Cómo Entrenar a tu Shen Qingqiu

Abrazo infinito

Resumen:

"Quiero ser amado; quiero compartir contigo sólo estos ciertos sentimientos ahora" - Infinite Embrace 

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La primera escena que entró en sus ojos fue un joven Luo Binghe arrodillado ante Shen Jiu. Un recuerdo nostálgico y doloroso. El fragmento final de Shen Jiu eran recuerdos de sí mismo. Luo Binghe se preparó para esto; iba a revivir todo el dolor que sentía bajo Shen Jiu. Pero en el fondo, tenía curiosidad. ¿Qué hizo que Shen Jiu lo odiara tanto a primera vista? Al menos si esto era contestado, Luo Binghe sentía que podría ser capaz de entender mejor a Shen Jiu.

El joven le acababa de responder a una pregunta de Shen Jiu. Luo Binghe llevó una vida miserable después de la muerte de su madre adoptiva; había viajado hasta la Secta Cang Qiong con la esperanza de una nueva vida. Recordó de su primera vez que vio los recuerdos de Shen Jiu que fue el comentario de Liu Qingge el que hizo que su Shizun le tomase. Luo Binghe no se había preparado para escuchar los verdaderos pensamientos de Shen Jiu tan rápidamente.

'Talentoso, momento oportuno para cultivar... y una madre que lo ama profundamente. ¿Por qué un mocoso desaliñado como él puede conseguir estas cosas...?'

La envidia de Shen Jiu ardía como un chorro de ácido. Un niño descuidado que posiblemente no tenía un estatus social más alto que el que Shen Jiu tenía a su edad, uno pensaría que Shen Jiu era retorcido por centrar su envidia en un niño que tenía mejores circunstancias. Pero después de caminar a través de todos esos recuerdos, Luo Binghe no era ajeno a los deseos rotos de Shen Jiu. No era de extrañar que sintiera envidia incluso de un niño como Luo Binghe. El talento del hombre se desperdició, su ventana de oportunidad se desvió mientras esperaba a un traidor, y en su camino solitario, desde la infancia hasta la muerte, no hubo amor. Sólo dolor, esperanzas rotas y promesas pasadas.

Shen Jiu tuvo la oportunidad, pero renunció a sus posibilidades en el momento en que fue capturado por la familia Qiu y prometió esperar a Yue Qi. La causa era quizás trivial, pero eran esos momentos triviales de división en el destino los más crueles y difíciles de aceptar. Después de caminar a lo largo de la memoria de Shen Jiu en su miserable pasado, Luo Binghe se sintió solo ante el tormento al que Shen Jiu le sometió. Su ira ya se había quemado hace mucho tiempo. Si tan solo pudiese saber de la soledad de Shen Jiu, si solo Shen Jiu supiese de la suya; Luo Binghe estaba tan seguro que hubiera sido capaz de dedicar todo lo que tenía a su Shizun.

Pero ya era demasiado tarde, Shen Jiu estaba en el camino del no retorno. Luo Binghe observó cómo jugaban los recuerdos de su desdichada infancia, pero la miseria que uno mismo experimentaba, como descubrió ahora mismo, no se sentía nada en comparación con la miseria que experimentaba alguien que amaba. Quería agarrar las manos de Shen Jiu tantas veces, queriendo asegurarle que podía confiar en que el joven Luo Binghe no desperdiciaría su afecto ni lo traicionaría. Quería rogarle a Shen Jiu que dejara de lastimarse y de acorralarse. Pero cada vez que Luo Binghe lo intentaba, sus puños sólo captaban el aire vacío.

Y era natural, pero el niño en los recuerdos de Shen Jiu sólo se volvió más odioso hacia el maestro que traicionó sus simples expectativas de un mentor benévolo y una secta pacífica en la que cultivar. Luo Binghe no fue el primer joven talento que Shen Jiu convirtió en discípulos apáticos, deprimidos y miserables. El aura de opresión del Señor del Pico de Qing Jing era dominante, no muchos escaparon. Sólo aquellos que estaban totalmente dedicados a la causa de Shen Jiu, como Ming Fan y discípulas femeninas, pudieron eludir su abuso. En cuanto a por qué las damas se salvaron, Luo Binghe ya no tenía necesidad de dudar de las intenciones de Shen Jiu.

Pasó un poco de tiempo, y Luo Binghe se encontró al lado de Shen Jiu observando a Luo Binghe y a Ning Yingying de la memoria. Una profunda mueca arrugó el ceño de su Shizun. La pareja en la memoria parecía bastante íntima, Luo Binghe suponía que esto era alrededor de la época en la que había terminado recientemente el juicio del Demonio del Sueño y se había acercado a su shijie. Ning Yingying era tan amable con él, que se había sentido atraído por la dulzura que ella tenía para él. Luo Binghe reprimió un suspiro. La prueba de su segunda vida la había pasado con Shen Jiu, y el inmortal había sido alguien igualmente digno de compartir su confianza. Pero todo eso, se volcó con sus propias manos y lo destrozó todo.