Misterio

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Camine con cuidado por los pasillos de la mansión. Me encontraba alerta con un florero en mi mano, era lo primero que me encontré y por ahora esa sería mi arma y único medio para defenderme.

-¡Cuidado!-escuché una alarma que reconsideraría como mi conciencia si no supiera que era uno de los gemelos.

Miré alerta al frente y tenía frente a mí a un chico cubierto de sangre y con el rostro atemorizado. Un cuchillo ensangrentado se encontraba en su mano y goteaba un líquido carmesí.

-L-lo lamento-tartamudeo poniéndose en posición de ataque-¡Pero no quiero morir!-gritó con la voz desgarrada y lanzándose sobre mí.

Me eche hacia atrás esquivando el ataque del chico pelirojo y como acto reflejo le tiré el florero en la cabeza dejándolo inconsciente.

-¡Lo hiciste! Sabía que eras muy ágil-dijo emocionado el gemelo tras el audífono.

-Sí, y gracias por ayudarme-dije con sarcasmo ya qué él no había dicho nada cuando el pelirojo me atacó.

Me acerqué al pelirrojo tomando el cuchillo entre mis manos y toqué su muñeca buscando su pulso. Aún tenía, no lo había matado. Suspiré aliviada y seguí caminando un poco más segura con el cuchillo aferrado a mi pecho.

-Cuidado a las 2-me avisó.

-¿Qué?-susurré mirando a mi alrededor y un poco a mi derecha venían dos chicas dispuestas a taclearme.

Por acto reflejo, empecé a correr en dirección contraria entrando a una habitación que me dijo el gemelo tras el audífono.

La habitación era oscura, no lograba ver mucho. No tenía idea de qué lugar era ese con una luz tenue. Habían muchas sillas acolchonadas en el lugar y lo que parecía ser una pantalla gigante. Era como una especie de cine.

-¿Dónde estás número cincuenta y cinco?-escuché la voz de una chica entrando al pequeño cine.

Miré alarmada la puerta por donde entraba una gran cantidad de luz y comencé a correr entre las sillas hasta salir por una de las puertas del otro lado del cine.

Ahora me encontraba en un pasillo blanco. El gemelo en mi oído me indico que siguiera derecho y me escondiera en la primera habitación que encontrara. Me encontré con lo que parecía ser un sauna. Había mucho vapor por todos lados y no lograba ver mucho mientras avanzaba.

-¿Cómo salgo de aquí?-susurré para que mi "ayudante" me indicara qué lograba ver por las cámaras.

-No logro ver nada. Regresa sobre tus pasos-me indicó y sonaba un poco frustrado.

Giré sobre mis talones para dirigirme de nuevo hacia la puerta pero un brazo me rodeo el cuello y tomo mi cintura con fuerza. La acción de tomar los brazos que aprisionaban mi cuello y me dejaban sin aire, hicieron que soltara el cuchillo.

-Hola preciosa-dijo una voz rasposa en mi oído-Lo lamento, pero debo matarte para que la competencia sea menor y el juego más corto-me dijo de una manera tranquila pero de una forma que el gemelo al otro lado del audífono escuchara.

-¿Por qué lo haces? ¿Te sientes bien asesinando?-dije con la voz quebrada por la falta de aire.

-En realidad serías mi primera víctima-soltó una pequeña risa-Descuida, lo haré rápido.

Apretó un poco más fuerte y sentí la presión en todo mi cuerpo. Sentí que mis ojos se saldrían de sus cuencas y apostaba que estaría de color morado. Traba de librarme moviendo las piernas e intentando disminuir el ahogo con mis manos pero era un intento inútil.

Color Carmesí /EDITANDO ERRORES/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora