Capítulo 10: Problema aun por resolver.

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Capítulo 10:

Narra Alonso:

Mis pernas ardían y necesitaba aire. ¿Cuánta energía podían tener? parecía que tenían pilas de repuesto por que no se cansaban estas chicas. Recuerdo cuando mi madre me insistió para que siguiera algún deporte en la escuela pero aunque me rogara aun así no lo hice. Es ahora cuando me arrepiento. Bryan me tomo del brazo y me empujo a un callejón, nos acorralamos contra la pared y vimos a toda la estampida pasar de largo.

Di un gran suspiro. Wow, sé que necesitaba aire. Apoye mis manos en mis muslos y respire  tratando de recuperar al aire perdido. Desde mañana iría un gimnasio...pensándolo bien no hay apuro, lo dejare para...para, tendré que consultarlo con mi agenda.

-vámonos, Jos no tardará en llegar y mucho menos Alan.- me incorpore y estire mis piernas.

-déjame respirar, ¿no?-el sonrió y empezó a caminar. Inhale y exhale una vez más y empecé a seguir su paso.

 Narra Alan:

No sé porque me sorprendía la misteriosa vida de Dana y su padre sobreprotector. Este niño parecía conocerla muy bien y guardar cada uno de sus secretos en su pequeño cerebrito. Ambos parecían ser cómplices de travesuras y eso era demasiado infantil de parte de ella. Pero tengo que aceptar que resulta…tierno, de parte de ella.

-¿hace cuento que no la vez?- pregunte. El me miro con timidez, buscando las palabras adecuadas en su cabeza. Si, en acciones podía poner nerviosa a las personas. Así era yo, era un mecanismo de defensa para evitar que las personas falsas se acercaran a mí y para…lo dejare  ahí, no estamos hablando de mí en este momento.

-dos meses, la última vez que vino…bueno…no fue agradable.-respondió el chico con cierta tristeza en su voz que se podía notar. Su abuelo le dijo algo en voz baja y el sonrió apenas.

-nos encantaría que si Dana viniera por aquí no le comentaran sobre esto.-señale el reloj.

-claro, somos estrictos en esos términos.-me aseguro Carlos y me entrego el reloj ya envuelto y puesto en una caja. Mire a Freddy y este me miro.

-¿Qué?-pensó que lo había olvidado.

-paga.-le ordene. El gruño pero al final acepto pagar. Le pase el reloj con cuidado de que se vuelva a caer y este lo tomo cuidadosamente.

- Freddy espérame afuera un momento.- el frunció el ceño confundido.

-¿Qué vas hacer?- claro el siempre tan desconfiado.

-solo hazme caso.- al final después de examinarme un momento, salió del lugar.

Algo había llamado mi atención y no dude en acercarme y verificar que era. Al final mi curiosidad había valido la pena y esto lo reservaría para una persona en especial.

Narra Bryan:

Tan pronto como llegamos a casa, corrimos hasta el lujar del crimen. Segundos después escuchamos la puerta abrirse. Alanso se comenzó a desesperar.  Maldito Jos, dije que más de dos horas. Me acerque despacio a la sala buscando a Jos. No lo encontraba, no había pistas de él, Alonso venía detrás de mí escondido como una gallina. Que cobarde.

-¿Por qué no usaste tu varita para arreglar ese jodido reloj?-le susurre a Alonso quien me fulmino con la mirada.- ¿Qué?

-no me permiten asarla fuera de Hogwart.- aguante las ganas de reírme.- ¿Qué? se necesita permiso para eso.

De pronto escullamos un ruido y Alonso se aferró de mí.

-deja de ser tan nena.-me queje.-puede ser  Alan…o Jos.

Ambos nos miramos llenos de pánico. Nos acercamos lentamente tratando de no a ser ruido…nos acercamos mas…mas…mas.

-¡AHHH!

-!¿Qué te sucede?!

-¡¿Qué te sucede a ti?! ¡¿Quién entra a una casa de esa manera?!

-¡entre como una persona normal! ¡Por poco nos matas!

-¡¿nosotros a ustedes?!... ¡más bien ustedes a nosotros!

-¡¿Por qué no dejas de ser tan nena?!

-¡que no soy una nena!... ¡¿qué haces hay parados par de estúpidos!?

-¡no lose!... ¡¿Por qué de pronto soy un estúpido?!

-¡no lo sé!

-espera…de que hablamos, ya me perdí.

De pronto empezamos a reír. Alan y Freddy nos habían dado un buen susto como nosotros a ellos. Lo bueno de la situación es que no era Jos el que venía acompañado de Dana. Esa muchachita, cuando comprendería que dejarnos solos en una casa es más que peligroso.

-¿lo tienes?-le pregunte refiriéndome al reloj.

-dime, ¿cuándo te he fallado?-me pregunto Alan con egocentrismo y una sonrisa victoriosa en su rostro mientras me mostraba el paquete. Sonreí.

-por eso te adoro…vamos tenemos poco tiempo.

Alan abrió el cartón y empezó a desenvolver el reloj rápidamente mientras que Freddy recogía los trozos de papel. Ya fuera del envoltorio, Alonso recogió todo y salió con el cartón en manos, donde habían  traído el reloj de cristal, para ocultarlo o deshacerse de él.

Escullamos el cerrojo de la puerta moverse y Alan se apresuró a colocar el reloj recordando como había estado antes.

Escuchamos una conversación y podía distinguir esa vos. Era Dana.

-son ellos date prisa.-  Alan me fulmino con la mirada.

-no me apresures.

 -Freddy distráela.-le ordene y el salió del lujar rápido dirigiéndose hacia ellos dos. No sabía lo que sucedería si ella notaba el destrozo que habían realizado Alonso y Freddy y sinceramente no quería averiguarlo.

ELEGIR NO ES UNA OPCION.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora