Capítulo X

17K 1.1K 262
                                    

—Abre la puerta, Kara —ordenó Lena con aspereza. 

Asombrada por su repentina aparición. Kara hizo lo que le decía.

—¿Cómo has averiguado dónde estaba?— Lena la miró de arriba abajo con el ceño fruncido.

—Hice instalar unos dispositivos de seguimiento en tu móvil y en tu reloj. Ha sido fácil localizarte.

—¿Dispositivos de seguimiento? —repitió Kara, perpleja.

—Una simple precaución por si trataran de secuestrarte. Soy una mujer muy rica y es posible que alguien quisiera hacerlo para pedir un rescate.

—¿Y por qué no me lo habías dicho? —preguntó Kara, incrédula y enfadada.

—No quería asustarte. Pero tampoco pienso disculparme por ello — añadió Lena con agresividad—. Necesito asegurarme de que estás a salvo. Es mi responsabilidad protegerte.

—Un dispositivo de seguimiento... —murmuró de nuevo Kara—. Como si fuera una posesión... un coche robado, o algo parecido.

—Eres mucho más importante para mí que eso. No me había dado cuenta hasta que has desaparecido esta noche... ¡y te aseguro que me has hecho pasar un auténtico infierno durante unas horas!

—¿En serio? —preguntó Kara, pálida.

—¿Por qué no me has llamado desde el hospital? ¡Podrías haberme advertido de lo que sucedía en lugar de desaparecer como si yo no existiera! Eve no estaba en casa y los demás empleados del servicio doméstico sólo sabían que habías ido a algún sitio con ella. Estaba muy preocupada por ti…

—¿Por qué? ¿Qué podría haberme pasado en la isla? —Kara apenas podía creer que estuviera logrando mantener la calma.

Lena la miró como si hubiera hecho la pregunta más estúpida del mundo.

—Podrías haber tenido un accidente. He sabido que algo iba mal cuando no has aparecido en la ópera, porque siempre sueles tener un comportamiento muy responsable.

—Oh…

—Afortunadamente, Maggie me ha llamado después de que te has ido del hospital para contarme lo maravillosa que has sido con su hija. Pero luego no has aparecido por la casa de Alexander.

—¿Por la casa de Alexander? ¿Y para qué iba a ir a casa de tu abuelo?— pregunto Kara. perpleja.

—Allí fue donde hiciste enviar el vestido. 

—Eve se ocupó de enviarlo... —dijo Kara, indecisa—. Supuse que lo había enviado a tu villa de Dublín.

—Eve sabía que tenía un montón de invitados alojados en ella esta semana, de manera que no lo habría enviado allí.

—¿Invitados? —repitió Kara débilmente.

—Tengo entendido que has conocido a una de mis invitadas.

De pronto, el ambiente se volvió tan tenso que casi habría podido cortarse con un cuchillo.

—¿Eso era la joven que he conocido... una invitada? —Kara alzó la barbilla en un gesto involuntariamente retador.

—De manera que sí has sacado la peor conclusión posible —dijo Lena con un gesto de evidente desaprobación—. Sarah es mi prima, la hija de la hermana más joven de mi padre.

Kara frunció el ceño.

—¿Estás diciendo que Sarah es la chica con la que me he topado? ¿Y que es pariente tuya? Si eso es cierto ¿se puede saber qué hacía en el dormitorio principal de la casa?

El dulce sabor de la venganza (Adaptacion Supercorp) COMPLETA...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora