Capítulo 7.

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                Vanessa sentía que todo su cuerpo pesaba, sacó las llaves del departamento y la insertó en la puerta, todo estaba oscuro, hasta que las luces se encendieron gracias a una persona que estaba tan despierta como ella: Marcus.

Éste estaba de pie en medio de la sala, tenía sombras negruzcas bajo sus ojos mostrando un evidente cansancio.

—¿En dónde estabas? Te estuve esperando toda la noche.

—Estaba en casa de Keyla —trató de hablar lo más calmada posible, sentía su pulso acelerado en la garganta. 

Marcus suspiró con pesadez y se alborotó su cabello castaño.

—M-21542 ha escapado y es muy probable que se arme una futura masacre por toda la ciudad ¿y tú te andas con pijamadas con tu amiga? Por el amor de Dios y los santos, eres una profesional, no actúes como una niña. Ya casi nos casamos, si estás angustiada por lo que ocurrió en los pasillos puedes recurrir a mí. 

Hubo un debate mental en el cerebro de Vanessa, una presión se alojó en lo más profundo de su pecho.

Si no le dices a Marcus que no le amas... olvídate en que seré tu plato de segunda mesa siempre.

Las palabras que dijo Keyla esa mañana a despedirla estaba tan fresca en su memoria.

—Marcus...

—¿Qué sucede? 

La mirada atenta de su prometido la hizo dudar ¿qué pensaría de ella al saber que le estaba engañando? El miedo se adueñó de ella como si fuera su amo, dejándola muda por un instante.

—¿Qué pasó con la investigación? —Era una cobarde, no sabía afrontar las cosas con valentía.

En ese momento suplicaba ser tan valiente como Keyla.

—Le dejamos el análisis de hipótesis a Amoneth, puede que tenga atrofiado el cerebro, pero avanza rápido con lo de la teoría de dimensión paralela.

—¿Está capacitado para esto? Es decir...

—Lord no contrata a cualquiera, incluso solicitó la armada más importante del continente para buscar a M-21542. Rido está enojado por no encontrar rastro alguno. En fin, necesitamos ayuda para analizar la masa muscular que estos poseen.

—¿Por qué siento que me están solicitando a mí? 

Marcus se aventó al sofá como si se tratara de un saco y le respondió con una voz queda:

—Lo estamos haciendo, por lo que se presenció, su fuerza está más allá de la que posee un ser humano común y corriente. Tenemos que encontrar alguna debilidad, cuando la encontremos...—Se había quedado callado por un instante, hasta que fijó la mirada achicada a Vanessa—. ¿Eso es...labial? 

Vanessa se alarmó ante esta mención tan repentina.

—¿En dónde?

—En tu quijada.

—¡Ah! Keyla se despide de esa manera.

—Ya veo... No salgas de esa manera sin avisar, me preocupé mucho. ¿Ya comiste?, si tienes hambre te puedo preparar algo.

—¿No estabas cansado?

—Mucho, pero ese no es el tema, ¿qué quieres de comer?

Vanessa apretó los labios, se había quedado tan callada como si su lengua se hubiera desconectado de su cerebro por un instante.

—¿Quieres waffles? 

Ella asintió con una sonrisa forzada.

No pudo contestarle a Marcus ni tampoco decirle sobre su doble vida. "Me gustas. Pero amo a alguien más", unas palabras que no se atrevía a pronunciar. Se estaba aprovechando de Marcus, de un hombre maravilloso, por mucho que no fuese alguien de palabras dulces, sus acciones demostraban cuánto la amaba y se preocupaba por ella.

Dimensiones (Bl/Crossover)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora