En la mañana siguiente desperté muy temprano, había dormido lo suficientemente bien en la noche, así que en la mañana desperté temprano y con muchas energías.
No podía creer lo que estaba viendo. Cuando Owen y yo nos acostamos a dormir, sus manos estaban alrededor de mi cintura, lo más lógico, y lo que siempre le pasa a una persona es que amanezca en una posición diferente a la que tenía cuando se acostó, pero ese no era el caso de Owen, sus brazos estaban abrazándome y su cuerpo estaba muy pegado a mí, lo que estaba mirando era hermoso, y no podía dejar de hacerlo.
Mientras lo miraba pude recordar que hoy nos íbamos de viaje a Brasil, la noche anterior lo tenía muy presente ya que era Dren era la que supuestamente iba a ir con él, pero por dicha no fue así, y por cierto debo admitir que me estaba muriendo de los celos.
Fui a mi armario, según yo a alistar mi maleta, pero ayer en la noche, supuestamente yo me iba a ir del apartamento de Owen así que alisté mi maleta, sin embargo, Owen no había alistado nada de nada y no quería despertarlo para algo que yo misma podía hacer. Tomé su maleta y saqué toda su ropa, escogí la más fresca, la más linda pero más que todo la más cómoda. Con respecto a su ropa interior, ni la toqué, no sé qué es lo que más prefiere o lo que lo hace sentir más cómodo, así que eso se lo dejé a él.
Mientras terminaba de cerrar la maleta, se me ocurrió prepararle un hermoso desayuno, ya que ayer en la noche el me confesó su amor con las palabras más hermosas que han salido de su boca, en fin, creo que se merece un poco de consentimiento. Así que fui a la cocina, preparé gallo pinto, huevos revueltos con tomate, tocino y un poco de queso y pan, hice jugo de naranja, no el que venden si no que lo hice yo misma. Puse unas flores en la mesa, acomodé la casa para darle un ambiente de tranquilidad y frescura, limpie la mesa y para finalizar, puse la comida en la mesa, lo único que quedaba era esperar a que Owen despertará de su largo sueño.
Me senté en el sofá a ver televisión, al instante sonó mi celular, me llevé un gran susto así que solo contesté sin ver quien era la persona que me estaba llamando.
Era de suponerse, Brenda.
- Hola amiga, quería llamarte para desearte suerte en tu viaje.
- Muchas gracias Bren, creo que si la voy a necesitar, tengo mucho miedo y nervios, jamás he salido del país ni mucho menos me he subido a un avión.
- Yo sí, y te voy a confesar que la primera vez sentía lo mismo que tú, pero cuando ya estaba ahí se me pasó.
- Creo que tus palabras no me tranquilizaron mucho- reímos las dos.
- Espero que me puedas comprar alguito, cualquier regalito amiga, tomate muchas fotos, me gustaría conocer Brasil aunque sea por fotos.
- Claro que sí. Adiós amiga, te quiero mucho.
- Yo también te quiero…
La llamada de Brenda me hizo sentir una emoción muy grande por viajar, aunque estaba un poco preocupada por mi madre, no he podido hablar con ella, he tratado varias veces localizarla pero nunca me contesta, seguramente está muy ocupada, pero quien sabe con qué o con quien. Lo que me tranquilizaba era que ya había hablado con mi padre, seguramente él ya le comentó.
Pasó una hora y la comida ya estaba un poco fría, para mi suerte ya Owen se estaba despertando.
- Buenos días dormilón. Quiero que te levantes rápido, te tengo una sorpresa y espero que te guste.
- Buenos días hermosa. Antes de ver tu sorpresa, quería agradecerte por haber dormido a mi lado anoche, fue maravilloso aunque me dormí tarde, me quedé un rato despierto porque escuché unos ruidos cerca de la puerta y pensé que podía ser aquel desgraciado, te abrasé fuertemente y no te solté hasta que no escuchara nada.- relató Owen mientras bostezaba y se limpiaba las lagañas de sus ojos.
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Perfect Life
RomanceMónica, una chica de 19 años, abandona su vida normal para vivir su vida perfecta, ella oculta un gran secreto, ese secreto es la razón por la cual decide hacer su vida perfecta. Vive con ella la experiencia de vivir su vida perfecta antes de que e...