Capítulo 17: Cosas y personas buenas.

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El domingo, sin comprender el motivo, en el apartamento irrumpió un montón de gente.

Izuku con Uraraka llegaron abrazados, dejando dos sets de cervezas en la mesa, mientras Ochako tomaba a la gata en los brazos.

Kitty poseía un favoritismo con las mujeres.

Momo llegó acompañada por Denki, una chica de aspecto punk llamada Jirou y un tal Hanta Sero, que trajo dos bolsas a rebosar de comida, lo que sirvió para ganarse la grata aprobación de Shoto.

En el momento en que le vio el rostro a Kirishima, supo que la idea fue de él y, de alguna forma, acabaron acordando que el piso de Todoroki era el mejor sitio para hacer una quedada el día antes al regreso de clases

El problema es que el piso de Todoroki, a pesar de estar en un lugar carísimo no era demasiado grande, por lo que los zapatos en la entrada quedaron apilados unos sobre otros y las chaquetas húmedas por la lluvia, las amontonaron en la percha de la entrada.

Al menos, era la primera vez que su apartamento rebosaba vida.

Todoroki-kun ¡tu piso es muy aburrido! —exclamó Mina, saludando a todas las personas de besos y abrazos—. Por cómo nos lo pintó Katsuki, creí que al menos tenías una sala de cine.

Shoto se volteó a Katsuki, quien fue el último en llegar y traía otro set de cervezas.

—¿De verdad le dijiste que tengo un cine?

—¿No es así? —preguntó Bakugou, dejando las cervezas en la cocina y alzando la mano para saludar a todos—. ¿Dónde está el jacuzzi? En todas las casas de millonarios hay un jacuzzi.

Shoto frunció el cejo. Ni siquiera tenía sofá y Katsuki le exigía tener jacuzzi.

—Este lugar es surrealista —dijo Kirishima viendo afuera—. Conté diecisiete autos deportivos y cuando subimos vimos a la mujer de las noticias ¿verdad?

Mina se encogió de hombros—. Pero no es tan bonita como en la tele.

Momo soltó una recatada risa y Shoto la miró inquisidor, a lo que desvió la mirada. Ella también vivía en un apartamento lujoso, pero parecía que a nadie le importaba ese detalle.

Shoto se vio en la necesidad de encender el aire acondicionado del suelo, para que sus amigos se sentaran y Kitty fue la primera en extenderse en el piso, cerca de las chicas para recibir atención.

Sero, que además de la comida, trajo un parlante pequeño, que le entregó a Uraraka, quedando como la encargada de poner cuanta música de Taylor Swift fuera posible.

El grupo, acabó por acomodar un par de cajas a modo de mesa, y nadie se hizo problema a la hora de sentarse en el suelo.

—No sé si eres tacaño o perezoso —acusó Bakugou—. Si no comes en una mesa ¿Dónde lo haces?

Todoroki se sonrojó con levedad.

—Lo hago en la uni, en la cama o trabajando. Las mesas están sobrevaloradas.

—Y los sofás, las sillas, la tele... los jacuzzis.

—¡Lamento no ser el prototipo de niño rico que buscabas! ¿¡Vale!?

Katsuki soltó una risa victoriosa al haber hecho molestar de una vez por todas al imperturbable Shoto; se sentó en el piso y le señaló el espacio libre al lado, donde se acomodó con los brazos cruzados.

Si hubiesen sido adolescentes, de seguro que se pondrían a jugar cualquier bobería para matar el tiempo, como la botella o charadas, pero en ese minuto lo único que querían era hablar de cualquier estupidez mientras bebían; las risas eran opcionales.

¡Esto NO es Un Fanfiction! (TodoBaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora