Los juegos del amor.

Capitulo 6: Casa.

(Pov Ian)

No sé lo que paso por la cabeza de Daenerys, después de que tuviéramos esa plática ella parecía perdida en sus pensamientos y tenía una expresión soñadora, estaba pensando en algo, ¿Pero en qué?, de verdad seria el hombre más feliz del mundo si ese algo fuera yo, y sé que tal vez nunca la tendré a mi lado, seguramente tiene filas y filas de pretendientes, pero me gustaría que su mundo empiece y acabe conmigo.

Tal vez ella sienta lo mismo ¿No crees?

Sinceramente no lo creo, seria un sueño que fuera así, pero solo eso, un sueño.

Y ¿De verdad no crees que sea ella?

No, bueno, la verdad no lo sé, han pasado ya ocho años y estoy seguro de que ella no lo recordaría, como desearía no haberme ido de aquella fiesta sin saber tan siquiera su nombre.

Bueno, tú fuiste la bestia que la beso, no sé qué pensabas para hacer esa salvajada, ella tenía novio.

Sí, pero yo no lo sabía.

No, pero en vez de hacer algo, como dar la cara por ella, te fuiste, cuando viste que su novio empezó a blasfemar solo huiste como un cobarde.

No soy un cobarde, el sí lo fue, ni siquiera dejo que ella le explicara lo que había pasado, además no sé por qué peleo contigo, no estamos seguros de que sea ella.

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Hoy es lunes, y por primera vez en 31 años no quiero ir a trabajar y no es porque no quiera levantarme o porque no me gusta mi trabajo, sino que Daenerys entra hoy a trabajar, aunque parezca un crio, debo de admitir que estoy atraído por ella, no es que se me acelere el corazón cuando ella está cerca, sino todo lo contrario, con ella me siento en calma, tranquilo, estando a su lado no necesito nada más.

Una vez leí en una revista que mi hermana tenía en su casa la siguiente frase: "Cuando amas no se supone que tengas que temblar, que sientas guerras dentro de ti, que te sientas intranquilo al estar al lado de esa persona, se supone que te sientas seguro, tranquilo, calmado, en casa".

Tiene mucho tiempo que no me siento en casa, exactamente dos años, cuando mi madre murió, desde ese momento no me siento a gusto en algún lugar, no pudo estar en mi departamento porque me siento solo, no puedo ir a casa de mi hermana porque no me siento parte de la familia, no puedo ir a la que era la casa de mis padres porque en vez de calmarme me pongo inquieto, el dolor regresa y entonces no puedo soportarlo, tiene mucho tiempo que no tengo una casa.

Al llegar al trabajo voy directamente a mi oficina, no quiero ver a nadie porque me he puesto sentimental y no me gustaría que alguien me vea en este estado, la única que alguna vez me vio llorar fue mi madre y no lo hacía muy seguido, cierro la puerta y me tumbo en el sofá, y entonces, dejo salir todo lo que llevo dentro y lloro, lloro como nunca lo he hecho porque me doy cuenta de que no tengo un lugar, no tengo una casa, de repente estuco que la puerta se abre, trato de reprimir las lágrimas pero no puedo, por más que lo intente, no puedo, alguien se acerca, pero con la cortina de lágrimas no puedo ver quien es, distingo una figura femenina, pero es todo lo que puedo ver, me levanto del sofá para poder secarme estas lágrimas y que ella no las note, me dirijo hacia el ventanal que da a la ciudad, trato algunos minutos en calmarme, cuando por fin lo consigo me doy vuelta y me sorprendo al ver quien es la persona que entro.

-Señor Payne, yo, yo lo siento mucho, no sé porque he entrado sin tocar yo...-Ella se calla,, creo que aún no asimila que me acaba de ver llorando, pero entonces hace algo que no pensé que fuera a hacer, se acerca con paso lento hacia mí aun con sus carpetas en el brazo, al pasar por el escritorio deja las carpetas y todo es tan rápido que cuando me doy cuenta, estoy abrazándola por segunda vez y entonces me doy cuenta de algo, me siento seguro, tranquilo.

Me siento en casa.