Boried Secrets.

Capítulo 27 | Te quiero,bonita.

–¿Qué tal dormiste, cariño? –Pregunta mamá mirándome.

Revuelvo la comida, la cuál era comida China. Nada me provocaba en ese plato, lanzo el tenedor en el plato y la miro.

–No lo sé, incómoda–Dije siéndole sincera, ella asiente y me mira.

–¿Incomoda?, pero si siempre haz dormido allí –dijo metiendo una cucharada de arroz en su boca.

–Cuando te acostumbras a algo y te mudas a otro sitio todo te parece incómodo–Dije mirandola. Ella traga saliva y me mira sonriente.

Mi mamá es de esas personas que cuando le dicen algo incómodo solo sonríe, y eso hace que me ponga furiosa. Pienso que se lo esta tomando a juego o burla, ella abre la boca para decir algo pero el timbre suena. Salvada por la campana.

–Hola, cariño–Dijo Gustavo entrando y abrazando a mi madre como si nunca la hubiera visto–Oh, Hola Liz–Dijo sonriente. Mis labios se formaron en una línea, y el lo tono–Lo siento–Dijo y me miro serio.

–Hola Gustavo–Dije cortante. Deje el plato con la comida intacta y subí las escaleras hasta llegar a mi habitación.

Cuando llegue me acosté boca arriba en la cama, nunca a me gustaba venir aquí. Todo es aburrimiento, no tengo amigos y los que tenía perdí contacto con ellos o simplemente se fueron a otro país, y creo que es verdad lo que me dijo Kate en un principio irme a vivir allá, además ya soy mayor de edad.

Ya había salido de la Universidad de vacaciones, e igual que state and hospital. Solo que si le pasa algo grave a Melanie me tienen que llamar a mi. Solo espero que no vuelva a pasar otra locura...

Aburrida y fastidiada agarro mi ordenador el cual tengo aquí y me pongo a ver alguna serie, paso horas viendo la serie y veo la hora en el reloj de la mesita que esta al lado de mi, 5:13 de la tarde. Me levanto y apagó el ordenar para darme un baño.

Entro al baño, quitándome el short de jean y la camisa de tirantes que tenía, quedé con solo mi ropa interior de encaje morada, me mire en el espejo y varios pensamientos vinieron a mi. No soy perfecto, soy imperfecta, mis piernas tienen algunas ronchas, mi abdomen es plano pero cuando me siento ya no lo es, en mi brazo tengo una cicatriz la cual me caí hace unos años en una bicicleta, en la parte de atrás de mi espalda tengo un lunar de forma de una Luna, lo cuál nunca supe descifrar porque tengo ese lunar allí..

Mi cabello es un desastre, tengo ojeras más que cara, mis labios son gruesos y carnosos y cuando los pintas de algún color llamativo es lo único que las personas me ven, siempre tengo las uñas pintadas pero siguen siendo un desastre.

–Soy un desastre–Me digo a mi misma mirándome en el espejo.

Niego varias veces repetidas y me meto en la tina dejándome llevar por el mundo de caos que tengo en mi cabeza, miles de pensamientos.

Me salgo de la tina y voy directo al clóset, al cuál llegó y me colocó lo primero que veo, short negro, camisa blanca con flores rosas y unas Vans negras, cepillo mi cabello el cuál es mojado y lo dejó suelto. Salgo de mi habitación no sin antes agarrar mi celular.

Cuando salgo el olor dulce de algún perfume hago una mueca, desde que tengo memoria mamá ama con locura los perfumes dulces, lo cual yo detesto. Me gusta más los perfumes cítricos.

–¿Podrías dejar de echarte tanto perfume? Ahora toda la casa huele a dulzón–Dije haciendo una mueca.

Mamá me ve por un momento, veo su vestimenta cabello suelto, tacones y un vestido el cual debió de costarle un corazón, el vestido es morado con un encaje muy bonito en la parte de atrás.