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Me desperté a las 8:00 a.m —como casi todos los días— para arreglarme y volver con mí trabajo. Nay no sabía que había vuelto todavía, no se lo dije, no se lo había comentado a casi nadie. Así que iría a la empresa por mi cuenta sin decirle nada. Traté de llegar primero que ella pero cuando llegue allá, mí amiga ya estaba ahí hablando con Rose junto a Lisa.

— Hola — las saludé cuando apenas llegué, con una sonrisa. Todas se dieron vuelta para mirarme, la primera en acercarse a mi fue Nay para darme un fuerte abrazo.

— T/N, te extrañé — murmuró en mí oído.

— Hola, y yo también te extrañé — correspondí su abrazó y ambas soltamos una risa.

— ¿Como estas? — preguntaron las otras chicas. Se acercaron a mí y también me abrazaron. Seguro que el CEO les habrá contado algo de mí situación allá en Busan.

— Todo bien — respondí, feliz de volver y empezar con las prácticas.

— Chicas — entró el CEO por la puerta.

— Hola — lo saludé e hice una leve inclinación.

— T/N — me miró sonriente.

— Volví, como lo prometí~ —dije sonriente.

— ¡Que bueno! — exclamó y carraspeó — Espero que ese hayan podido resolver esos problemas — dijo.

— Sí, calro — sonrío.

(...)

— ¿Por que te fuiste tanto tiempo? —preguntó Nay, ya en el camino vuelta a casa.

— Mis padres me llamaron, diciendo que me necesitaban para su empresa. Pero me mintieron, querían que me casé con un chico que no conocía — le expliqué y me encogí de hombros al final.

—¿Y si vuelven? —preguntó, me miró un poco asustada.

Jamás me había puesto a pensar en eso, ella tenía razón, ¿que iba a pasar si mis padres volvían a buscar? Tenía que tener esa opción ya lista y pensada en mí cabeza, pero jamás se había pasado por la cabeza.

—No saben donde estoy—respondí tranquilamente, pero también un poco asustada. ¿Como ellos no iban a saber dónde estaba? No tenía a otro lugar que ir que no sea Seúl.

Las dos seguimos caminando con destinos a casa. Ella me contaba varios hechos que pasaron mientras yo no estuve y yo le conté todo lo que había pasado en Busán, además de mí anterior compromiso con Wonho. Pasamos por la casa de Nay, ella me saludó con una abrazo y me dijo que después de las prácticas teníamos que juntamos para mantenernos al día mientras desayunábamos. Después de eso, seguí mí camino a casa. 

— Hola — saludé cuando entré a casa. Dejé mí bolso en el sofá y caminé hacia la cocina, de dónde salía un rico olor a comida.

— Hola — Jin se asomó por la puerta de la cocina para verme y volvió a entrar cuando vió que yo estaba yendo hacia él.

— ¿Que haces? — pregunté.

— La comida para los dos — respondió concentrado en su trabajo.

— Tienes que enseñarme a cocinar — me puse detrás de él y abracé su cintura y —con demasiado esfuerzo— logré poner mí mentón en su hombro.

—Ya era hora de que me lo pidieras. Corazón, cuando yo ya no esté tendrás que cocinar para nuestro hijos — soltó una risa.

— Cariño, no me digas eso — hice un puchero.

—¿Como te fue?—preguntó, cambiando de tema.

—Muy bien, las chicas y el CEO se pusieron felices de haberme visto — conté y dejé un beso en su nuca antes de volver a apoyar mí cabeza en su hombro, otra vez —¿Wonho e Irene?—pregunté.

— Me dijeron que salieron a ver unos departamentos cerca de aquí — respondió.

—Esta bien — asentí.

—Esta noche vendrán los chicos con la chicas, ellos me dijeron que estaban emocionados por verte — dijo, se dio vuelta y me rodeó con sus brazos.

— Ya los extrañaba — hice otro puchero. 

— ¿Mas que a mi? — preguntó.

— Sí, no te imaginas — respondí sarcásticamente.

— ¿En serio? — preguntó, con una ceja alzada.

— Tu sabes que te extrañe más a ti — dije, dejé un sonoro beso en su mejilla.

(...)

La noche ya había llegado —el día se los había pasado rápido—, y Jin y yo estábamos preparando las últimas cosas que faltaban para que venga los chicos y la chicas a pasar la noche juntos.

— ¿No falta nada más? — pregunté mirando a mi alrededor. Todo estaba listo y parecía que no faltaba nada. Si no es así, el supermercado está demasiado cerca de aquí.

— No, supongo — contestó Jin.

— Ire a cambiarme — avisé, entrando a la casa desde el patio.

Luego de cambiarnos de ropa, bajamos otra vez a la planta baja de la casa, viendo como el patio estaba lleno de luces y una mesa grande donde entrabamos todos y estaba llena de comida y, al lado, había una pequeña heladera llena de cerveza. Después de un rato de esperar a que nuestros amigos vengan, el timbre empezó a sonar. Le avisé a Jin que yo iría abrir la puerta y él asintió.

— ¡T/N! — exclamó J Hope, con yan sonrisa. Se acercó a mi rápidamente para darme un fuerte abrazo.

— ¡Hola! — acepté su abrazo sonriendo.

El resto de los chicos pasaron y todos me saludaron con un abrazo y con bonitas palabras de bienvenida. Todos pasamos hacía el patio, que ahí era en donde los esperaba Jin.

La noche pasó entre risas, chistes y anécdotas que contaban todos ellos. En los dos meses… wow, habían sido dos mese ya… que había pasado fuera de Seúl, jamás me había reído tanto como lo hacía con todo ellos. Los extrañaba mucho, extrañaba que estemos así todos juntos.

Wonho me había avisado que llegaría un poco tarde a casa porque salió a venir con Irene e irían a recorrer un par de lugares de por aquí.

Editado: 20/02/2021.

Jin y Tu→ #2 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora