•Obsesión Enfermiza• J©

•CAPITULO 12•

Había terminado de hacer mi tarea, justamente ahora me aseguraba que mis ventanas estuvieran cerradas ya que iba a la casa de Fernanda. Mientras bajo las escaleras me pongo a pensar en el tipo que vive en la casa de enfrente, no sabía cuál era su nombre pero su comportamiento de engreído, y grosero hace que comience a odiarlo. No quiero imaginar lo que su familia sufre para convivir con el.

Salgo de casa y cierro la puerta comienzó a caminar unos cuantos pasos a la casa de enfrente, las calles se veían desoladas y solo las compañaban los faros de luz.

Toco ligeramente la puerta cuando llegó a la entrada y espero unos cuantos segundos quedo helada en cuanto veo a la persona que me abrió la puerta.

El me mira de arriba hacia bajo, esperando a que diga algo pero de mi boca no sale nada así que el decide hablar.

-¿Se te perdió algo?-pregunta serio y se recarga en la puerta cruzándose de brazos.

-¿Tú- tu_her-m-a-na está?-pregunto un tanto nerviosa ya que me hace sentir incómoda.

-Ella no está, puedes regresar por dónde veniste- dice de manera grosera y está dispuesto a cerrar la puerta en mi cara, pero una voz lo detiene.

-Hey Jos que crees que haces, por qué le estás cerrando la puerta a mi amiga- habla molesta Fernanda y lo empuja ella sale y me invita a pasar

-Ella ya se iba- dice y tiene su mirada sobre mí

-¿Eso es verdad?- Fernanda me pregunta confusa y comienzó a tartamudear.

- yo es qué- la miro nerviosa.

-Me iré a mi habitación- responde el antes que yo, sin decir una palabra más se va de la entrada y nos deja a nosotras solas .

- Ahh disculpa el comportamiento de mi hermano, pero sabes no le hagas caso- comienza a hablar Fernanda algo apenada y subimos las escaleras de su casa y entramos a su habitación.

- Esta bien no tienes que disculparte- digo como si nada hubiera pasado y hecho un vistazo a la habitación.

- Bueno bienvenida mi habitación espero te sientas cómoda- dice y asiento me dedico por un rato en mirar sus cosas.

Después nos la pasamos charlado de diferentes temas tanto que no nos dimos cuenta que ya era un poco tarde y mañana teníamos instituto, así que me despedí de Fernanda y agradecí no toparme con su hermano.

Cuando entró a casa, subo a mi habitación como siempre me cambio de ropa por una más cómoda, y lavo mi rostro.

El día me había dejado muy agotada, solo esperaba que los demás días no sea así.

Ya lista entro a mi alcoba y me acomodo dejo que el sueño me gane.....

Miraba a mi alrededor con detalle un poco confundida pues no sabía dónde me encontraba solo había muchos árboles que tapaban las vista de lo demás se trataba de un bosque al parecer desolado, no había una sola persona aparte de yo, decidí caminar para encontrar una salida, comenzaba a sentir mucho frío levanto la mirada con la esperanza de salir de ese bosque pero el cielo se ponía gris y después veía las pequeñas gotas de agua el cual se volvió tormenta.

Corria buscando refugio pronto pero tropecé sin darme cuenta, me había pegado con una piedra, y se había roto mi pierna.

Cansada y rendida me quedé ahí bajo la lluvia poco a poco perdía el conocimiento y mis ojos de entre cerraban, y logro ver alguien acercarse corriendo hacía dónde me encontraba.

No lograba ver bien al sujeto, pues el dolor es insoportable en mi pierna y el me toma del rostro pero mis ojos comienza a cerrarse, siento que me cubre con algo para lidar con el frío y entonces me levanta y me toma entre sus brazos. Solo escucho susurros de parte de el que no logro entender cuando lo siento caminar y deposita un beso en mi cien.

Despierto agitada con mi respiración acelerada y mi corazón latiendo fuerte, alguien por mi ventana se encontraba parado y me observa desde lejos

Decidió salirme de mi habitación a todo velocidad y tocar la habitación de mamá que se encuentra enfrente de la mía.

Desesperada me le digo que alguien entro a la casa y a mí habitación