4 de mayo. Mi primer perro. Cumplí 7 años y este es mi regalo. Era lo que tanto quería y por fin mi padre se ha dignado en comprármelo. No es como si le costara tanto además. No es un perro común, de hecho, jamás había visto un perro así. Tiene ojos azules, increíblemente azules y extrañamente expresan suma tristeza. Me pone triste el solo hecho de verle a los ojos. Asustan un poco. Se ven tan vacíos. Su cabello es largo pero bonito y de color negro. Se ha bañado recién pues su cabello luce mojado. Su piel es pálida, y es muy delgado, se le puede ver como sobresalen sus costillas. No es alto, me llega a los hombros. Creo que es chino, coreano, bueno, no lo sé.
No es un perro, no soy tonta, he visto muchos perros por la calle pese a no salir mucho. Pero mi padre dijo "Aquí está tu perro" Fruncí el ceño. Esto no es un perro. Es un niño, un maldito niño delgado, además es más hermoso que yo, aun siendo un niño. Eso no me gusta. "Esto no es un perro" Refunfuñe a mi padre, sus arrugas se formaron rápidamente en su frente, sus labios se fruncieron, y entonces se rio, de forma burlona y repite mis mismas palabras tratando de imitarme. Se mofa de mi sentado en el sofá. "Yo quería un caniche" Continúe y paro de reírse. "Claro que no es un perro, niña tonta. Pero es tuyo y puedes tratarlo como perro, sirviente, esclavo, no me importa. Yo prefiero llamarlo perro..." Dijo mirándome.
¿Acaso es un idiota? Pido un perro y me trae un niño. "Quiero un caniche" Insistí. Frunció el ceño, sus ojos denotan enojo, baje la mirada. Me da miedo cuando se enoja "No me sirve de nada si te doy un perro, este niño te protegerá, puede ser un enano pero crecerá y te protegerá. Así que conformarte. Maldita sea" Grito enojado. Tome y apreté mi vestido, las lágrimas salen de mis ojos. El niño no me describe expresión alguna, parece una estatua. También me da miedo. Ahora mismo solo quiero a alguien que me consuele. "¿Qué paso de Britany?" Pregunte temerosa.
Dijo que ella me cuidaría para siempre. Desde ayer que no la veo. "Esa era mi perra, pero se hizo vieja y ya no la quiero. Me conseguiré una nueva, pero este es tuyo. Disfrútalo, ya que me costó mucho dinero. Niña malagradecida" Dijo poniéndose de pie de un golpe. Me miro una última vez, se rio y salió de la habitación. Seguí llorando, no me gusta esto. Mi padre es malvado. No me deja salir y me trae un niño. Al menos me hubiera traído una amiga. ¿Qué hare con él? Uno de los guardias salió y el otro cerró la puerta tras salir, así que quede sola en mi habitación con este extraño. No había tenido un cumpleaños tan horrible hace tanto.
Mi habitación es grande, muy grande, de color rosa. Tengo una cama enorme, de dos plazas más grande que la de una de matrimonio. Me da miedo dormir en una cama tan grande. Tengo un closet lleno de ropa, vestidos, zapatos, disfraces de princesa, de gato, de muchos animales y más cosas. Tengo peluches por todos lados, la mayoría de panda, amo a los pandas. El piso es muy resbaloso, pero la gran parte de la habitación esta alfombrada de color rosa.
Volví a mirar al niño frente a mí. Mira al suelo ahora, antes miraba hacia mi padre y en solo en esos momentos podía ver vida en algo en sus ojos y era terror. Lo cual considero normal si miraba a mi padre. Solo tiene unos shorts puestos. Esta descalzo. No dice nada, no mueve más que sus ojos. Las lágrimas de mis ojos siguen saliendo, me siento cansada, no pude dormir en toda la noche esperando mi regalo y ahora esto. Un niño asiático. No puedo creerlo. ¿De qué me sirve? Mi padre está completamente loco. Me senté en el suelo abrazando mis piernas.
-¿Cómo te llamas?-Pregunte y lo hice reaccionar, se encogió de hombros y me miro por unos segundos pero luego volvió a mirar al suelo, supongo que no responderá-Si quieres escapar puedes salir por la ventana. Estamos en el primer piso, no te lastimaras-Continúe mirando la ventana.
-¿Po-por qué estas llorando?-Susurro, apenas pude escucharlo.
Pensé que iba a huir inmediatamente. Tiene una dulce voz. ¿Por qué tartamudea? ¿Por qué me pregunta eso como si se preocupara por mí?
