Embriagador Deseo || Christopher Vélez || ADAPTACIÓN

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RANKING : #2 en Atracción.

Holaa Niñas!...Lamento mucho el no actualizar hace meses pero , me han robado el móvil y he perdido todas mis cuentas; ahora que tuve la posibilidad de recuperar la de ésta app intentaré actualizar de forma alterna.

Mil disculpas! :)

Aquí les dejo la continuación del capítulo anterior , espero que les guste como a mi. <3

RECORDATORIO / ADVERTENCIA

Ésta historia/ novela es de lenguaje brusco y explícito , contenido adulto, escenas  sexuales y entre otros, por lo cual debes leer bajo tu propia responsabilidad.

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La semana transcurrió tranquilamente, ninguno de los que solían ser sus amigos se decidió por ir a buscarla y lo agradecía muchísimo. No quería ver sus rostros nuevamente con esos gestos de tristeza. A Sasha la encontró en varias ocasiones en las que la morena sólo se dedicaba a observarla por unos segundos y luego apartar la mirada, ella se sentía complacida con esa reacción. Ryan, por otro lado, no había vuelto a buscarla y eso... eso estaba preeminente.

No quería ni tenía que llevar esa misma conversación sobre quién había tenido la culpa y las continuas súplicas para volver a estar juntos.

Sin embargo, algo que Samantha comenzó a entender era que Christopher no la llamaría. Las esperanzas comenzaron a ser cada vez más escasas, el jueves entendió que parecía una completa estúpida esperando para que le hablara. Si quería y lo hacía, estaba bien y si no también, ella no iba a rogar por un poco de atención y tampoco necesitaba hacerlo.

Se estiró observando el reloj de la pared. Faltaban menos de diez minutos para que la clase de Geografía Política finalizara, no era que exactamente que la clase le aburriera, todo lo contrario, le encantaba, no obstante, prestar atención con todo lo que tenía en mente era un poco complicado, pero se esforzaba, después de todo era su sueño.

Recién estaba cursando el primer semestre y no lo cambiaría por nada. En cuanto el profesor un hombre muy adulto y amable, les indicó que podían irse, todos comenzaron a recoger sus pertenencias y a abandonar el salón.

- Hola, eres Samantha, ¿no? - Un muchacho de altura considerada y de tez morena la observaba, con su mochila colgando de un lado.

- Sí, soy yo - Terminaba de organizar sus cosas mientras lo detallaba. Sabía quién era él pues compartían dos asignaturas. - ¿Qué necesitas, Joel?

- Oh...bueno, la verdad es que falte a la última clase de Revoluciones y me preguntaba si podrías ponerme al día - Sam enarcó una ceja y no pudo evitar que un esbozo de sonrisa se colara.

- Eres pésimo mintiendo - Él la observó con las cejas enarcadas, gesto que ella correspondió sonriendo. - No tienes que inventar cosas, no muerdo.

- ¿Se notó tanto? - Samantha rió sin poder controlarlo mientras que él se rascaba la cabeza observándola.

- Bastante, pero me caíste bien, ¿Quieres ir a tomar algo en la cafetería? Yo invito - El moreno la observó con una sonrisa adornando su rostro. Era atractivo, mucho más si sonreía, pero no era su tipo, aunque nada perdía con conocerlo.

- No podría negarme.

En cuanto terminaron lo que habían pedido, Samantha le dictó su número para quedar y se despidieron con confianza. La verdad era que había sido agradable, él era simpático y muy de su estilo; parecía no tener filtro al hablar y tenía esa chispa de humor que más le maravillaba en una persona.