Capítulo 9: Curiosidad.

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Capítulo 9:

Narra Freddy:

Empezamos a rebuscar por todo el Lugar en busca de ese bendito reloj que no aparecía por ninguna parte, Alan buscabapor su lado y yo por elmío. Pero ninguno tenía una respuesta positiva en la búsqueda.

En vez de encontrar ese estúpido reloj encontrabamos objetos que no necesitábamos en ese momento. Cansados de tanto buscar nos acercamos donde Alan lo había llamado "el punto de encuentro". La tienda era demasiado grande para terminar de buscar en un día y un día era lo que no teníamos.

-Jos regresara pronto con Dana.- me aviso Alan mientras revisaba la hora en su reloj de muñeca. Mire a lado a lado de la tienda intentando ubicar la que buscábamos pero nada. Parecía como si le hubiera tragado la tierra.

Alan y yo detuvimos nuestras vistas en el señor que estaba detrás del mostrador limpiando algunos objetos. Al parecer tenía unos cuarenta y cinco años, tenía un buen físico para tener una buena edad y en su cabello se podía observar algunas canas.

-disculpe.-Alan se acercó y revido algo en su celular mientras yo seguía su paso. El hombre volteo y nos miró simpáticamente.

-dígame, ¿en qué les puedo ayudar?- pregunto amablemente dejando a un lado lo que hacía.

Alan le mostro la pantalla de su celular y seguido de esto hablo.- buscamos este reloj, según el anuncio en internet aquí almacenaban uno.-le explico. El hombre arreglo sus lentos y observo lo que Alan le ensenaba en su celular.

-sí, tengo uno en el almacén...-alejo su visto de la pantalla y Alan guardo su celular mientras suspiramos de alivio. Siempre pensé que el que destruria algo en esa casa seria Jos, que ironía.
Lo que menos te imaginas es lo que te sucede y no se equivocaban en ese punto.-denme un momento.- hiso una llamada y después de colgar nos sonrió.-esos relojes son una reliquia...son únicos, ¿que fue lo que le paso al suyo?

Alan me miro con reproche y suspiro cansado.- a los niños no se los puede controlar...en este  casos eran un par de inmaduros.- le explico y aguante las ganas de insultarlo pero tenía razón en ese punto. Alonso y yo teníamos que madurar algo que no sabíamos ni por dando comenzaba.

-entiendo yo tengo muchos nietos muy traviesos.-escribió algo en un papel y se lo extendía a Alan quien me lo paso a mí. WOW,  esta era una buena cantidad. Tenía apenas 19 años…me vieron cara de billetera o ¿qué? ... a claro yo fui quien lo rompió...espera esto también culpa de Alonso, ¿qué hago aquí yo solo?, maldita mi mala suerte.-solo hay cinco aquí en México...por eso  esa cantidad, además de que son antiguos.-me explico. Asentí. 

Alan enarco una ceja desafiándome, incitándome a que pagara. Solo suspire rendido y saque la tarjeta de crédito de mi billetera. Al menos espero que esto valga la pena.

Minutos después de charlar con Carlos, quien es el hombre que estaba detrás del mostrador  y dueño del lujar nos presentó a su nieto, Julián. Un joven de unos 15 años aproximadamente que llego con una caja en sus manos. Nos sonrió y le devolvimos la sonrisa.

-aquí esta abuelo...tal como lo pediste.-le indico el joven. Julián nos observó unos instantes y enseguida su sonrisa se agrando.-ustedes son CD9, ¿verdad?-pregunto el chamaco entusiasmado y yo sonreí.

-sí, él es Alan y yo soy Freddy.- son señale. Él nos saludó muy feliz.

-es un placer conocerlos.

-ya se me hacían conocidos.-murmuro Carlos mientras revisaba el reloj.- Anna mi nieta...habla mucho de ustedes.- nos explicó y asentimos.

-demasiado diría yo.- comento burlonamente el joven. Él  Frunció el ceño mientras veía a su abuelo envolver el reloj. ¿Algo andaba mal?- ¿viven en la casa de los Owen?-pregunto el joven. Su abuelo lo regaño por su curiosidad y el agacho su mirada en disculpa. No entendía aquella actitud. Alan le presto atención al igual que yo.

-sí, una temporada nada mas.- respondió Alan. El chico de ojos negros asintió.- ¿porque la pregunta?-Julián miro un momento a su abuelo esperando su aprobación y al final este acepto al ver nuestra insistencia.

-conozco la casa...Dana es mi mejor amiga.

Alan parecía al igual que sorprendido que yo. Dana era muy reservada en su vida y no esperaba que un niño de quince años fuera un gran amigo de ella. Es que parecía tan madura e infantil a la vez, que era difícil distinguirla su personalidad.

-la Joven Dana siempre viene por aquí, le encanta este lujar y la verdad no sé porque.- Julián  sonrió como si recordara algo y la curiosidad creció más en mí.

- sí, ella le encanta lo antiguo...y no viene mucho por estos lados ya que...-su abuelo carraspeo su garganta interrumpiendo a Julián quien se detuvo enseguida. Carlos había evitado que siguiera.-bueno, no...No sale mucho y por eso la visito de vez en cuando.-explico nerviosamente.

-¿desde cuándo se conocen?-pregunte.

-desde que tengo 10 años.-respondió.- ella es muy divertida y mi abuelo y yo apreciamos su compañía.

Les seré sincero, tenía una gran curiosidad por saber quién realmente era Dana Owen y quería formar parte de su misteriosa vida. Ninguno de nosotros conocíamos su pasado y ella no aprecia dispuesta a decírnoslo. Jeremy tampoco parecía cómodo con ese tema. La protegía demasiado del mundo y la razón de aquello no lo sabía. Julián parecía que conocía cada pequeña parte de ese pasado pero no parecía dispuesto a compartirlo. Si, tenía una gran curiosidad por saber más de ella.

ELEGIR NO ES UNA OPCION.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora