Hoy era la primera visita que él me haría. A lo lejos pude ver su cabello castaño oscuro y en su cara venía una bella sonrisa mostrando casi toda su dentadura.
──Hola.─me saludo alegre y me entrego el ramo de flores que me había prometido llevar el primer día que me visitaría.
Me miró sonrojado y continuo hablando.──Perdón, si te traje rosas pero es que no sabía que te gustaba.
Rió nervioso.
──Me gustan pero...─vi sus labios entre abrirse decepcionado─no te preocupes, me encantan las rosas.
Él sonrió y empezo a contarme sobre que pensaba hacer con el nuevo proyecto que su jefe planeaba desarrollar está semana. Sus ojos brillaban de la excitación que el tema le provocaba y hablaba con entusiasmo, se notaba que amaba su trabajo.
El trabaja con aeronaves, él creaba los diseños y su jefe los mandaba a hacer. Él dice que cada día la competencia entre trabajadores se volvía más difícil aún.
Cuando estaba apunto de terminar su explicación mis ojos se cerraron metiéndome en un sueño profundo y oscuro.