CAPITULO 4

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Pasaron los días y Angélica seguía cada vez más intrigada, buscaba cualquier pretexto para revisar el celular de Zuleyma pero era imposible, tenía contraseña.

Dana cada vez se molestaba más por la insistencia de su hermana, le decía que dejara de pensar en cosas que no eran. Que nunca habían escuchado a sus padres discutir mucho menos que su padre le pegara a Zuleyma, que no habían motivos para pensar cosas que no eran.

- No crees que es raro que nuestros padres lleven años casados y no haya ni la más mínima reacción de pelea, de disgusto o inclusive de contradicción entre ellos.
- Tal vez se aman tanto que no tiene necesidad de pelear. Que puedo saber yo Angelica, soy solo una simple mortal a punto de alcanzar la mayoría de edad así que deja de molestarme con esas tonterías de niñas adolescentes que les encanta ver fantasías en donde no las hay.
- Verás que la descubriré, sé que estoy cerca de algo. Ya verás.
Pasaron los días y seguía todo bajo normalidad en la casa, sin embargo Angélica tenía un pequeño plan.

" Querida diario:
Mañana puede que por fin descubra la verdad de mamá. Faltaré a la escuela, me escaparé y me iré al super para ver a mi madre. Me dijo hace unos minutos que mañana iría para comprar unas cosas que hacían falta, busque los productos en la alacena y tenemos de todo lo que se supone irá a comprar. Espero que esté equivocada."

Al día siguiente, se fueron los demás miembros de la casa a cada una de sus actividades y Zuleyma se arregló rápidamente.

- Angélica date prisa, debemos entrar a la escuela.
- No, hoy iré tras mamá. Te demostraré que no estoy mintiendo.
- No seas tonta niña, debes entrar. Tienes exámen y estás a punto de reprobar química.
- Vamos Dana, no me chantajes. Prometiste que no dirás nada.
- Entonces no seas tonta y entra.
- Pero hoy es el día, el día del super de mamá, podré descubrirla.
- Mira niña, con tal de que entres a la escuela yo iré a ver a mamá. ¿Contenta? Verás que todo este asunto de mamá lo llevas en tu mente.
- ¿En verdad Dana?
- Si vamos, date prisa. Dile a Jaz que la veré a la salida, que tome apuntes para mi.
- De acuerdo. Gracias, te adoro.
Dana se dirigió al super, sabía que tenía que ser cuidadosa para que Zuleyma no la descubriera, si lo hacía la esperaba un buen regaño y castigo. La seguía a lo lejos, le daba mucha risa sentirse como toda una espía, pero todo lo hacía para que por fin su hermana dejará de pensar en esas locuras.

Entre los pasillos la veía camina, hasta perderla en el pasillo 6, se escondió entre los estantes esperando verla salir. De pronto, la vio caminar, pero ya no estaba sola alguien la acompañaba. Sintió algo dentro de sí inexplicable, una toque eléctrico, una presión en el pecho, el hombre que estaba a lado de su madre la tomo de la mano y le dió un beso en la boca, fue rápido pero ella lo pude ver perfectamente.
- Esto no puede ser real. Angélica tenía razón. Ese es, el amante de mamá.

Se quedó paralizada por unos momentos mientras su mente trataba de comprender lo que sus ojos acababan de ver. Después de reaccionar salió corriendo del super hecha un mar de llanto.
- Esto no puede ser, no puedo creer que mi mamá este engañando a papá. Necesito ir con papá, él debe saber esto.

Corrió lo más lejos del super y en cuanto pudo tomó un taxi, pidió la llevara a la oficina de su padre. Recordó que comento en el desayuno que estaría en una reunión importante por la mañana pero decidió ir no podía esperar más para contarle esto a su padre y tomara cartas en el asunto.

Estaba llegando a la oficina cuando se percató que su padre estaba subiendo a un coche, no era el coche de su padre y dentro estaba una mujer joven, rubia y por lo que alcanzó a ver a la lejanía muy guapa. Supuso que era una cliente hasta ver el beso que su padre le dió a esa misteriosa mujer al entrar al coche. Se quedó paralizada hasta lograr escuchar una voz:
- Ey! señorita, llegamos.
- Ah! ah sí claro. Mire cambiemos de plan, necesito seguir ese vehículo. Por favor.
- Pero este será otro servicio, eh?
- Si, si, claro. Vamos no lo pierda, por favor.
Su corazón se volvió a romper, no podía creer lo que estaba pasando. Su madre tenía un amante y ahora su padre, el intachable, el que siempre habla de ser responsable estaba entrando con una rubia misteriosa a un motel.

EL AMANTE DE MAMÁDonde viven las historias. Descúbrelo ahora