era casi mágica, y que podía estar siglos oyendo su voz. Se levantó de su puesto, agarro su chaqueta u salió del bar.

El ambiente era de lluvia, por lo que se cubrió como pudo. Después de unas cuantas calles, escucho el ruido de unos tacones atrás de el. Se volteó.

— Alyssa, tengo 16, me encantan los animales y este es mi número— a continuación, le mostró un papel con una serie de números en este.

James sonrió, y agarró el papel.

— James Potter, también 16, me encantan los venados y creo que deberíamos repetir esta noche, mañana, y pasado.

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¿QUIEREN SEGUNDA PARTE?

¿3K leídas? Wow, en verdad para mi es mucho. Muchas gracias en verdad. Jamás me espere tanto apoyo. Los amo :3 ❤️