Empuje el cuerpo de Alex provocando que cayera en la piscina de su jardín secreto. Tristan se rió pero no duro mucho su risa ya que lo tire también.
──Ja Ja Ja, ríete.─mascullo Alex haciéndome muecas, me quite la camisa y el short quedando en ropa interior. Me tiré en la piscina y le baje los pantalones a ambos.
──Brave, ¿que rayos te pasa?─rió Tristan.
──¿Que me pasa? ¡Te diré que me pasa! Lo que me pasa es que estoy teniendo la mejor tarde de mi vida con las personas que mas amo.─salte encima de Tristan y lo bese con toda mis ganas, rodeé su cintura con mis piernas y lo estruje.
──Calientes.─tosió Alex provocando que yo rompiera el beso. Mi risa inundo todo el jardín y después las risas de ellos también se envolvieron con la mía.
──Bueeeno, ¿vemos una peli?─propuse.
──Uh, no, nena. Tu y yo tendremos una cita.─sonrió Tristan, sus manos agarraron mi cintura y acerco mi cuerpo al de él.
──¿Verdad que si? Dejen al japones solo. Si, si, si. ¡Perfecto!─irónizo Alex.
──Te amamos, Alex.─respondí.
──Mueranse, tontos gringos.─expreso Alex, sentí un pinchazo en mi pecho y abrace con más fuerza a Tristan.
──Alex, cierra tu maldita boca.─lo amenazó. Chille.
──¿Que paso, Brave?─se acerco Alex a nosotros preocupado.─¿Fue por mi culpa?
──Eso ni dudarlo.─contestó Tristan sin pudor, le mande una mirada asesina y le dedique una sonrisa a Alex.
──No, Alex. Para nada.─lo tranquilice. Alex era muy sentimental especialmente con temas relacionados conmigo y mi enfermedad. Me aleje de Tristan y de Alex, me agarre de los bordes de la piscina y subí mi cuerpo a la superficie.
Debajo de mis pies el suelo se sentía acogedor, la planta de mis pies estaba fría y el suelo estaba caliente.
──Entonces, Brave, ¿iremos a la cita?
Sonreí y gire sobre mis talones.──Por supuesto, cielo.