Color Carmesí /EDITANDO ERRORES/

Llanto y Más

Mis manos temblaban al ver el cuerpo de la chica allí tendido. Me acerqué nerviosa hacia ella y empecé a moverla para que despertara, pero no lo hacía. Toqué su pulso y seguía estable ¿Por qué no despertaba? seguramente estaba sedada.

Estaba nerviosa, no quería hacerle daño, pero el tiempo corría y yo no quería morir.

Agarré la hojilla que estaba al lado de la chica y la miré con duda, luego la miré a ella ¿Qué debía hacer? no quería matarla.

Era ella o yo.

El tiempo comenzó a abrumarme y debí clavar la hojilla en su estómago. La sangre comenzó a salir por la herida y por su boca, pero aún así, ella aún no despertaba.

Le rasgué el estómago y comencé a rebuscar rapidamente. El olor a sangre era horrible y cada vez salía con  más fuerza, pero ahora dudaba mucho que ella estuviera viva. Encontré la dichosa llave en el estómago de mi antigua rival y rápidamente abrí la mascara que me tenía el cráneo comprimido.

-Reto cumplido. Felicidades-dijo la voz que empezaba a odiar por los parlantes.

-Bien hecho-dijo el Siux por mi oído.

Mi corazón latía con fuerza por la adrenalina. Miré la mascara extraña y luego vi la chica a la cual le había desfigurado todo el abdomen y su sangré estaba por todo el suelo.

Me sentía mal, terriblemente mal. Nunca creí que tendría que matar a alguna persona. Mi estomago se revolvió y me alejé lo más que pude del cuerpo. Solo quería salir, salir de ese lugar que empezaba hacerse sumamente estrecho; salir de esa mansión. Solo quería regresar a mi antigua vida.

.

.

.

.

.

Estaba sentada en el suelo de la habitación con una hojilla que había encontrado por una extraña razón.

Los hermanos Siux llegaron al lugar donde estaba encerrada y me dejaron en mi habitación.

Me costó preguntarles por la chica, ya que yo estaba en un shock completo luego de que vomité la poca comida de ese día, o del anterior, la verdad había perdido la noción del tiempo.

Miré la cuchilla y suspiré ¿Que debía hacer? suponía que la muerte o cualquier otra cosa era mejor que estar en ese infierno de lugar.

Miré mis muñecas y suspiré cerrando los ojos. Pasé la cuchilla por mis muñecas.

Una.

Y otra.

Y otra vez.

Mis dos muñecas estaban llenas de cortes profundos y la sangre se estaba esparciendo por todo el suelo de la habitación, se camuflaba un poco con el color rojo del lugar, pero el líquido carmesí resaltaba notablemente.

El olor a sangre y posiblemente la perdida de la misma, me estaba haciendo marear de sobre manera.

Miré la puerta fijamente y mis ojos empezaron a arder de repente. Las lágrimas rodaban por mis mejillas, mi labio tembló hasta que me largué en llanto. Posé mis manos lastimadas en mi rostro sin importarme el dolor, ahora tenía dolor tanto físico como emocional y solo quería liberarlo.

Solo por esa vez lloraría...

...Ruby...

Revolví todo el departamento de Violeta, lo dejé un desastre buscando alguna pista de su paradero, pero no, no volví a encontrar nada, quizá el hombre se llevó todo o simplemente ese wokitoqui era lo único que había en el departamento.