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Abrí mis ojitos, era de día y estaba en mi pieza, ni siquiera sabía cómo había llegao allá. Me dolía la cabeza más que la conchetumare, caña culiá.

Agarré mi celular con desgano y miré la hora, eran las once de la mañana.

Tenía un mensaje de una tal Ryujin.

Ryujin

¿Cómo amaneciste?

Traté de hacer memoria y terminé por acordarme de que la había conocio ayer en la casa del amigo del Yugyeom. Ni siquiera sé en qué momento le di mi número.

Yoongi

Bien

Apagué la pantalla de mi celu y me acordé de las hueás que habían pasao ayer en la tarde. Quería puro llorar hueón, no podía creer que el Jimin hubiera sio' capaz de hacerme una hueá como esa.

Volví a confiar, y me volvieron a hacer mierda el corazón...

Siempre pensé que él era un cabro bueno, sincero, que me quería... y ahora me había dao' cuenta de que era too' lo contrario, y que se había reído en mi cara todo este tiempo. ¿Tan hueón soy?

Me removí súper incómodo en mi cama. La resaca culiá y la pena me estaban matando. Me sentía terrible achacao por lo que había pasao.

Al rato me levanté sin ganas y entré al baño pa' por lo meno lavarme la cara y los dientes. Me miré y me di cuenta de que andaba con la misma cagá de ropa que el día anterior. Bajé al primer piso a buscar un paracetamol y un vasito con agua, pero lo primero que me encontré fue a mi mamá mirándome más apestá que la chucha, estaba claro que me iba a echar la foca.

─Que bonito como llegaste ayer po'. ─se cruzó de brazos.

─¿Cómo llegué?

─Ah, ni siquiera sabí cómo llegaste. ─se rió falsamente. ─Una niñita te vino a dejar. ─¿habrá sio la Ryojun? Algo así creo que se llamaba. ─Veníai curao y con los ojos rojos. ¿¡Qué chucha fumaste, Yoongi!? ─me empezó a pegar despacio.

─No le pongai color oh

─Cuando saliste me dijiste que ibai a ir donde el Jimin, ¿¡por qué me mentiste!?

─No te mentí

─¡Sí lo hiciste! ¿¡Dónde anduviste metido!?

─Por ahí

─Al Jimin no le gustaría si se enterara de esto

─Me da lo mismo. ─volví a subir las escaleras.

─¡Yoongi! ─me habló, pero no le hice caso.

Me encerré en mi pieza y me tiré encima de mi cama. Parece que la cagá de resaca me iba a acompañar por harto rato más.

Miré mi celular -aunque no tenía ni ganas por culpa del dolor- y me di cuenta de que la Ryijon había respondio.

Ryujin

Que bueno

¿Te puedo llamar?

Dimelo bonito [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora