En cuanto había pronunciado su ruego frente a la elfa, la mujer se había puesto de pie a la velocidad del rayo y había salido disparada a la habitación de su hermano. Ninguno de sus amigos hablaba mientras él vaciaba toda su angustia.
Gisli no era hija de Loki y de una mujer. Era hija de Loki... Y de él. Aquellos ojos eran la prueba. El rubio de su cabello, que al principio le había parecido rubio élfico, era la prueba.
Loki había encontrado la forma de germinar su semilla en su interior y había dado a luz a esa niña.
Con los ojos aún anegados de lágrimas, Thor separó a la pequeña de su pecho y se perdió en sus facciones, encontrando cada vez más parecido consigo mismo. La forma de las orejas, la pequeña nariz... Cómo lo había hecho?
A su mente volvió aquella noche en la que había impersonado a Jane, pero descartó la posibilidad automáticamente. Él hubiese notado que su hermano estaba encinta. Su madre sin siquiera verlo hubiese sabido del embarazo. Así que no, no había sido esa vez. Entonces... Cuándo?
Alguien le tocó el hombro y volteó para encontrar un vaso con agua frente a su cansado rostro. Le sonrió a Hawk eye, que se limitó a mirarlo con una mueca de comprensión. Bebió el líquido sintiendo que revitalizaba su cuerpo, y entonces tuvo la fuerza para sentarse en el mullido sofá.
Gisli se relajó en sus brazos, y ahora lo observaba con interés. Sonrió a su hija. Parecía que el amor iba a destrozarle el pecho.
-Cómo te sientes, grandullón? -La pregunta vino del Cap.
-No lo sé. -Respondió, sin despegar los ojos de su niña. -Todo es muy extraño. Nunca pensé que sería padre...
-Espera, no sabías del... -Romanoff se aclaró la garganta, como si hablar del asunto aún le resultase extraño. -del embarazo de Loki? -Thor negó. -Y entonces por qué lo buscabas?
-Porque se había ido. Todos estábamos preocupados por él, y yo... -Dudó. Admitir que no podía vivir sin Loki a su lado es algo que no había pensado hacer jamás. Volvió la vista a Gisli. Qué más daba? Ya tenían una hija juntos. -No puedo concebir mi vida sin él en ella.
-Tony dice que no recuerdas nada de los últimos meses.
-No. Solo que debía encontrar a Loki.
-Entonces deja que rellene esos huecos por ti. Será muy difícil para Loki hacerlo, y el médico en mi no quiere que pase por más estrés.
Strange comenzó desde el principio. Como su hermano había usado un afrodisíaco y polvos para dormirlo y lograr acostarse con él. Como el ungüento había resultado ser una droga milenaria usada para obsesionar a su víctima y como él había ido perdiendo la mente poco a poco, hasta convertirse en una amenaza para todos. Como había pasado todos aquellos meses en Alfheim, con Lyrei a su lado. Y como ahora, cuando nadie encontraba la solución, él se había sacrificado para devolverle la cordura a pesar del riesgo de perder su vida.
El corazón de Thor dolió. Entonces... Lyrei tenía razón. Él tenía la culpa de todo. Él había dejado a su hermano al borde de la muerte. Y el modo en que lo había tratado luego de acostarse con él la primera vez había hecho que Loki pensara que no lo quería, que... Una relación entre ellos, más profunda... Era imposible.
Por eso había tomado la decisión de irse.
Todo porque él había sido un bastardo cobarde y egoísta al que le importaba más la aprobación del reino que la felicidad de la persona a la que amaba.
-Thor? -La voz de Strange lo sacó de sus pensamientos, y al alzar la vista, vio a la elfa de pie junto a él.
-Él no quería que me acercara. Pero cuando le dije que tú estabas llorando y rogando que lo sanara, accedió. Puedes... Puedes pasar a verlo.
El dios se puso de pie todo lo rápido que podía con su hija en brazos y avanzó hasta la mujer. En cuanto la tuvo cara a cara, la rodeó con el brazo libre. La elfa permaneció solo un segundo petrificada antes de devolverle el gesto. Cuando sus ojos volvieron a encontrarse, su expresión se había dulcificado.
-Quieres tenerla? -Le dijo, ofreciéndole a la pequeña. Ella negó.
-Loki querrá verla. Es su rayo de sol.
Thor sonrió y regresó al cuarto de su hermano. El cuarto seguía apenas iluminado, pero ahora, Loki estaba sentado en la cama en lugar de acostado y moribundo. Sus ojos se encontraron.
-Thor. -Saludó Loki.
Sin responder, el dios del trueno caminó hacia la cuna del rincón y dejó a Gisli entre las sábanas. Luego de asegurarse de que estuviese bien tapada, volvió a encarar a su hermano.
-Sé lo que estás pensando. Yo...
En un segundo, Thor se lanzó sobre él y reclamó sus labios. Lo besó concienzudamente, tomando su rostro entre las manos y apretando su pequeño cuerpo contra la cama. Tenía que asegurarse de que Loki supiera lo que sentía. Quería que entendiera que lo amaba. Que lo amaba profundamente y que estar separados había sido un infierno para él.
Su hermano permaneció inmóvil un momento, con las manos crispadas sobre sus costillas, como si no supiera si empujarlo lejos o atraerlo hacia él. Thor lo ayudó con la decisión al meter sus caderas entre sus piernas. En ese momento, Loki dejó salir un gemido desesperado y su lengua respondió a sus caricias con el mismo hambre. Se aferró a su espalda, acariciándolo a través de la ropa.
-Creí que me odiabas... -Dijo en cuanto Thor abandonó sus labios para explorar su cuello.
-Nunca. Nunca lo he hecho y nunca lo haré. -Usa risa suave reverberó en su garganta, y el dios del trueno la sintió en los labios mientras besaba cada milímetro de piel.
-Te he hecho cosas horribles.
-Puedo decir lo mismo. -Mordió el lóbulo de su oreja. Se moría por poseerlo, pero teniendo en cuenta el estado de Loki, eso tendría que esperar.
-No es lo mismo... -Su voz se quebró y Thor se apresuró a abrazarlo.
-Loki, está bien.
-No, no lo está. Soy un desastre. No deberías quererme. -Sintió las lágrimas mojar su pelo, por lo que alzó la vista. El dolor en los ojos de Loki lo lastimó. -No deberíamos estar haciendo esto.
-Loki...
-Por favor, Thor. Déjame. -No. Eso no podía estar pasando.
-Yo... Yo te amo. -Su hermano cerró los ojos con fuerza, absorbiendo las palabras por los poros. Se cubrió el rostro con el brazo.
-Por favor.
Confundido y dolido, Thor se sentó a su lado en la cama.
-No lo entiendo... Me amas? -Como no hubo respuesta, tocó levemente su mano, que se crispó. -Loki. Loki, me amas?
Su hermano no respondió.
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Un último engaño.
De TodoLoki, Dios del engaño. Un título vacío. Un trono que no alcanzará. Un pueblo que lo rechaza. Un encuentro fortuito le abrirá los ojos y lo llevará a tomar una decisión que repercutirá en la vida de todos los involucrados.