Capítulo I

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Kara permanecía sentada y muy quieta en la elegante sala de espera.

Sumida en sus inquietantes pensamientos, apenas notó las miradas de admiración que recibía de los hombres que pasaban cerca de ella, algo que casi siempre solía tratar de ignorar. Su pelo rubio, hacíaque se volvieran las cabezas casi tanto como sus brillantes ojos azules y esbelta figura.

—¿Doctora Danvers? —dijo la recepcionista—. El señor J'onzz la recibirá ahora.

Kara se puso en pie. Bajo su aparente calma, un intenso sentimiento de injusticia le atenazaba el estómago. Sus ruegos habían sido ignorados, al
igual que el sentido común. ¿Cuándo decidiría su familia que ya había pagado lo suficiente por la decisión que tomó siete años antes?


Empezaba a sentir que sólo su muerte saldaría aquella cuenta.

El señor J'onzz, el abogado al que había consultado hacía dos semanas, un hombre delgado y alto de unos cuarenta años experto en casos de custodias infantiles, estrechó su mano y la invitó a sentarse.

—He pedido consejo a los especialistas de esa área de la ley y metemo que no pueden darle la respuesta que quiere.Cuando donó óvulos a su hermana para permitirle tener un hijo firmó un contrato en el que renunciaba a cualquier derecho que pudiera tener sobre éste.

—Lo sé, pero ahora que mi hermana y su esposa han muerto, supongo que la situación ha cambiado —dijo Kara, que tuvo que controlarse para no mostrar su tensión.

—Pero no necesariamente a su favor  —respondió J'onn J'onzz—. La mujer que da a luz es considerada la madre legal. Aunque usted sea la madre biológica, no puede reclamar la maternidad. Además, no ha tenido contacto con la niña desde que nació, lo que no ayuda en su caso.

—Lo sé — a Kara aún le costaba asimilar que su hermana Alex la hubiera apartado de su vida en cuanto tuvo una hija. Ni siquiera le había permitido verla—. Pero sigo siendo legalmente la tía de Lexa.

—Sí, pero el hecho de que no Fuera nombrada tutora en lostestamentos de su hermana y su cuñada no le beneficia. Su abogadoatestiguará que los padres de Lexa sólo estaban dispuestos a nombrar tutora a Lena Luthor. No olvide que ella también es tia de la niña...

—¡Por Dios santo! ¡Lena sólo era la prima de su madre, no unatía, ni nada parecido! —dijo Kara, impotente.

—Una prima y amiga de toda la vida que aceptó por escrito responsabilizarse de la niña mucho antes del accidente que mató a su hermana y a su cuñada. Me temo que apenas tendría probabilidades de luchar contra la reclamación por la custodia interpuesta por el señorita Luthor. Es una mujer muy rica y poderosa. Además, la niña es ciudadana Irlandesa.

—¡Pero también es una mujer soltera con una terrible reputación de juerguista! —protestó Kara—. No creo que represente la figura ideal de madre para una niña.

—Con ese argumento entra en terreno muy resbaladizo, doctoraDanvers. Usted también está soltera, y cualquier tribunal cuestionaría por qué su propia familia no está dispuesta a apoyar su reclamación.

Kara se ruborizó ante el humillante recordatorio de que estaba sola y no
contaba con ningún apoyo.


—Temo que mis parientes no se animarían a dar ningún paso que
pudiera ofender a Lena Luthor. Mi padrastro y mis doshermanastros dependen de sus contactos para hacer negocios.

El dulce sabor de la venganza (Adaptacion Supercorp) COMPLETA...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora