—Me dijiste que no lo conocías... y esa partida la comenzaste hace un año —dijo Bakugou, recapitulando toda la información—. Ahora mismo estoy muy confundido, porque se me ocurre una única posibilidad y...
—Vale, te mentí... aunque mejor dicho no te dije toda la verdad. ¿Una mentira piadosa?
Bakugou se mordió el labio y extendió la mano; Todoroki supo al instante a lo que se refería, así que le enseñó la cuenta abierta desde el celular.
—Santa mierda... —suspiró Bakugou, como si estuviera soñando—. Eres tú... todo este tiempo has sido tú.
Todoroki desvió la mirada avergonzado, tratando de no hacerse ilusiones por el modo de hablar tan ilusionado de Bakugou.
—¿Sorpresa?
Bakugou soltó un chiflido, dejó el teléfono a un lado y se puso de pie frente a Todoroki, quien creyó que lo iba a golpear, hasta que sintió que Katsuki se le abalanzaba encima.
—¡Eres tú, Todo-imbécil! —exclamó Katsuki emocionado, mientras Todoroki hacía el mejor esfuerzo para no caer de espaldas— ¡Por Dios! Es que es surrealista, ¿Qué mierda? ¡He estado durmiendo con mi escritor favorito!
Todoroki se sonrojó muchísimo, hasta el punto en que su cerebro entro en corto circuito. Bakugou, sin darse cuenta del efecto que ocasionaba en Shoto, continuó con los brazos entrelazados en la espalda de Todoroki y con el rostro echando brillos.
—Te odio tanto, Todo-imbécil ¡de verdad! Pero esto.... Creo que ahora me agradas un poquito más —admitió Katsuki, con una sonrisa, volviendo a tomar el teléfono—. ¿Puedo ver tus borradores? Dios mío, es que es fantástico...
—¿Eh? ¡Eh! No, eso no; no veas los borradores ¡Son muy malos! —alegó Shoto, arrebatándole el teléfono, pero por el movimiento brusco perdió el equilibrio y cayó de espaldas—. Bakugou... me estás aplastando.
Era cierto, el tener a un chico como Katsuki a horcajadas era algo incómodo. Bakugou hizo caso omiso, recogió de nuevo el teléfono y le habló sobre un fanfic el cual Shoto escribió hace años y consideraba, en extremo, malo.
Aun así, Todoroki, no podía dejar de pensar en la forma en la que Bakugou se frotaba encima de él. Cerró los ojos y esperó lo peor, hasta que Bakugou por mera emoción, le pegó un golpe en el esternón.
—Ups... ya me bajo —dijo Bakugou, al ver la expresión media muerta de Todoroki—. Esto es alucinante.
—Alucinante... Tengo sed...
—¡¿Quieres que vaya por algo?! compré cervezas esta mañana ¡ya vuelvo!
—No te apresures.
Bakugou salió disparado de la habitación. Todoroki alargó un suspiro y fue al baño a lavarse la cara. Cuando regresó, Bakugou aún no llegaba, a lo que aprovechó para sacar el portátil y la encendió.
—¡Eh! ¡Yo quiero ver!
Todoroki asintió, dándose cuenta de que Bakugou no se limitó a traer un par de cervezas, sino que toda una bandeja con cosas para picar.
¿Acaso buscaba que se enamorara más de él? No era necesario, de verdad que no lo era en ese punto.
Le extendió la computadora, dejando que por el cuarto resonara el refrescante sonido de la lata de cerveza abriéndose.
—Que organizado todo... Cada trabajo respaldado en su carpeta, cada capítulo en un documento aparte —analizó Bakugou abriendo una cerveza—. ¿Solo escribes en Word?
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¡Esto NO es Un Fanfiction! (TodoBaku)
FanfictionTodoBaku/Bakutodo «-Hola -saludó Todoroki, con aquel tono neutral de siempre- ¿Me recuerdas? Soy el chico que mandaste al diablo hace unas horas." Todoroki quería ser normal, pero de alguna forma acabó acostumbrándose a que le sucedieran de las cosa...