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🐰♡🐱

Yoongi observaba hacia afuera, donde un día gris se extendía hasta el infinito. La lluvia comenzaba a caer, fina, suave, tenue, pero que empapaba como ninguna otra.

Vio la puerta del auto cerrar y tomar la rotonda en torno a la gran fuente de agua antes de avanzar hasta perderse de vista. Apenas habían estado un mes y medio en casa junto a Yoongi, para volver a irse sin una fecha segura de retorno.

-Adiós...-el niño no lloró, solo sintió vacío extenderse por su pequeño cuerpo. Un frio vacío que le hizo tiritar.

Era pleno invierno y la calefacción estaba en su máximo, manteniendo la gran mansión tibia, sin embargo, ese lugar no gritaba hogareño por ninguna parte. Mucho menos para un niño de seis que observaba a sus padres irse, apenas despidiéndose con un:

"No desobedezcas, no flaquees, se un Min."

La suave llovizna se convirtió en una lluvia fuerte y desatada.

-Yoongi, cariño ven, te hice un chocolate. -Dalsu llegó junto a SunHee, el mecánico quien había pasado a la mansión a tomar una merienda, se agachó y sin decir nada tomó a Yoongi en sus fuertes brazos. La omega se asustó, esperando una pataleta, sin embargo, el gatito estaba tan triste que solamente se aferró al alfa.

-Vamos, cachorro.

Los tres llegaron a la cocina, donde esperaban Jimin, Namjoon y Seokjin.

El conejito se bajó de su asiento y esperó a que SunHee dejará al menor por sus propios pies antes de ir y tomar su mano. Yoongi le observó, sus ojos recién en ese momento se aguaron. Jimin, sin decir nada, lo guió hasta un puesto en la mesa.

-Mami pepaló chocolate y pastel. -Yoongi derramaba lágrimas silenciosas. La manito de Jimin en la suya calentaba algo de su helado interior.

-Yo...yo estuve pensando...-Namjoon habló mientras servían la ración de pastel de fresas de Yoongi, su preferido.

-¿Cuál? -Seokjin sacó una servilleta y se la tendió a Yoongi, quien se secó las lágrimas y se sonó la nariz. Jimin, al darse cuenta, le quitó el papel y comenzó a limpiar él a "su señio Yoonie", pidiendo más servilletas al gatito montes.

-Joon ¿Cuál idea tenías? -preguntó Seokjin.

-¿Ah? Sí, si...pudiéramos...ya le pregunté a Pá. -el puma alzó su taza de café. Dalsu y el alfa estaban a un lado de la mesa, tomando café y observando a los menores -Que hagamos una super fiesta de pijamada en mi casa. En mi otra ciudad fui a algunas...aquí sería bueno poder hacerla ¿no? Así Yoongi ya no está tan triste.

Yoongi tomó de nuevo la manito de Jimin, a quien no le importaba no poder comer correctamente, embarrándose más de lo común al usar su izquierda.

-Mami ¿Qué es piama...eso? -preguntó antes de tomar un pedazo de pastel y comerlo.

Yoongi ya no lloraba, tampoco tenía vergüenza, pues nadie había hecho un escándalo sobre él llorando.

-Es cuando te juntas con tus amigos y pasan la noche viendo películas y comiendo golosinas. -respondió la omega.

-Yo...tendría que preguntarle a mi padre. -comentó Seokjin, sin embargo, sus orejitas estaban caídas, al igual que sus hombros.

Namjoon hizo una mueca al pensar en Ricky, el mayordomo quien, si bien, era amable y encubría al señor Yoongi, era bastante mezquino con los permisos de su hijo.

-Yo me encargo de eso, Jinnie. -le dijo Dalsu, antes de guiñarle el ojo.

-¿Lo haría Noona? -preguntó con esperanza, provocando que sus orejitas volvieran a la vida, alzándose por sobre su cabello rubio ceniza.

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⏰ Última actualización: Jul 17, 2021 ⏰

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