My Abism

Capítulo 41: Enterándose - Cambios (Parte 2)

-Hogwarts/Oficina de Dumbledore.

Después de que se retirará de la madriguera, dejando que las llamas verdes la consumieran, se encontró en su destino, salió de la chimenea encontrándose con el despacho del director, quien apareció con una tranquilizadora sonrisa.

Dumbledore: Buenas tardes señorita Granger _le dijo acercándose_

Herms: Buenas tardes director... _dijo con un sentimiento de nostalgia al escuchar su verdadero apellido_

Dumbledore: ¿Cómo se encuentra?

Herms: Mejor... _sonrió leve_ me imagino que usted...

Dumbledore: Lo se todo señorita Granger _dijo tranquilizándola_

Herms: ¿Qué pasará ahora? _dijo nerviosa a lo cual el director lo noto_

Dumbledore: Pasara por el sombrero seleccionador...

Herms: Pero...

Dumbledore: Es peligroso que permanezca en Slytherin _la castaña bajo la mirada_ no es su verdadera casa... ¿Lo ha pensado?

Herms: En un principio... Si

Dumbledore: Nadie sabrá esto... _dijo adivinando la preocupación de la castaña_

Herms: De acuerdo...

Dumbledore: Vamos al Gran Comedor... Aún no termina la comida, lo haremos ahí

Herms: ¿Puede ser en la noche? _dijo tímida_ aún no quiero enfrentarlos...

Dumbledore: Si usted se sentirá cómoda, entonces si... _la miro unos segundos_ ¿conoce la sala de menesteres?

Herms: Creo que si, he oído de ella...

Dumbledore: Estoy seguro de que la encontrará...

Y con esto, la castaña agradeció, se despidió y con temor de encontrarse con alguien, mas de sus amigos,. se encaminó hacia la sala de menesteres. Pasado unos minutos caminando y con la suerte de no haberse topado a nadie, al pasar por una de las paredes, escucho un ruido lo cual la hizo detenerse, al volver su mirada noto como una puerta se iba formando, debía admitir que escuchar de la sala de menesteres y haber leído sobre ella, era muy diferente a verla en persona. Mordió leve su labio, se sentía ansiosa, una vez la puerta se abrió, ella entró cerrándose la puerta tras de sí, ignoro esto pues se encontraba concentrada en ver el interior, había un pequeño estante con libros, un sillón individual, una chimenea y también una cómoda alfombra en caso de estar en el suelo... Más atrás había algo cubierto por una manta, la castaña con curiosidad se acercó y tomando la delgada tela la jalo, cayó al suelo revelando un espejo grande y alargado, miro hacia arriba y al ver la descripción supo que era.

"No muestro tu rostro sino el deseo de tu corazón"

Herms: El espejo de Oesed _dijo en un susurro mirándolo mientras comenzaba a acercarse_ Nunca creí... _se detuvo en seco al ver lo que aparecía en el espejo_

La castaña cerro sus ojos y movió su cabeza, los volvió a abrir mirando de nuevo al espejo, pero lo que veía seguía ahí.

Herms: Mamá... _la nombrada le sonrió con cariño_ Papá... _dijo ahora mirando a su padre para después a ambos y sonreír con lágrimas en los ojos_ Como los extraño... _dijo colocando su mano en el espejo_

Su madre y su padre sonrieron con cariño y nostalgia.

Herms: Todo fue mi culpa... El que ustedes no estén aquí..._su voz comenzó a cortarse_ Todo fue mi... _se dejo caer sin despegarse del espejo_ Cómo lo siento... _decía entre llanto_ Lo siento tanto...