Fue la misma rutina de siempre risas y unos cuantos golpes. (Recibidos por él.)
Toqué su hombro.─¿Ya me amas?
El negó.─Aún no, yo te quiero.
Asentí y seguí pintando el dibujo que el me había regalado.
Él me dijo que tenía una idea y desapareció del area de visitas.
Mordí mi labio y sentí las ganas de llorar, un nudo se formó en mi garganta, mi vista se volvió borrosa y sentí esas gotitas caer por mis mejillas.
Molesta conmigo misma me limpie las lágrimas con brusquedad y mire el suelo. ──Mira, Brave, el volverá y tú lo sabes. Tú nombre significa valiente y sabes que lo eres, así que respira.
Respiré hondo y volví a levantar la vista cuando la levante me encontré con la castaña mirada de mí chico.
──¿Porque lloras, Brave?
──Jajaja, nada... Entonces, ¿cual es tú idea, señor ideas andantes?
──Ya...─me miro serio y se agacho a la altura de mis rodillas.─No me gusta ver a las chicas llorar especialmente tú, amor.
Mi corazón dio un vuelco y sonreí sin querer, me dijo amor.
──¿De que te ríes?
──¡Te amo! ¡Te adoro!─lo abrace olvidando todo a mi alrededor.─De eso me rió, de lo afortunada que soy por tenerte.