CAPÍTULO 9

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Dana se incorporó, tomó una gran inhalación y caminó hacia donde ellos se encontraban.
- Tu, tú eres. Tú eres él.
- ¿Qué pasa Dana? Él es mi profesor de la universidad linda. ¿Estás bien? dijo Pablo al verla paralizada frente a ellos.
- Papá, ¿la conoces ?
- Si hijo. Ven Dana siéntate, debemos hablar.
- Tenemos mucho que hablar usted y yo señor.
Pablo y Carlos se miraron uno al otro, ¿de qué se trataba esto? ¿Cómo es que Dana lo conocía ?
- Carlos, en un momento estoy contigo hijo, debo hablar con la señorita. Pablo por favor trae lo que estaba tomando ella y por favor déjenos solos.
- Está bien papá, estaré en la oficina.
- Enseguida Alan.
- Toma asiento Dana.
- Veo que conoces mi nombre y sabes perfectamente quien soy.
- Se mucho de ti y de tu hermana, las he visto crecer en las sombras. Tu madre me envió un mensaje, me dijo que te contó casi toda la historia o bueno la parte que a ella le correspondía. Jamás imaginé encontrarte aquí.
- Ni yo que lo volvería a ver a usted .
- Los caminos de la vida son inciertos Dana, y si el destino nos junto el día de hoy, ¿Quién soy yo para negarlo?
- Dejemos las lecciones de vida. ¿Cuál es tu excusa?
- ¿Excusa? Yo no tengo ninguna excusa , yo amo a tu madre y la amaré siempre.
- Ella me contó cómo se conocieron y lo que pasó despues, pero quiero saber tu historia.
- Bien Dana, siendo realistas no tendría porqué contarte mi historia y tu madre tampoco tuvo que darte tantas explicaciones.
- Quiero la verdad Alan. Es lo que quiero. Tratar de entender porque mis padres tiene amantes.
- Espera, ¿Alfonso tiene amante? ¡Vaya! Era de imaginarse.
- No eres la mejor persona para juzgar a mi padre.
- Tienes razón una disculpa. Pero yo no considero a tu madre mi amante, la considero el amor de mi vida. Se que no le doy el lugar correcto pero no podemos hacer más por el momento. Y sé que me entenderás.
- Estoy esperando Alan.
- El día que conocí a tu madre estaba muy distraído, nos acaban de dar una terrible noticia. Martha, mi esposa había sido diagnosticada con lupus y tenía otras complicaciones en su cuerpo. Yo estaba vagando por el super cuando tropecé con tu madre.
- Así que a pesar de que tu esposa la tenían diagnosticada con una grave enfermedad ¿decidiste tener un amante ?
- Juro por Dios qué jamás fue mi intensión enamorarme de tu madre. Comenzamos siendo amigos, buenos amigos, en ese momento necesitaba de alguien que me escuchara y ella también.
Martha es la madre de mis hijos, Carlos quién acabas de conocer y Juan quien trabaja fiera de la ciudad. Ellos eran pequeños cuando comenzó la enfermedad de Martha. Ella y yo nos casamos, por presión social y de nuestros padres. Quedó embarazada en una noche de copas, pero eso no fue impedimento para dejar mi responsabilidad a un lado. Nos casamos sin amor, pero llevamos una buena relación, nos tomamos cariño a pesar de que tenemos ideas y gusto diferentes. Es una excelente madre. Después del diagnóstico de su enfermedad poco a poco se ha ido debilitando pero jamás he dejado de estar con ella a su lado dándole apoyo, soy agradecido por los hijos que me dió y que supo criar.
- Entonces, si es tan buena mujer como dices, ¿porqué la engañas ?
- Yo no la engaño Dana. Martha sabe de tu madre.
- ¿Qué? ¿Qué clase de enfermos son ustedes tres ?
- No querida niña, ningunos enfermos. Martha y yo hace mucho que decidimos llevar una relación de amigos dentro de nuestro matrimonio, siempre la he apoyado en todo y ella a mi. Ella sabía de mis necesidades como hombre y sobre todo no quería que me quedará solo en este mundo el día que ella decida partir. Después de conocer a tu madre y enamorarme de ella, la primera que lo supo fue Martha, justo durante una recaída se lo conté y fue ella quién me dijo que le expresara a tu madre mis sentimientos, que quizá ella también estaría enamorada de mí y que necesitaba ser rescatada de un matrimonio sin amor. Decidí hacerle caso y fue cuando le dije a tu madre mi que sentía y pasaron muchas más cosas que ya sabes.
- Es una broma lo que dices, ¿cierto? Como una mujer puede pedirle a su esposo que busque a otra mujer cuando ella está convaleciente.
- Eso mi querida niña, se llama amor, amistad y ser realista. Martha sabe que no me quedaba mucho tiempo de vida, sin embargo Dios ha Sido muy bondadoso con ella y aún sigue con vida para ver a sus hijos como se forman como profesionales.
- Esto es una locura. ¿Qué pasó cuando papá los descubrió?
- Cuando Alfonso nos citó en el hotel, deje la mitad de mi corazón con tu madre. No sabía que más hacer, no podía permitir que tú padre las alejara de ella. Decidí jamás volver a verla. Martha era mi paño de lágrimas, ella veía como lloraba noche tras noche por Zuleyma hasta que fui aceptando mi realidad. Pero el día que volví a ver a tu madre, parecía que el tiempo se hubiera detenido y que nada había pasado. No podíamos evitar sentir nuestro amor y sobre todo saber que lo nuestro podía algún día ser real.
- Y si tanto amas a mi madre, ¿Porqué nunca dejaste a tu esposa ?
- ¿Qué no me haz escuchado pequeña? La lealtad y agradecimiento es de los valores más grandes de este mundo y Martha ha Sido mi compañera en esta aventura de la vida, no la puedo abandonar ahora que está en sus últimos años de vida. Si enfermedad ha ido progresando más y más, ahora mismo está en casa con una enfermera las 24 horas del día.
- Esto es todo un drama. Pareciera que vivo una película. No puedo creer todo esto.
- Tu madre te dijo, que si querías escuchar la historia deberías hacerlo sin juzgar. Ahora que conoces nuestra realidad, ¿Qué piensas hacer ?
- No lo sé. Quiero contarle a mi padre, quiero huir, quiero desaparecer. No sé qué demonios hacer. Jamás pedi vivir un drama así, éramos una familia tan perfecta, sin problemas y sin nada que nos afectará. Pero ahora veo que he vivido una mentira. Una completa mentira.
Se puso de pie y salió corriendo entre sollozos y gritos del café.
- Pablo, ¿conoces a Dana?
- Si, bueno realmente nos acabamos de hacer amigos.
- Por favor, ve con ella síguela y no la dejes sola. Ella necesita un amigo.
- Pero, ¿y mi trabajo?
- No te preocupes, yo hablaré con Carlos. Ve.
Pablo dejo su mandil sobre la mesa y salió corriendo detrás de Dana que se perdía entre la multitud que caminaba por las calles.

EL AMANTE DE MAMÁDonde viven las historias. Descúbrelo ahora