Sé que es tarde, que tal vez mis palabras no tienen la suficiente validez en este momento; pero no por eso quiero que pienses que no son importantes.Ayer me encontré con tu madre en la plaza central. Al principio pensé en no hablarle y hacer como que nunca la vi, pero mi guardia cayó cuando con pasos tímidos y la cabeza gacha se acerco a mi y me invito un café para poder platicar con más "calma"- según ella-. Por mi mente paso una y otra vez "No Caleb, no vayas...quizá el hacerlo te cause dolor, tal vez solo logre hacerte llorar", pero ya sabes lo débil que soy cuando me mira de esa forma tan maternal.
Terminamos yendo a un lugar cercano, ya sabes, ese que está aun lado de nuestra heladería favorita; nos sentamos en una mesa alejada del resto, cerca de la terraza.
Ella te extraña tanto al igual que yo. No te imaginas lo duro que fue ver su rostro sin una pizca de maquillaje y con pronunciadas ojeras, ese rostro que siempre sonreía alegre, esta vez se veía tan vacío.
Al principio solo hablamos de cosas banales, como mi familia y el trabajo. Me contó muchas cosas nuevas. ¿Sabías que piensa irse de la ciudad? Al principio yo también me sorprendí de que decidiera dejar su casa, la que construyó con tanto esfuerzo, pero dijo que todos los recuerdos tuyos permanecen encerrados ahí y la hacen sufrir, por eso es que se mudara a la casa de su hermana en Oklahoma (desearía poder dejarte ir también). Creo que planea vivir ahí por un muy largo rato, aunque no estoy del todo seguro. Supongo que esa fue también mi despedida con esa hermosa mujer.
Después de un largo rato de charla vino lo que tanto temía que dijera: me preguntó que cómo estaba y, honestamente, no supe qué responderle.
Tal vez ella esperaba que le respondiera con un "bien", aunque ambos supiéramos que
mentía. Puede que quizá esperara una sonrisa de mi parte con alguna respuesta banal y le devolviera la pregunta.Pero no lo hice.
No hice nada de lo que quizá ella esperaba. Solo me quede ahí, estático, con las palabras atoradas en la garganta y las lágrimas luchando por quedarse dentro mio.
Y es que no estaba bien, nunca me sentí bien después de eso. Y dudo mucho que algún día lo vuelva a estar.Entonces me puse a pensar y a recordar tantas cosas, tantos días. Tantas sonrisas tuyas dibujadas en mis memorias. Pero soy tan débil Nahím, soy como una pequeña marioneta, que cuando el titiritero se ha ido y dejado de mover sus hilos, aquellos que le daban vida, queda sola, sin modo alguno de seguir en movimiento; ahora estoy tan vacío, incapaz de continuar, tu no estas aquí para recolectar todos estos trozos de alma que se están cayendo tan rápido, tan cruel, tan dolorosamente.
Pensé en tantas cosas.
Como en la soledad que abunda en mi cama estos días, en el gran hueco que siento al moverme y ver que está vacío, sin tu esencia iluminando cada espacio. Como en la doble porción de café y cereal que preparo todas las mañanas esperando que al despertarte camines hasta mi, llevando solo la ropa interior y me abraces por la espalda, te sientes a mi lado en la mesa y me dediques miraditas cómplices cuando llevas la taza a tus labios.
Como en la falta que le hace al aire recibir tu perfume todos los días al salir de la ducha. Pensé en la gran soledad que sienten las plantas de la ventana por la falta de tu risa para alegrarlas. En la falta de ese "Te amo" todas las mañanas al apenas abrir los ojos.
Pensé en todo eso, también en el piano que extraña ser tocado todas las tardes. Saber que todas las melodías que me componías desde el día en que nos casamos no las escucharé de nuevo me hizo sentir que me ahogaba, que era cruel irte cuando al fin comprendía lo que todas esas notas querían decirme, lo que todo tu ser expresa cuando pasabas tus dedos finos sobre las teclas de porcelana, y supe que todo esto era demasiado para mi...ahora solo pienso en las largas noches de insomnio que me atacan cada día y con más fuerza apenas toco la cama.Y entonces me di cuenta de algo. De todos esos tal vez que se estaban colando por mi cabeza.
En el que tal vez si hubieras aparecido antes en mi vida podría haber pasado más tiempo a tu lado. En que si tal vez no me hubiese tardado todo un mes en aceptar salir contigo, podríamos haber compartido mas caricias, mas besos, mas recuerdos.
Tal vez si me hubiera despegado antes de mi madre podríamos haber vivido juntos más tiempo y tener más noches en vela amándonos.
En que tal vez si ese día en que el cielo estaba tan rodeado de estrellas que parecían interminables yo las hubiera contado, cuando te pregunté que cuánto tiempo estaríamos juntos y tu me respondiste que hasta que terminara de contar todas las estrellas esa noche, estoy seguro que si lo hubiese hecho, podría haber sabido cuánto tiempo nos quedaba y preparar a mi corazón para no sufrir tanto como ahora.
Tal vez si yo no me hubiera enojado cuando nos encontramos a tu ex y le prestabas mas atención a él que a mi, no me habría ido esa noche a un hotel y separarme de ti toda una semana, diciéndote que te odiaba y que eras de lo peor...por que no lo eras, Dios mio, ¡Eras
el hombre más maravilloso de todos!. Siempre fuiste lo mejor que tenía en la vida, tal vez si
te lo hubiera dicho con más frecuencia hubieras sabido lo mucho que te amaba.
Por que si tal vez hubiera pasado más navidades y fin de año a tu lado en vez de mi familia,
hubieras tenido conocimiento de lo mucho que mi amor crecía por ti cada nuevo inicio de ciclo.
Puede ser que si yo no hubiera llegado de trabajar tan tarde la mayoría de las veces, podríamos haber compartido mas cenas, tal vez mas risas, mas noches dedicándonos caricias suaves con mensajes tan fuertes. Tal vez pudimos haber compartido más charlas sobre el cómo fueron nuestros días.Quizá...
Tal vez si esa tarde yo no hubiese sido tan egoísta al pedirte que salieras más temprano del trabajo y que llegaras lo más rápido posible a casa para celebrar nuestro aniversario...
tal vez sino te hubiese atacado con mensajes y llamadas para decirte que te apresuraras cuando conducidas, tal vez tu no hubieses...tal vez aun seguirías aquí.
Tal vez no hubieses cerrado los ojos, cuando un camión cruzó frente a tu auto al intentar responder mi décima llamada gritándote que llegaras o la cena se enfriaría, tal vez si yo hubiese dejado enfriar esa maldita comida y te hubiera esperado pacientemente tú tal vez estarías aún aquí, conmigo...Ahora se que yo fui el culpable, el que te necesito más de lo que quizá tú pudiste llegar a necesitarme a mí.
Perdón. Fue lo único que le dije a tu madre antes de salir corriendo del local hecho un mar de llanto.
Perdón. Es la última palabra que le dedicaré a mi familia. Porque esta noche también te pido perdón a ti, Nahím. Perdón por ser tan débil, por haber sido tan egoísta. Perdón por todas las lágrimas que te pude ocasionar estando a mi lado.Lo digo por última vez porque,honestamente, ya no creo tener la fuerza para despertar otro día y ver el mismo marchitar de las flores en la ventana, tener que bañarme y al abrir el closet ver toda esa ropa impecable y pensar que nunca mas te volveré a ver puesto con ella.
Ya no quiero pasar otro día con la falta de tu esencia adornando todo el lugar y marcando todo
espacio.
Perdón por ser esto que soy ahora, por rendirme tan rápido. Lamento mucho escribir esta carta empapado en vino y regando vida sobre tus sacos.Espero que puedas comprender todo lo que digo ahora, cariño. De verdad espero poder volver a estar junto a ti, sin cometer tantos errores; sin ser tan egoísta; sin hacerte sufrir tanto está vez.
Te amo, eternamente.
Caleb R.
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Querido Nahím
RastgeleLa última carta de un enamorado ebrio de agonía. Despedida para un amor trascendental, fatídico. "...Espero poder volver a estar junto a ti, sin cometer tantos errores; sin ser tan egoísta; sin hacerte sufrir tanto esta vez"