«You Find Me»

⚜️El beso. ⚜️

Y aunque me digan
Que eres lo peor
Que me ha pasado
Así es mi vida
Y yo no consulto si es pecado.
Siento tu boca y me pongo como loca cuando me besas, pierdo yo la cabeza. Veneno, aunque fueras un veneno a mí me resultas bueno, por este amor. Locura aunque sea una locura seguiré siendo tan tuya y qué mejor.

Bellatrix se levantó súbitamente del piso. Tomó la daga que estaba en el armario y la puso en su liguero, como hacía de costumbre.

-Bella, yo...- Hermione notaba la preocupación en su voz. Puedo taparme los ojos, para que duela menos... Leí que en las piernas suele ser menos doloroso.

-¡Es que no lo entiendes! Comenzó a gritar Bellatrix.- No puedo hacerte daño, no quiero ni siquiera cortarte. Estoy fuera de sí, no sé quién soy ahora, todo lo que creía bueno para mí ya no existe. ¡Y pasa desde que estás a mi lado! Me haz hecho darme cuenta de lo cansada que estoy de no ser yo, de ser lo que el Señor Tenebroso quiere.

-¡Pero tu señor lo ha ordenado!- Hermione se acercaba aunque la mujer empezó a golpear las paredes y a tirar libros al aire.- Y esto lo vas a olvidar muy pronto.- Hermione tragó entero, ella no quería olvidarla.

-Tienes razón, qué tonta soy. Es evidente que quieres irte ya.- Bella se detuvo un momento para decirle esto a Hermione, pero al notar que sentía un vacío en el estómago siguió lanzando cosas.

-¿Qué? ¡No!-Hermione esquivaba los objetos mientras intentaba calmarla.

-Claro. Por eso dices que lo olvidaré, porque te da gusto que Potter esté negociando con mi Señor tu libertad, eso es. No te culpo.- Cuando no hubo más cosas para tirar, la Sangre Pura se sentó en el piso.- Tampoco me gustaría estar con una loca todo el tiempo.- Dijo con Cólera.

-Oh por Merlín, no me digas que estás teniendo auto-compasión porque si yo soy patética cuando hago eso, tú pareces una niñata.- Al ver la indignación en el rostro de Bellatrix, la chica aprovechó que aún no decía un comentario ofensivo para continuar persuadiéndola.- Eres el ser más oscuro que he conocido; mataste a tu primo, asedias a tu sobrina, te agazapaste por la muerte de Dumblendore, una persona muy importante para mí. Disfrutas hiriendo físicamente a las personas, manipulas, torturas, destruyes, quemas y abandonas.

-¿Hay algún pero en lo que dices?-Hermione se sentó en frente de Bella mientras ella escuchaba atentamente, tenía razón en todo lo que era, una jodida perra despiadada. Y eso, en ese momento no le hacía feliz.

-Pero...- Continúo la Gryffindor.- Estos días descubrí que eres como yo: das tu máximo esfuerzo para que te noten, y a veces es una cruz muy pesada. Eres muy astuta, muy inteligente, alguien que la vida no ha tratado del todo bien. Me gusta cuando arrugas tu nariz tratando de buscar una solución a un acertijo, o que antes de dormir cruzas los dedos para no tener alguna pesadilla, que separas los vegetales porque cuál pequeña malcriada no te gustan.

-Continúa, por favor.- Aquella bruja malvada jamás en su vida había escuchado que le resaltaran no su físico o su sensualidad, si no cosas tan sencillas que pensó que nadie nunca notaría. Eso la hacía sentirse expuesta, pero siendo aquella niña quien se lo decía, no le importaba mucho desnudar su alma.

Hermione no sabía que estaba haciendo, pero sin duda estaba dejando que sus instintos hablaran por ella. Su cuerpo comenzó a reaccionar sobre lo que su mente le hacía decir, y se fue acercando tanto a Bellatrix que la distancia que quedaba era tan poca que la tensión iba en aumento.

-Me gusta...- Hermione sentía sus latidos aumentar al ver los ojos oscuros de Bella.- Me gusta como sonríes, cuando algo te hace verdaderamente gracia.