Los juegos del amor.

Capítulo 14: Be my girlfriend.

(Pov Ian)

He llegado hace 2 horas a el restaurante en el que se realizara la fiesta, cada año Vladimir escoge un lugar diferente, el año pasado la hizo en un famoso pub de la ciudad y el antepasado la realizo en el hotel Olimpyc, cuando se trata de fiestas Vladimir no escatima en gastos, lo bueno de todo este asunto es que, somos billonarios, de lo contario, todas las propiedades que tenemos serian hipotecadas, ya que las fiestas y los gastos que conllevan son totalmente pagados por nosotros, Vladimir está hablando con una de las camareras, al parecer le está dando las ultimas especificaciones antes de que velada de inicio, por la forma en que sonríe muchos dirían que le está coqueteando pero según él, esa es su sonrisa encantadora, la que utiliza para que todos cedan en lo que él quiere, estúpido, lo sé, pero es un egocéntrico de lo peor, su ego es más grande que el Burj Khalija de Dubái, no sé cómo su pobre novia aguanta a ese hombre tan carente de humildad, aunque puede ser que sea porque cuando esta con ella es completamente diferente, es sumiso.

Poco a poco los invitados – trabajadores y accionistas de la empresa – empiezan a llegar, algunos vienen con sus familias, otros vienen solos y algunos, como yo, están esperando dentro a que llegue su acompañante, para ser sincero estoy nervioso, no sé si la reconoceré, y no sé si ella me reconocerá a mí, he optado por usar una túnica larga hasta las rodillas de color rojo vino, con estampado de color dorado, con un cinto de cuero negro y ancho a la altura del ombligo, pantalón de gabardina negro debajo y unas botas altas al más puro estilo Joffrey Baratheon, me siento ridículo utilizando esto, pero Vladimir ha insistido en que me veo bien, claro, él no está usando una túnica, se disfrazó de pirata al estilo Jack Sparrow, obviamente se ve mejor que yo.

-¡Payne! – Volteo para ver quien me ha llamado.

- Thane, cuanto tiempo sin vernos, ¿Cómo va el mundo de las fusiones y adquisiciones? – Estefan es uno de los empresarios más jóvenes que conozco y es un accionista minoritario de la empresa, tiene pocas acciones pero un gran futuro.

- Bien, un poco aburrido pero bueno, ambos sabemos lo tedioso que puede llegar a resultar esto.

- Tienes razón, suele ser muy fatigoso – Estefan se ha quedado pasmado, así que volteo para ver la razón de su estupefacción y entonces me quedo de la misma manera, por la entrada del restaurante va bajando Daenerys, se ve impresionante, soberbia, elegante, veo que busca a alguien entre la multitud y de repente me ve, me sonríe y se dirige hacia donde estoy, seguramente en este momento debo parecer un idiota por quedármele viendo de esa manera pero es que no puedo evitarlo, cuando llega a mi lado le sonrió de manera inevitable.

 (Pov Daenerys)

-Te ves hermosa -  me dice y me ruborizo, él se ve increíblemente guapo con su túnica, al parecer hemos pensado en lo mismo y parecemos sacados de un libro de George R. R. Martin.

- Tu también te ves muy guapo – tal vez no es la mejor forma de dirigirte a tu jefe, pero, me gusta y en este momento me importa muy poco que sea mi jefe.

- ¿Quieres bailar? – asiento con la cabeza, anonadada por la situación, siento como si fuese un sueño, tanto por la ropa que utilizamos como por la música que está sonando.

(Pov Ian)

Le tiendo la mano y la llevo a la pista, mientras caminamos de la mano, no puedo evitar pensar que es muy oportuna la canción que suena por los altavoces, “Pretty Woman”, la canción no está hecha para un baile lento, pero es mejor así, mas contacto del que ahora tenemos resultaría imposible de soportar, apenas puedo mantenerme estable sin abalanzarme sobre sus labios de manera salvaje y besarla locamente hasta que pierda el sentido, bailamos al ritmo de la canción, ninguno de los dos sabemos bailar de manera correcta y nos reímos de nuestros propios pasos, me encanta verla sonreír, se ve realmente hermosa, como si nada le importará, en ese momento me doy cuenta de que es la única mujer con la que pasaría toda la vida, la única que podría atarme para no soltarme jamás.

Cuando la canción se acaba salimos de la pista jadeando por el esfuerzo, nos dirigimos a la barra de bebidas y tomamos dos copas de whisky, la volteo a ver y esboza una sonrisa.

-Somos unos pésimos bailarines – y suelta una carcajada al igual que yo.

- Definitivamente moriríamos de hambre si nos dedicáramos al baile.

- Absolutamente.

- Ven, quiero presentarte a alguien - dejamos nuestras copas en la mesa y nos dirigimos a donde estaba hace unos momentos charlando con Estefan. Cuando llego con este le doy un toque en el hombro.

- Estefan quiero presentarte a alguien – inmediatamente me sonríe, volteo hacia Daenerys y la presento – Esta es Daenerys Rose, mi administradora -  y me vuelvo hacia Estefan – él es Estefan Thane un amigo y accionista de la empresa – volteo a ver a ambos y Estefan parece petrificado, impactado, Daenerys por su parte luce una mueca de disgusto, como si hubiera recordado algo sumamente desagradable.

- Un gusto – responde mordazmente Daenerys, Estefan solo da un movimiento de cabeza, Dany se vuelve hacia mí y me susurra al oído - ¿Podemos irnos? – le sonrió de forma tranquilizadora y me despido de Estefan al igual que ella.

- Supongo que ustedes dos se conocían de algo – solo asiente, la miro y me decido a decirle lo que he querido decirle desde el momento en que la vi – Daenerys, tal vez creas que esto es algo apresurado dado que nos conocemos hace poco, pero no puedo ocultar más mis sentimientos, he luchado en vano y no puedo contenerme, desde el momento en que entraste por mi despacho supe que quería algo más contigo.

>>Sé que esto es muy apresurado y tal vez no sientas lo mismo, pero necesito decírtelo, te quiero – da un respingo  por la sorpresa –, te quiero y quiero hacerte una propuesta, tal vez no funcione pero quiero intentarlo, comprendería si dices que no, pero antes escúchame, Daenerys Rose, ¿Quisieras ser mi novia? – me callo esperando su respuesta, parece anonadada y puedo ver un brillo en sus ojos y grita:

-¡Sí! ¡Si quiero ser tu novia! – inmediatamente la cojo en volandas y giramos juntos, mientras reímos como dos tontos enamorados, la dejo en el piso y hago lo que he esperado hacer por tanto tiempo.

La beso.

De forma dulce, cariñosa, nada apasionado por que no quiero apresurar mas las cosa, sus labios saben dulces y con suaves como trozos de algodón y encajan perfectamente en los míos, como si estuviésemos hechos el uno para el otro y en ese momento me siento el hombre más feliz de mundo.