Resumen:
Lo que quiere el protagonista de una novela de sementales, lo conseguirá. ¡Nunca esperó Shen Qingqiu que el halo dorado del protagonista se extendiera al salto de dimensiones!
Y cuando el Luo Binghe original invade su dimensión una vez más...
Mirando atrás, Mu Qingfang se preguntó si Shen Qingqiu se ofreció para salvarlo a él también.
Notas:
A Shen Qingqiu le importan una mierda los discípulos al Palacio de Huan Hua, Bingge es (como siempre) emocionalmente tonto, y la Secta Cang Qiong es una gran familia.
Las cabezas se volvieron simultáneamente hacia la fuente del sonido, sus vistas se giraron hacia Shen Qingqiu. El joven, desaparecido durante tres años por su propia mano, lo miró y sonrió como si no hubiera estado ausente por ni siquiera un día. "Shizun", saludó con calma, era casi escalofriante lo diplomático que parecía, considerando la horrible forma en que se separaron, pero Shen Qingqiu había hecho las paces consigo mismo hacía mucho tiempo. Miró sin pestañear a su discípulo que había regresado.
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Como si despreciaran su mirada escrutadora, los discípulos del Palacio Huan Hua desenvainaron sus espadas, señalando amenazadoramente a Shen Qingqiu. El anciano inmortal simplemente levantó una ceja ante el comportamiento sospechoso, culpando al viejo Maestro del Palacio por su incapacidad para disciplinar y educar. Gongyi Xiao finalmente salió de la tensa situación y regañó severamente a sus hermanos menores aprendices, diciendo: "¿Qué es este comportamiento vergonzoso, apuntando con sus armas a un anciano? ¡Guárdenlas!"
Aunque se suponía que él era el discípulo principal, Shen Qingqiu se dio cuenta de que un gran número de ellos eran reacios a obedecer. No tuvo la oportunidad de preguntar por qué todavía, cuando una discípula gritó: "¡No debemos preocuparnos por esto! ¡El Señor Luo ha sido herido por esta criatura! ¡Deberíamos estar más preocupados por eso primero!" Ante su exclamación, los ojos de Shen Qingqiu se dirigieron hacia el corte de las mangas de su discípulo, notando que se había empezado a formar un sarpullido.
Sin importar sus enredos personales, los negocios eran lo primero. Shen Qingqiu ignoró el ambiente hostil, caminando audazmente hacia el cuerpo caído sobre el que se había congregado el grupo de cultivadores. Usando a Xiu Ya para abrir una parte de su ropa, la visión de la piel que parecía que estaba hervida, por lo roja que era, confirmó las sospechas de Shen Qingqiu. Tomar la presa de otra secta estaba mal visto, pero Shen Qingqiu no tenía tiempo para ser escrupuloso. Usando su autoridad como anciano para oprimir a estos jovenzuelos incultos, declaró imperiosamente: "Este maestro recogerá a este sembrador con el fin de ser investigado por el Señor de Pico Mu".
Recordando como Shen Qingqiu amablemente le había advertido que no tocase a la criatura, Gongyi Xiao no podía soportar que un inmortal de alto rango tocase algo así. Salió corriendo, soltando la túnica exterior de su secta para atar aún más fuerte al sembrador y evitar que la piel se expusiera. También usó el cable vinculante inmortal como arnés. "Mayor Shen, yo llevaré a esta criatura por ti", ofreció muy sinceramente, en parte para redimir la vergüenza que sintió por la actitud vergonzosa de sus compañeros discípulos del Palacio de Huan Hua. Al ver la disparidad de la etiqueta, el valor de Gongyi Xiao aumentaba más rápidamente a los ojos de Shen Qingqiu. De hecho, esta secta estafadora no se merecía este retoño joven y decente.
