Ya era la hora de apareamiento, Sesshomaru prontamente se iba a reproducir con Eve.
Puso una mano en su barbilla afeitada observando la habitación enorme de reproducción, estaban preparando tanto la hembra como el macho.
Su equipo de observación estaba analizando los niveles de temperatura y procurando que Eve estuviera suprimida de feromonas para dejarse poseer del macho, que en este caso se trataría de su monstruo.
Matoshi siempre estaba presente en cada acto y macho que dudara era exterminado.
Verlos le producía un gran placer y miles de fantasías, donde él se imaginaba en lugar de esos machos «que lástima que no puedo tocarla». Eve era una fantasía inalcanzable para un ser humano, todo aquel que no poseyera sus habilidades genéticas simplemente morían.
—Señor, ya inyectamos las células y colocamos los implantes a su Nouva cordero.
—Perfecto. Háganlo entrar —ordenó de manera somera.
Las compuertas de la habitación de reproducción se abrieron dando un estruendo.
Llevaban ligeramente dopado a un Sesshomaru de dieciocho años, siendo escoltado por un guardia con seguridad tan extrema en su cuerpo que a Matoshi le recordaba a una panoplia.
Sonrió al ver el estado en que se encontraban ambos Nouvas. Estaba inquieto en verlos, ¿Sesshomaru sería igual o más agresivo con ella cuando la penetrase?, debía ya tener una madurez sexual apenas desarrollada, por lo tanto no tendría control sobre sí mismo.
Sesshomaru fue arrodillado y despojado de sus cadenas eléctricas, le quitaron la venda de los ojos. Seguía estando muy tranquilo y en cualquier momento la célula sexual le haría reaccionar con fiereza y con necesidad de enterrarse en el agujero más cercano.
Matoshi frunció el ceño, le costaba imaginarse a sí mismo siendo el monstruo que construyó, mucho menos que este fuera similar a su hermano.
En la cámara hicieron un acercamiento al rostro de joven macho, en unos minutos sus pupilas se contrajeron. El efecto del dopaje se había ido. Entre todas las cámaras vigilando la escena se quedaron esperando unos minutos.
Sesshomaru veía el lugar y a Eve como si no comprendiera lo que estaba pasando, incluso este trató de hablarle:
—¿Estás bien?
Eve abrió los ojos con una parsimonia hermosa, ella le miró casi con compasión. El ambiente seguía siendo ambiguo en la cabeza del reciente adulto.
—Parece que eres el siguiente. El señor Taisho no tiene límite al ponerte aquí conmigo. Eres muy joven.
No entendió lo que sucedía ¿por qué estaba allí? Debería estar en su celda junto con los otros machos jóvenes.
En la sala de observación el señor Taisho zapateaba el piso, ¡ya había pasado el tiempo suficiente como para que la célula diera efecto! «¿por qué demonios no reacciona?», su rostro comenzaba a doler por el constante entrecejo fruncido, en cualquier momento iba a paralizarse el rostro si seguía así.
—¿Por qué la célula no hace efecto? —Miró a uno de los observadores buscando una explicación, comenzaban a excusarse en que Sesshomaru apenas estaba pasando por la etapa de la madurez sexual y por eso la célula tardaba en hacer efecto—. Ha pasado mucho tiempo, activa los implantes a una letalidad de trecientos.
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Dimensiones (Bl/Crossover)
FanficUnos científicos encontraron la ruptura entre su mundo y otro desconocido. Hallaron cuatro cuerpos en estado de hibernación, son grandes y con extremidades muy parecidas a los seres humanos; dos machos y dos hembras. Los transportaron a salas...