Cómo Entrenar a tu Shen Qingqiu

Extra: Los excéntricos huéspedes de la Secta Cang Qiong

Resumen:

En la que el Santo Gobernante se gana un nuevo amigo, y Zhuzhi-lang aparentemente se ha ganado un número de admiradores.

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Si algo aprendió Shen Qingqiu en su curso como jefe intrigante y cuidador sin escrúpulos de Yue Qingyuan, fue el hecho de que tuvo que sopesar las prioridades y elegir la mejor opción, independientemente de sus sentimientos personales sobre la situación. En ese mismo momento, los frutos de esas lecciones tan duras fueron más evidentes, pues se despierta con Luo Binghe mordiéndole el hombro suavemente. Sus vestiduras se han aflojado, las manos errantes de su discípulo se deslizan en las aberturas para tocar la piel desnuda.

Shen Qingqiu abofeteó la mano ofensiva, regañando, "Este maestro ya te dijo que no hicieras nada mientras yo estaba durmiendo". El señor de los demonios, al aparecer, no se arrepentía en lo más mínimo. El hombre más joven presionó un beso en la parte posterior de la oreja de su Shizun, susurrando: "Este discípulo se las arregló para despertarse hoy más temprano, y quería darse un capricho con su amante". Habían pasado unos diez días desde la reunión, y Luo Binghe había recuperado la forma de un chico de diecisiete años. Suficientemente maduro como para empezar a tocar inapropiadamente a Shen Qingqiu, aunque por el bien de su recuperación de la desviación de Qi, su Shizun todavía le prohibía absolutamente hacer algo más que tocar.

Sin embargo, Luo Binghe se sorprendió gratamente de que el estricto gruñón que era Shen Qingqiu le permitiera tocarlo, sin saber que Shen Qingqiu lo había pensado largo y tendido antes de decidir sobre este compromiso. El inmortal ya había sufrido el contraataque de un perro en celo la última vez que hizo que este señor demonio se abstuviera, y eso había sido sólo por una semana o algo así. Shen Qingqiu temía saber qué pasaría si la libido de Luo Binghe estaba restringida durante más de un mes. Para contrarrestar los persistentes impulsos de carne de este discípulo, el cultivador recurrió a permitir que el niño comiera tofu. Si Luo Binghe todavía insistiera en algunos asuntos graciosos después de que se recuperara por completo, al menos Shen Qingqiu tendría una razón legítima para hacerle pasar por Xiu Ya por mala conducta.

"Si estabas despierto antes, deberías estar haciendo tus deberes", señaló el Señor de Pico, tratando de levantarse ahora que estaba despierto. Luo Binghe se negó a dejar que Shen Qingqiu se fuera todavía, habiéndose adaptado completamente a este período de cohabitación onírica. Ya era así de grande y su Shizun aún tiene que decir una sola palabra sobre volver a la habitación lateral, dándole a Luo Binghe la determinación de permanecer pegajoso sin ser demasiado insistente para no recordar a Shen Qingqiu que una vez dijo que sólo permitía que su discípulo durmiera en la misma cama hasta que se recuperara.

"Quédate en la cama, Shizun. Aún es demasiado temprano, incluso para nuestros estándares de punta".

"Puede ser, pero este maestro tiene más asuntos que discutir con tus shishus hoy. Y como Ming Fan está ausente, se supone que debes hacer algunos recados en su lugar".

El recordatorio de Shen Qingqiu fue oportuno, aunque no era como si Luo Binghe lo hubiera olvidado. En cuanto a por qué Ming Fan, el discípulo principal, estaba ausente, había una razón sorprendente detrás de ello. Comenzó cuando Shen Qingqiu decretó que Ming Fan se ocupara de Tianlang-jun. Conociendo su verdadera identidad, no cabe duda de que existía una cierta aprensión al acercarse al mítico Santo Gobernante. Pero su Shizun no tenía reparos en actuar como su habitual ser ante el señor de los demonios, Ming Fan se metió todas sus inseguridades por la garganta y se presentó a sí mismo, "Bienvenido al Pico Qing Jing, Junshang. Soy Ming Fan, discípulo principal del Señor Shen Qingqiu. Shizun me ha asignado la tarea de cuidar de tus necesidades. Por favor, instrúyeme si hay algo que Junshang necesite."