Estando en primaria como en el cuarto grado recuerdo lo feliz que era cuando las cosas no eran tan complicadas, cuando todos éramos simples niños alegres en la vida. Donde solo jugábamos y todos éramos amigos, "por así decirlo", pero desde el momento que entramos en el liceo las cosas cambiaron drásticamente en un tiempo tan acelerado que olvidamos quienes éramos antes de llegar.
En lo particular siempre quise mantener mi espíritu alegre ante las circunstancias de la vida, porque a veces sentía que era lo único que me quedaba después de haber sufrido tanto a tan temprana edad, a veces siento que haber perdido a mi padre a los siete años pudo haber sido traumante para mí. Gracias a Dios que mi madre siempre estuvo allí, pero sabía que también era doloroso para ella el verme así, no quería que ella sufriera por mi culpa, así que solo sonreí para ella.
Siempre he tratado de desviar mi dolor enfocándome solo en momentos felices de mi vida, y aunque aparentaba para los demás siempre ser feliz en el fondo sabía que no lo era. Cada día al despertarme y mirarme al espejo no podía encontrarme, sentía que estaba perdido dentro de mis pensamientos y que de alguna forma me estaba ignorando a mí mismo.
No se cómo explicarlo, pero de alguna forma cuando observe su mirada de dolor, creo que pude entender lo que sentía Amelia, pude sentir un dolor que llevaba tiempo dentro de ella, pero a la vez entre en duda porque no sabía si lo que sentía por ella me hiciera pensar en algo que no existiera, descarte mi idea de haber sentido algo dentro de ella y solo despeje mi mente para terminar de disfrutar el día.
Siendo ya como las siete de la noche salimos del Metrópolis, decidimos caminar a la iglesia ya que queda cerca del lugar. De camino pude observar ciertas actitudes que nunca había notado en ella, normalmente ella siempre es calmada, un poco ingenua y muy tierna, si hablas con ella podrías pensar que estás hablando con una niña dulce e inocente de la vida, aunque esa ultima la descarto, en el fondo yo sé que ella no es tan inocente como suele demostrar.
Su actitud era cambiante, era como si algo dentro de ella estuviera intentando surgir, pero inmediatamente era reprimido, por un momento dejo de ser la chica dulce y llena de confianza a alguien bipolar que no controla lo que siente, esto no era algo que pudieras explicar con hechos, más bien era pensamientos que surgían al ver sus expresiones.
Cuando llegamos a la iglesia no pudimos sentarnos juntos porque Amelia tenía que ir con sus padres para explicarles lo que sucedió, nos despedimos al llegar a la entrada. Me gusta despedirme de ella ya que es mi excusa de darle un beso en la mejilla, poder oler su cabello y sentir lo suave que es su piel, todo esto en un solo instante, un instante que para mí suelo sentir infinito.
Después de despedirnos Mariannys y Amelia se fueron juntas, mientras que Yosme Jenny y yo nos sentamos cerca de la entrada, estaba intrigado pensando él ¿por qué Amelia estaba actuando de forma extraña? Estaba distraído mirando al vacío cuando Yosme pregunto.
- Moisés ¿qué paso allá en el cine contigo y Amelia?
Me subió la sangre al rostro tomándome de improviso la pregunta.
- Bueno... no sé, solo me abraso y se puso a llorar.
Yosme y Jenny se miraron las caras, sospechaban que algo más había pasado, pero empecé a desviar el tema hablando de la película, gracias a Dios solo faltaban cinco minutos para que comenzara el servicio en la iglesia y así dejaron de preguntarme.
El día pasó y volvimos a la rutina habitual, Amelia solo hablaba con Mariannys y yo con Samidd y los demás chicos. Pero no dejaba de pasearse por mi cabeza el cómo Amelia se había comportado aquel día, sé que cualquiera que la hubiera visto no habría notado ningún cambio, pero yo la he observado casi dos años, y desde que la conocí en el tercero año yo nunca la había visto comportarse así.
Mi mente empezó a pasearse en todos los recuerdos en los que yo estuve con ella tratando de buscar respuesta.
- Moisés, te estoy haciendo una pregunta – Me interrumpió la profesora de matemática.
Estaba tan concentrado mientras pensaba, que se me olvido prestarle atención a la clase.
- Disculpe profe, ¿Cuál era la pregunta? – Se escuchaba las risas al fondo del salón.
- Le pregunte que con quien usted haría pareja para el taller de mañana.
Observe a mi alrededor y vi que todo el mundo ya tenía pareja, incluso Samidd ya había hecho pareja con Max (el callado de la clase). <<Rayos ahora por estar distraído voy a tener que hacer el taller solo>>, pensé. Luego alguien toco la puerta del salón.
- Adelante – dijo la profesora.
La puerta se abrió con lentitud y el que estaba detrás de ella asomo su cabeza, y luego entro. Era Jonathan que había llegado tarde
Explicándole a la profe le dijo que el auto donde viajaba se había accidentado.
- Bien Jonathan, – dijo la profesora – harás grupo con Moisés para el taller de mañana.
Me sentí aliviado al escuchar lo que dijo la profe, porque así no tendría que hacer solo el taller de matemática. Desde hacía un tiempo Jonathan y yo habíamos formado cierta amistad después de la pijamada, así que me sentí contento por hacer equipo con él.
Ocasionalmente yo formaba equipo con Jonathan y esto me servía de excusa para quedarme en su casa y jugar en su PlayStation. Como para mí eran fáciles las materias que él consideraba complicadas, solía siempre ofrecerle mi ayuda a cambio poder jugar con su consola.
Por un momento recordé la pijamada y el cómo le había conocido, recordando las locuras que hicimos y en lo relajado que es su padre, el cómo habíamos vuelto un desastre su casa, o cuando le raye el rostro a Yosme por el haberme rayado el mío mientras dormía, y lo gracioso que fue cuando Yosme había llegado a la iglesia sin darse cuenta como estaba su cara, o cuando le dije que era yo quien le había rayado su rostro y nos reímos a carcajadas mientras él se lavaba su cara, y después cuando... <<Espera un momento>> mi mente se detuvo por un instante.
Habíarecordado cuando Amelia se acercó aquel día a Yosme, y recuerdo que pensé loextraño que era el que ella se le hubiera acercado de esa forma, despuésrecordé la forma en que ella actuó el día de ayer cuando fuimos al cinemientras caminábamos a la iglesia. Fue entonces cuando pensé que entre Yosme yAmelia había pasado algo más.
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la razón de dibujarte
Teen FictionCada vez que siento que ninguno de mis dibujos sale necesito inspirarme y que mejor inspiración que dibujarla a ella, este libro narra unas de las mayores fuentes de inspiración que poseo y tratare de explicar cómo se siente ese universo de ideas an...