La hija de Tony Stark (Peter Parker y tú)

Capitulo II

Estaba esperando a mi papá, a la salida de la escuela. Peter me acompañaba.

- ¿Y qué opinas de tu primer día de escuela?

- Estuvo excelente, bueno aunque tengo que aguantar las quejas de mi hermana.- rodé los ojos y miré a Peter.

- Oye si, ¿Que tiene tu hermana en contra de las escuelas publicas?

- Dice que no son acordé a nuestro estilo de vida. Que los Stark no podemos rebajarnos al nivel de una escuelucha que no sea de paga.

- ¿Tu piensas lo mismo?

- ¡No! Claro que no. No tengo la misma mentalidad que mi hermana. Además considero que todos somos iguales y que las personas no se califican por sus recursos económicos, si no por los valores que haya recibido en casa.

- Sabias palabras... Ojalá todas las personas tuvieran la misma mentalidad que tú...

- Ay no me importa lo que las demás personas hagan, es tu personalidad, solo no deberías ofender o afectar a terceros.- sonó el claxon de un deportivo.- Llegó papá. Nos vemos mañana Peter.- me despedí de beso en la mejilla.

- Hasta mañana. - correspondió el beso.

Subí al auto en el asiento del copiloto y papá no estaba al volante. Era Happy. Lo saludé y esperamos a que mi hermana saliera.

Cuando por fin lo hizo, parecía que estaba discutiendo con una chica pelirroja.

- Ahora vuelvo...- susurré frustrada a Happy y bajé del auto.

Caminé hacia la entrada de la escuela donde había un grupito y sí, efectivamente mi hermana y aquella chica se encontraban discutiendo. Pero en este caso, mi hermana intentaba defenderse.

- Es una pena que las hijas del grandísimo millonario hayan terminado en un nivel tan bajo.- habló la chica y mi hermana rió.

- Mira muchachita, cuando insultes a alguien fíjate que no te estés insultando a ti misma.- interferí.- Es una pena que te consideres de un nivel muy bajo. Así que mejor guarda silencio y ponte a hacer algo productivo. - tomé la mano de mi hermana y la lleve conmigo.

- ¡Bye, bye chica de nivel tan bajo! - concluyó Melanie riendo.

Bajé las escaleras algo frustrada, lo que menos quería era tener problemas con mis nuevos compañeros, pero cuando se trata de mi hermana, bueno, sé que ella no ha hecho nada por mi...aunque es pésima defendiéndose. Tratándose de inteligencia y saber enfrentar los problemas, ella no recibió buena herencia de parte de mis padres. En cuanto a la bonita voz al cantar, pues tampoco tiene eso de mamá (creo que yo tampoco, pero... tengo voz agraciada). Tal vez pronto pueda descubrir algún don de ella...

- ¡Que te estoy hablando! ¡Tierra llamando a la atolondrada _______! ¡Eh cabeza hueca! ¿¡Si me oyes!? - mi hermana dio pequeños coscorrones en mi cabeza.

- Te escucho, estaba pensando cosas... - la miré aún confundida.

- No hacia falta que me defendieras. Te pido que no lo hagas más.

- Y yo estoy esperando a que me agradezcas, vas, te escucho.- me sentí como mi papá.

- Yo no tengo por que darte las gracias, yo no tuve nada que ver.

- Ay Melanie, como si no te conociera.

- Ella fue la que empezó a molestarme, yo no le dije nada. Estaba yo conmi estimado tutor, cuando ella se acercó y comenzó a burlarse. 

- Si claro.- concluí.

Entramos al auto y Happy nos llevo a casa, donde papá tampoco estaba. Nos habían ordenado dos cajas de pizza, para que duraran por lo menos dos días.