Y SI QUEDAMOS COMO AMIGOS

Capítulo XVII

Después de exámenes y más exámenes ya todo esta hablado, Diego sabe que hacer, solo falta fecha y hora. Ya estoy por irme cuando este me lo impide.

-te gustaría salir.

-tu y yo.

-se lo que te dije Luna, pero podemos volver a empezar, somos amigos.

-yo no puede ser tu amiga.

Y sin más salí de su consultorio no sin antes voltearme y decirle.

-a las 8 me recoges, te mando mi dirección por texto, ya tengo tu numero no.

-a las 8 ahí estare- me respondió con su sonrisa, la misma de cuando me pidió que me sentará a su lado cuando teníamos 6.

Esa sonrisa, como extrañe esa sonrisa, hoy a mis 26 años me doy cuenta que he perdido mucho tiempo, mi miedo esta vez no me va a parar, lo siento Lukas.

Hoy no tengo miedo a amarlo, hoy lo quiero cerca. Estudio medicina por mi. Cumplió su promesa, me va a curar. No se si eso se llama amor pero lo que yo sentí cuando lo vi nuevamente te aseguro que si.

No voy a esperar 10 años para decirle que lo quiero.

Eran las 7:55 cuando sentí el motor de un auto, era el, no tenía duda, siempre tan puntual, baje rápidamente las escaleras y habrí la puerta.

- que puntual.

- viejas mañas, no quiero que te arrepientas, bonita casa, nos vamos.

- si- me subo de copiloto - a donde vamos.

-es una sorpresa.

Así pasamos el camino sin decir una palabra, el por nervios yo por miedo a estropear lo que había logrado.

Llegamos a un restaurante, después de pedir la cena comenzamos a hablar.

- que has hecho en todo este tiempo Luna.

- logre terminar mis estudios como diseñadora y ahora tengo mi propio negocio decorando interiores no me va nada mal, fuera de ahí nada interesante, y tu que hay de tu vida, novia, esposa, algo.

- no tengo novia y menos esposa estaba esperando a alguien, sabía que algún día ese alguien regresaría a mi - me dice poniendo su mejor sonrisa, no ha cambiado nada, sigue igual de directo - de lo demás, te prometí que sería un doctor y me esforcé en lograrlo para cuando tu apatecieras.

- y si no lo hacía, si nunca regresaba.

- yo jamás perdí la esperanza Luna, sabía que algún día tu volverías.

Así pasamos la velada contando que habíamos hecho en estos 10 años. Ahora nos encontramos de vuelta en el auto y no tengo ni la menor idea de lo que voy a hacer, pero algo si tengo claro, hoy no hay marcha atras.

- discúlpame - me dice Diego deteniendo el auto, se desata el cinturón y me toma de la nuca, y así vuelve a robarme otro beso, pero hay una gran diferencia del anterior este si es correspondido.

Después de besarnos hasta el cansancio pone nuevamente el carro en marcha, no podía tener los labios más inflamados pero no me importa se que esto no termina aquí.

- no me lleves a mi casa - me mira juguetón - a la tuya.

- tus deseos son ordenes.

Su casa estaba lejos, no pude creer cuando la vi, es una gran casa, no cabe duda que le va muy bien.

😀😀😀😀😀😀😀😀😀😀😀😀😀😀

Siiiii esperaba esto.