Dimelo bonito [YoonMin]

15

Era la tarde del lunes. En la mañana le había dicho al profe que iba a volver a la hueá de basquet, pero hoy día no me había quedao porque el Jimin iba a venir a mi casa a estudiar, y en eso estabamo ahora.

─¿Entendiste?

─No po' todavía no

─Pero Yoongi, si es muy fácil

─Es que no cacho po'. ─él suspiró. ─Estoy cansaito

─¿Crees que yo no?

─Buta Jimin, si sabí que soy pavo. Si querí no me explicai ni una hueá y era

─¿Tienes tu libro de matemática?

─Ehh...

Conchetumare, ese fue el libro que rompimo con el Jungkook pa' hacer aviones... ¿o ese fue el de química?

─¿Y? ─preguntó.

─Es que... sabí que no lo tengo acá. ─me rasqué la nuca.

─Tampoco traje el mío... entonces voy a escribirte unos ejercicios

─Ya

El Jimin agarró mi cuaderno y un lápiz y empezó a anotar. Después me explicó hasta con dibujito la manera en la que se resolvía la hueá pa' que me quedara clarito.

─Ah, ya, ahora caché. ─le dije. ─Oye

─¿Sí?

─Como ya entendí, ¿qué te parece si regaloneamo un ratito? ─me acerqué más.

─Que eres fresco

─No, no soy fresco, soy Yoongi. ─él me miró serio. ─Ya perdón, si sé que soy fome. ─escuché que se cerró una puerta.

─Ya llegué. ─dijo mi mamá desde allá.

Hueón, ¿tan rápido había pasao la hora?

─Hola mamá. ─le dije cuando ya estuvo en el living.

─Hola. ─ignoró mi saludo porque sólo se dedicó a sonreírle al Jimin.

─Hola. ─respondió con una sonrisita media nerviosa.

─¿Cómo te llamas?

─Jimin

─Entonces tú eres el amigo de mi hijo, ¿cierto?

─Sí

─No. ─contradije. Mi mamá nos miró confundida y el Jimin sólo me miró con cara de "No le digas ahora".

─¿Cómo?

─Yo... quería hablar de esto contigo, aunque a lo mejor todavía es muy luego, pero me da lo mismo, quiero que sea ahora

─¿Yoongi? ─me miró con una cara mucho más confundida, y el Jimin suplicaba un "Por favor" con la mirada.

─Mamá, el Jimin es mi pololo

Mi vieja se quedó mirándonos en silencio, como si no creyera lo que le había dicho. Sentí miedo hueón.

─¿Desde cuándo? ─preguntó.

─Desde ayer, aunque andabamo desde hace unos días

─Oh... ─se quedó mirando al Jimin. ─¡Ya me acordé!

─¿De qué? ─pregunté.

─Él es el niño que me habías dicho que te gustaba

─¡M-mamá!