Capítulo 28 | Mi Logan.

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Veo como deja de caminar y nos paramos en un hotel, lo miro desconfianda y Logan agarra mi mano para arrastrarme adentro.

Cuando entramos están dos ancianos sentados en un sofá leyendo el periódico, y una pareja en el costado hablando, o tal vez son hermanos. Caminamos hasta llegar a la recepción donde nos encontramos a una señora de unos cincuenta de años. Ella nos mira y nos da una sonrisa "falsa"

–Hola.. –Dijo Logan dándole una sonrisa–Soy Logan Wilson, aparte una habitación anoche–Dijo.

–Oh, Hola. Si es la 340, que pasen buenas noches–Dijo mirandonos a ambos pícara, ¿Que clase de persona puede ser tan mal pensada? Pudiéramos ser primos o hermanos, aunque no nos parecemos en absolutamente nada.

–Si... ¿gracias? –Digo confundida, escucho la risita de Logan y le doy un codazo, depués de despedirnos de aquella extraña persona subimos al elevador.

Estábamos solo los dos, nadie más estaba en el elevador, todo iba en un incómodo silencio. Aunque ya habíamos entendido todo, seguíamos con aquél incómodo silencio y perturbador.

–Necesito que me expliques todo, Logan–Dije mirándolo, el se tensa al escuchar aquellas palabras de mi boca.

–Bonita... Si vine aquí por tí, todo tiene una explicación, claro que te voy a explicar todo –Dijo mirándome.

Me quedé mirándolo y cuando iba a decir algo la puerta del elevador se abre haciendo que algunas personas nos vean, salimos y caminando por los pasillos oscuros, llegamos a la habitación 340, Logan saca las llaves la cuál le dio la recepcionista. Entramos y veo el pequeño lugar, una cama la cual no me sorprende ya he dormido con Logan, también hay una puerta la que imagino que es el baño, y por último un enorme balcón. Todo lo que tiene un hotel.

Me siento en la cama y saco mi celular de la parte trasera de mi short, lo prendo y empieza a colapsar con las llamadas pérdidas de mi madre y algunos mensajes de Gustavo, que tal vez diga "¿Donde estas?"... Apagó el celular y lo dejó en la pequeña mesa que esta al lado de la cama, me acuesto en ella y cierro los ojos. Pero no termina de pasar cuando Logan se pone en la luz y me cubre toda la cara.

Lo miro y el alza su brazo para yo agarrar su mano, lo hago y veo que me lleva al balcón, ya ahí nos sentamos en el suelo y vemos la gran cuidad en silencio.

–Yo tenía 17 años, cuando mi mamá vino con la noticia que tenía cáncer–Dijo llamando mi atención, deje de mirar el balcón y lo mire, el seguía mirando la cuidad–Mi madre llegó esa noche llorando, estuvimos hasta la madrugada comiendo helado y viendo películas de amor que ella tanto amaba, me dolía verla mucho así. Pasaron meses y mi madre había perdido el cabello por la quimio, cada vez era peor, estaba muy débil. Una noche en la que estábamos mi madre y yo en el sillón comiendo helado papá llegó borracho, era la primera vez que lo veía tan tomado, el llegó tambaleándose y grito que mi madre no servía para nada que era una maldita enferma–Dijo y bajo la mirada, me acerque a él como pude y pase mi brazo por su espalda para animarlo–El... El le pego, muy fuerte, me pego a mi por haberme entrometido. Después pasaron semanas y todo era lo mismo, golpes peleas y lágrimas, pero todo empeoro cuando Dylan le pego a mi madre–Dijo y suspiro.

–¿Quien es Dylan? –Pregunte acurrucandome a el.

–Era mi medio hermano, el le pegaba a mi madre, su madre había muerto y mi madre lo traba como si fuera su hijo, el tenía 16 y yo 17. Le prometi a mama que íbamos a salir de esto–Dijo y una lágrima bajo por su mejilla, le dí un beso en la lágrima y el suspiro–Pero todo paso aquella noche, papá, Dylan y Zac llegaron, yo estaba harto de todo, siempre que papá y Dylan llegaba era lo mismo, decidí que todo esto terminara de una buena vez agarre la pistola que papá guardaba y fui afuera donde escuchaba los llantos de mamá, cuando llegue era muy tarde de lejos pude ver a Dylan con una pistola, cuando llegue ya le habia disparado a mi mamá. Todo mi mundo cayó abajo cuando escuche el pitilo y ví como la bala se traspasaba al corazón de mi mi madre. Ya era muy tarde cuando empeze s dispararle a Dylan, papá me decía muchas groserias. Y gracias a Zac y el video que te enseño termine en la cárcel, había dicho muchas veces lo que había pasado en realidad. Pero nadie me creía, después de eso todo cambio papá no volvió a hablarme, Zac me ignoraba lo cual me dolía mucho de su parte, porque más que primos éramos hermanos, todos volvieron a sus vidas normales y yo sigo sin superar nada.

Boried Secrets.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora