Capítulo 3

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Desperté a las 6:00, auque debía ir al trabajo a las 8, pero la verdad esque estaba muy feliz por mi trabajo y seguro la emoción me despertó. Tomé una ducha larga ya que tenía mucho tiempo de sobra, aplanché mi pelo, y me volví a poner la pijama para ir a desayunar porque se me hacía muy provocativo ese uniforme como para ir al comedor donde estarían los padres de Brenda.

- Buenos días Brenda, buenos días señores- dije acercandomé a ellos para darles un beso.

- buenos días Nrenda, ¿porque estas despierta tan de mañana?

- esque hoy es mi primer día de trabajo y estoy muy emocionada.

- sientaté Brenda, ya casi te sirvo tu desayuno.

- muchas gracias

La madre de Brenda me dio gallo pinto, huevos revueltos y tocino, estaba muy delicioso.- muchas gracias por la comida, estaba muy rica- dije levantandome de la mesa para ir a mi cuarto y ponerme el uniforme. - de nada Mónica, la verdad esque ya eres parte de esta familia, eres como nuestra segunda hija, ahora ve a cambiarte y suerte en tu trabajo.

Llegé a mi cuarto, me puse mi uniforme y mis tacones altos, la verdad era que odiaba ese uniforme, parecía una puta de la calle, me sentía muy incomoda pero tenía que ir así porque ya se me estaba haciendo para mi primer trabajo.

Mientras iba camino a mi trabajo podía notar perfectamente como la gente me miraba de manera vulgar, las chicas me miraban de manera asquerosa, los chicos y los hombres adultos me miraban de manera vulgar, me decían cosas feas, me silvaban como si fuera un perro pero no lo soy asi que no hacía caso y seguí caminando como si no estuviera oyendo nada.

Por fin había llegado a mi trabajo y ahí estaba Tara, barriendo el restaurante con el mismo uniforme que yo tenía. - wao, te ves sexy Mónica- dijo riendose mientras me miraba - si ya lo se, lo supe mientras fui tratada como un perro mientras venía hacía aca- dije mientras entraba y me sentaba en una silla.

No había nadie en el restaurante, ni si quiera el gerente que se supone que debía estar ahí de primero.

- bueno, Mónica debemos empezar a trabajar, no tarda en llegar el gerente y si nos ve haciendo nada nos va a regañar. Toma un paño con ese líquido y limpia las mesas, luego ponles el mantel listo.

- esta bien, antes quiero hacerte una pregunta. Ayer cuando vine a pedir el trabajo vi a una chica salir de una de las habitaciones que hay en ese pasillo largo y angosto.

- Mónica, mas adelante sabrás lo que es, tu no sabes en lo que te has metido y espero que tengas mucha suerte porque la vas a necesitar, estas aqui y ya no hay marcha atras.

 Empezé a limpiar las mesas y a ponerles el mantel pero no podía dejar de pensar en lo que me había dicho Tara, fue como una advertencia, pero ¿de que? talvez me pagarían mal o algo así, no creo que sea algo tan grave.

- oh, Mónica te ves hermosa- dijo el gerente mientras miraba mis piernas

- gracias señor pero no me gusta la manera en la que me mira, por favor deje de hacerlo que es muy incomodo.

- jajaja, mas adelante te llamaré para explicarte algo que no sabes todavía pero es mejor que lo sepas desde ahora porque veo que eres muy rebelde, cosa que no me gusta.

 Cuando ese señor me dijo eso pude notar la expresión de Tara, que hizo una cara de miedo y preocupación... Dios mio en que me he metido, tengo miedo.

 Seguí haciendo mi trabajo mientras iban llegando clientes, Tara se acercó y me dio un número, el cual debía poner en el lado izquierdo de mi pecho, no sabía para que era pero ya me estaba haciendo idea de en que era en lo que me había metido.

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