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Dedicado a mi XXTHESWAGQUEENXX mi preciosa Tony, espero alegrarte algo. Sabes que te adoro bebé.

🐰♡🐱

La mañana brillaba, derramando su calor lejano en aquel bosque bañado en el rocío mañanero, donde un pequeño conejito, un oso pequeño, un gato montés, un gato domestico y una zorrita roja, jugaban a sus anchas. El conejito estaba siendo perseguido por el pequeño gatito de pelaje gris, mientras que el oso se degustaba con los ronroneos bajos que daba el gato montés, el cual era devastadoramente hermoso. Dalsu, en su forma animal, los vigilaba en tanto jugaba con ellos, pendiente del entorno y los posibles peligros. No debían ser más de las ocho de la mañana de un indudable día de otoño, pero los menores ni sentían el frio.

A lo lejos se escuchó un pequeño disturbio de cascos resonando. La omega alzó las orejas, al igual que todos los animalitos se reunieron detrás de ella, como había ordenado en caso de que alguien se acercara.

Preparándose para defender a los cachorros, Dalsu estaba lista, pero cuando de entre los árboles provino un aroma conocido, se relajó notablemente. Un ciervo macho con grandes astas, un potrillo castaño y un esplendoroso león de montaña, aparecieron.

Namjoon, quien ya había reconocido el aroma, salió de las espaldas de la omega y se acercó contentó hasta donde su padre, el puma, lo esperaba. Era grande y hermoso, con una enorme cola y ojos color verde, lamió la cara de su hijo, haciendo los sonidos propios para arrullar a su cachorro.

Dalsu calmó a los cachorros, indicándoles que siguieran jugando. Todos se acercaron al potrillo, quien, con pasos cuidadosos, se unió en el juego de perseguir a Jin, el gato montés.

Dalsu se fue detrás de un árbol por un breve minuto, volviendo en su forma humana, envuelta en un suave kimono que cubría su desnudes.

-Señor Kim, señor Jung. -ella les saludó -¡Es bueno que se unieran a nosotros! ¿se quedarán? -el puma, quien la miraba fijamente, asintió, sin embargo, el ciervo negó y observó a su hijo, quien en ese momento olfateaba al conejito, quien estaba alzado en sus dos patitas, devolviendo el gesto. El osito pardo salió corriendo cuando supo que su padre alfa se quedaría en el bosque con ellos, volviendo a sus juegos -En ese caso, no se preocupe señor Jung, sabe que cuidamos a Hoseok como si fuera mío. -el gran ciervo asintió de forma reverente, tan elegante como era típico en su especie -a eso de las nueve y treinta estaremos de vuelta en la mansión Min. Lo más seguro es que les de un baño y una buena merienda a los niños, si quiere venir por Hoseok que sea después de las diez ¿si? -volviendo e asentir el ciervo miró a su hijo, quien alzó las ojeritas en atención, trotó hasta su padre, sabiendo que este le necesitaba, pues entre los animales de una familia o en una pareja, había una conexión inigualable. Potrillo y ciervo se despidieron son suaves toques de sus cabezas, el menor relinchó y lo que pareció una sonrisa se plasmó en el rostro del ciervo.

Una vez que solo quedó Dalsu y Sunhee en su forma de puma, se instauró el silencio, el cual era roto por los ruidos de juegos que provocaban los cachorros.

Dalsu suspiró y tiritó brevemente, pues un kimono no era ni de cerca tan bueno como su grueso pelaje de zorro. El puma al darse cuenta la observó fijamente e hizo el llamado para que cambiara a su forma animal. Ella sonrió con vergüenza al verse descubierta. El alfa, convenientemente, se volvió y se concentró en los niños, dando la privacidad para que la mujer se quitara la ropa y transmutara.

Dalsu se volvió a acercar a Sunhee y tocó con un pata la del puma, en un signo de agradecimiento. El alfa hizo un pequeño sonidito, antes de tratar de volver a enfocarse los cachorros, sin embargo, cada tanto se volvía hasta la zorrita de pelaje cobrizo e increíbles ojos. Se decía que era imposible que tu belleza humana se compartiera con la de tu animal, que cada uno era tajantemente diferente, sin embargo, la omega mantenía esa estela de suave belleza, dejando al alfa algo embobado, por lo que se sobresaltó cuando Dalsu gruñó e hizo un ruido de reprimenda cuando el gatito gris que era Yoongi, subía a punta de arañazos por la pierna de Hoseok, quien lanzaba pequeños relinchidos de dolor. Sunhee se apresuró a avanzar y tomar al pequeño gato desde la piel detrás del cuello, ya que había avanzado hasta casi llegar al comienzo de la pierna de Hoseok, Dalsu no alcanzaría a sacarlo por ella misma.

私たちの運命 《Omegaverse -YM》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora