Donde Zayn Malik es un foto periodista independiente.
Niall Horan es catalogado como todo un casanova tanto con hombres como mujeres, no solo por su don de ser guapo con sus ojos azules como el mar, una sonrisa y cuerpo para derretirse. Si no que ta...
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Quizá fue lo que él dijo o la forma en que lo dijo, porque de pronto y de forma irracional, Niall sintió que la sangre le subía al rostro con tal fuerza que si hubiera tenido puesto un corcho, habría explotado.
Agarro el tazón que goteaba y lanzó el contenido directamente hacia Zayn.
Le cayó justo en la mitad de la cabeza, pecho y hombros. Se encogió cuando el caldo lo golpeó; luego se quedó inmóvil como una piedra cuando el líquido le empapó la tela de la camisa de cuadros y goteó hasta la punta de sus dedos.
Entonces volvió el rostro hacia Niall.
La furia que había en sus ojos era algo digno de contemplar. Era poderosa y amenazante; el corazón de Niall palpitaba con fuerza por el temor, aunque se sentía increíblemente excitado.
Empujó la silla y se levantó despacio. Se movió hacia Zayn como si un poderoso rayo emanara de él y le ordenara acercarse y se apoyó en la mesa.
Zayn clavó su mirada en la de él y entonces agarró sus hombros y lo atrajo hacia sí con una sacudida que lo hizo castañetear los dientes.
—¿Por qué rayos has hecho eso? —rugió él.
Su voz profunda y áspera, pero a alto volumen, hizo que el estómago de Niall se encogiera de pavor.
Niall no le respondió porque no podía. No tenía idea de por qué había hecho tal cosa. A él le había costado años aprender a controlar su explosivo genio.
Era por completo inusual en él no pensar antes de actuar y, sin embargo, de forma impulsiva había replicado a su burla. Desconocía el motivo. Sabía lo que Zayn pensaba de él; era lo mismo que pensaban todos y, sin embargo, mientras le parecía correcto que los otros actuaran así, no quería que él lo considerara un inútil, frívolo y maleducado.
—¿Y bien? —le preguntó de nuevo.
Niall estaba arrepentido y deseaba decir algo que lo hiciera comprender por qué lo había atacado; en cambio, levantó una mano hasta su mejilla.
Con el suave y sutil toque, limpió la humedad de su rostro. La forma en que Zayn le apretaba los hombros se suavizó hasta el punto de acariciarlo. Niall levantó la otra mano y con las dos acunó su rostro.
—Lo siento —dijo en voz muy baja.
Sus palabras cayeron sobre él como agua fría. Zayn empezó a temblar por dentro. Niall lo volvía loco. Frío, caliente, frío, caliente.
No podía aguantar mucho más, aunque sólo estuviera sucediendo en su mente.
¿Era así? ¿Era él el único que sentía esas sensaciones? ¿O era ese discurso de «fuera manos» simplemente una trampa? ¿Libraba Niall también su propia batalla?
