Sueño

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...Violeta...

Había conversado mucho con Blake y poco a poco nos íbamos conociendo más. Él me daba buenos consejos para poder superar mi trauma y lograr seguir con mi vida, según debía estar lo suficientemente sana como para poder salir con él sin temor a que me tocara.

Sin embargo, ahora me agradaban sus abrazos y sus mimos. Todo el tiempo antes de cualquier juego él estaba conmigo, pasando tiempo de calidad a mi lado. ahora teníamos tanta confianza que ni los silencios eran incomodos, eran simplemente agradables.

Había culminado la semana donde estaría "de reposo" por ello, esa misma noche me tocaba jugar de nuevo, me sentía muy nerviosa de volver a ese infierno de nuevo, además por el televisor que me habían proporcionado, pude ver como muchos murieron de formas horrendas y a otros simplemente los torturaron.

Cerré mis ojos con fuerza intentando quitar de mi mente el juego que había pasado la noche anterior, era una serie de juegos extras y uno de los chicos que participó, le quitaron las uñas con un alicate. Aun podía escuchar sus gritos como si estuviera corriendo el video.

-Gatita-me llamó el Siux restante apareciendo en la habitación.

-No me digas así-dije entre dientes mirándolo mal. Él era un recordatorio constante de lo que me habían hecho.

-Yo te digo como quiera, gatita-sonrió de lado de forma burlona-Vamos a comer-dijo firme quitando la sonrisa burlona de su rostro y poniéndose más serio.

Suspiré y me levanté sin ganas de la cama, volvería a mi antigua rutina de nuevo. Caminé directo hacia la puerta saliendo con el Siux de la habitación caminando por el desolado pasillo hacia el comedor.

Allí estaban muy pocos, esperaba que esos no fueran los jugadores que quedaban, porque si era así, habían unos juegos que no había detallado muy bien.

Me paré frente al comedor viendo la comida servida y observado como todos comían con tranquilidad y en silencio, incluso el Siux comía en silencio y tranquilidad. Me sorprendió mucho el hecho de que nadie me había mirado cuando llegué de forma extraña o con lastima, ya que era noticia que yo había tenido pequeños inconvenientes con uno de mis secuestradores.

-Come, gatita-dijo el hombre a mi lado con la boca llena de comida, casi sin poder hablar bien.

-¿Por qué me dices así?-pregunté a lo que él soltó una risa burlona involuntaria, como si estuviera recordando algo.

-Eso no te importa, lo único que debe importarte es hacerme ganar. Ahora que mi hermano no está la ganancia será mejor para mí-sonríe de forma sínica.

Mis ojos se abrieron en sorpresa, no podía creerlo ¿Qué pasó cuando estaba llorando por su hermano? ¿Qué pasó con el sufrimiento? Se suponía estaba muy afectado, pero ahora, parecía tan relajado, casi feliz por la muerte de su hermano gemelo.

No quise indagar más sobre los extraños comportamientos de ese Siux, alguien que estuviera involucrado en un juego de este tipo solo para conseguir dinero, no era alguien normal.

Comencé a comer puesto mi estómago estaba rugiendo. Me sentía extraña comiendo rodeada de personas, ya que luego de lo que había pasado no había salido más nunca de mi habitación y el Siux me llevaba comida cada cierto tiempo.

Vi a Blake, el cual estaba comiendo ignorando lo que su secuestrado le decía, la cual parecía muy preocupada por algo que desconocía. Estaban muy lejos para que lograra escuchar que decían pero la curiosidad me estaba matando.

Blake sintió mi mirada y fijó sus ojos azules en los míos. Mi corazón se paralizo un poco y no por la emoción, sino por la frialdad en su mirada, parecía una persona completamente diferente con la que había estado hablando últimamente.

Color Carmesí /EDITANDO ERRORES/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora