«-A cada paso que des, sentirás que caminas sobre cristales rotos. Te conviene saber además, que si tu príncipe de enamora de alguien más te disolverás de repente, convirtiéndote en la espuma de las olas del mar... ¿Aceptas aún así?»
«-Sí. Porque am...
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La expresión de Sakura plasmaba la sorpresa y felicidad que sintió al escuchar lo último, Shaoran sólo tomó su mentón uniendo sus labios. No importaba si ella lo rechazaba, quería sentirla nuevamente, una última vez. Aceptaría su rechazo, pero se llevaría un último beso antes de olvidar todo lo que sentía.
En cambio, Sakura se sintió llena de dicha al besarle nuevamente, sintió una lágrima rodar por su mejilla y correspondió al gesto del ambarino.
Shaoran se sorprendió ante la acción de Sakura. No quedó duda alguna de sus sentimientos, ambos se amaban. No había que temer por el rechazo.
Aquel beso comenzó a volverse más profundo y demandante. Ambos siguiendo el compás del otro... Ambos dando todo de si. Él le recostó en el suelo poniéndose sobre ella. Sakura paseaba sus manos por el cabello rebelde de Shaoran, quería sentirlo cerca, fundirse con él. Siguió por su cuello y espalda, mientras que Shaoran la tomaba de la cintura pegándole más a su cuerpo.
Ambos se separaron un momento notando el evidente sonrojo del otro, apenas notaron un brillo en sus ojos y siguieron con aquel apasionado juego de caricias y besos.
Shaoran besaba y lamía suavemente el cuello de Sakura mientras ella gemía débilmente. No resistiendo la tentación llevó sus manos a la camisa de Shaoran y comenzó a acariciar aquel torso desnudo y bien formado.
Pero algo dentro de ella le decía que eso no estaba bien. No era correcto lo que estaba haciendo. Sin quererlo recordó las palabras de una joven de ojos carmesí.
Él en verdad te quiere Sakura... Eres, realmente, muy afortunada.
Recordó sus ojos rubíes llenos de tristeza, su rota sonrisa y el tartamudeo en su hablar... no, no estaba bien seguir.
Entonces, ella asustada se separó de Shaoran alejándolo con una mano. Él, muy confundido por la reacción de Sakura, no supo ni que pensar. Tal vez estaba llendo demasiado rápido, tal vez le había presionado o asustado.
—Lo lamento Sakura... No quise asustarte, lo siento en verdad... Pero yo... No puedo ocultar más esto que siento... —se levantó de donde se encontraba, la mano de Sakura aún se posaba en su pecho.
La sentía alejarlo mientras intentaba que Sakura lo volteara a ver.
Sakura sólo podía negar con lágrimas en sus ojos. No mentiría, era feliz. Era feliz porque aquel al que amaba correspondía sus sentimientos, era feliz porque al menos pudo sentir los labios de Shaoran una vez más, aunque sea una última vez los había sentido. Había sido completamente feliz por un momento. Pero se sentía culpable porque alguien más que también le amaba viviría en una mentira.
