Capítulo 29 | Me tienes a mí.

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Logan.

La claridad del Sol pega sobre mis ojos, haciéndome gruñir e inclusive abrir mis ojos y despertar de aquel sueño, mi cara se transforma de una cara de molestia a una sonriente. Veo a la persona que tengo justo a mi lado en mi pecho, la apretó más contra mi como si fuera posible y pide llegar a ver como una sonrisa mañanera se atreviesa en sus hermosos labios.

–Buenos días, bonita–susurro en su oído haciendo que se remueva en la cama.

–Buenos días –Dijo en un tono casi inaudible. Sonrió.

Varios minutos nos quedamos así, pensando cada uno metidos en sus pensamientos, en sus Cabezas. Hasta que porfin decidimos levantarnos y dejar la pereza para otro rato.

–Mierda–Escucho a Elizabeth decir, haciéndome rodar y verla. Ya estaba cambiada.

–¿Pasa algo? –Pregunto llegando a ella.

Ella me mira dubitativa si saber que decir o mejor quedarse callada, la veo y agarro su mano dándole seguridad antes de sus palabras.

–Logan yo... –Dijo pero ya la interrumpo.

Me siento en la cama y la jalo hasta que queda en mi regazo, ella baja la cabeza y yo acarició su Lazio y hermoso cabello. La veo y no puedo creer lo hermosa que es.

–Me tienes a mi, bonita. Confía en mí–Dije mirándola, ella me miro sonriente. Mire sus ojos y había algo diferente en ellos, brillaban y mucho. Como si hubiera visto alguna esperanza en ellos.

–Mi madre me ha dejado muchos mensajes, diciéndome donde estoy, y que va a llegar a castigarme, conozco los castigos de mi madre Logan, tal vez hasta antisocial me vuelva –Dijo siendo exagerada. Ruedo mis ojos y la apretó más a mi, haciendo que un jadeo salga de sus labios.

–A ver bonita, ya tú eres mayor de edad ¿no es así? –Pregunte, ella me mira confundida pero asiente a mi respuesta–Pues Felicidades, porque puedes hacer lo que quieras. Ahora, es desicion tuya si quieres hacer lo que tú madre te mande–Dije y pellizco su mejilla haciendo que ella me mire mal.

–la pregunta es ¿Vas a irte y me dejaras aquí sola? –Pregunta, una mueca se forma en mis labios.

–Ya hice mi trabajo, y fue decirte todo y explicarte.

Ella suspira, y se recuesta en mi pecho, haciéndome suspirar a mi también. Aunque no hayamos echo nada, fue una de mis mejores noches con ella, nunca había echo esto con una chica siempre que llevaba a una chica a un hotel o motel era exclusivamente para tener sexo y más nada, pero con Elizabeth es diferente me importa si tenemos sexo o no, solo me importa que este ella. Y aquí va hasta cursi de mierda me volví.

Los minutos pasaban y ella seguía pensando, pude ver como una sonrisa se formaba lentamente en sus labios.

–Me iré contigo–Dijo dejándome sorprendido–Quita esa cara, y vámonos que tengo hambre.

Reí y ella se levantó de mi regazo para agarrar su celular, yo agarre mi bolso y antes de salir le llegue a susurrar algo en su oído que se que llegó a colocarse colorada.

–Sabías que te vez hermosa cuando eres mandona–Digo atrás de ella, veo como sonríe y sale de la habitación.

La sigo hasta salir de la habitación, me acomode el bolso en mi espalda y ella agarra mi mano. Siento como algo en mi, un hormigueo algo de alborota mediante su roce, decido ignorarlo y agarrar su mano para entrelazar mis dedos con los de ella como justamente lo hizo hace unos minutos.

*

Me encontraba junto con Elizabeth en una de las cafeterías que segun ella es una de las mejores de Argentina. Aquí venden panqueques los cuales son exquisitos.

Boried Secrets.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora