Cómo Entrenar a tu Shen Qingqiu

Atardecer y ocaso

El silencio era tan espeso que se podía haber cortado. La mano de Luo Binghe nunca abandonó a Xin Mo, preparado para luchar incluso en su forma desfavorable. Sabía cómo Shen Qingqiu estaba midiendo a Tianlang-jun, y solo por eso, estaba dispuesto a apretar los dientes y ser paciente. El señor de los demonios miraba fijamente al Señor de Pico, frunciendo el ceño ante su expresión. Shen Qingqiu se quedó callado mientras la cara de Tianlang-jun mostraba una reacción desfavorable. Esta era la parte más difícil de la cuerda floja para caminar, y nunca esperó que nada en la vida le resultara fácil. Siempre ha sido así desde que nació como Shen Jiu. En el pasado, sin embargo, no le importaba si tropezaba o se caía de la cuerda, arrastrándose temerariamente en una existencia sin luz.

Tener esperanza hacía que la vida de uno fuera realmente problemática. Pero Shen Qingqiu estaba dispuesto a dar estos pequeños y cuidadosos pasos esta vez, si había un final mejor esperando. Sus entrañas estaban tensas por la presión, lo suficientemente despiadadas como para decidir que si Tianlang-jun no estaba dispuesto a ceder, iba a empujar a Luo Binghe a la posición de Gobernante Santo y se desharía de su padre si tuviera que hacerlo. Domando su intento de matar hasta el letargo, la mente del inmortal fue afilada continuamente como un cuchillo en preparación para la respuesta de Tianlang-jun. Después de lo que parecía ser un largo rato, el demonio al fin habló, "Hm, eso parece bastante injusto, ¿no es así? ¿Cómo sabría que no es otra emboscada al acecho?"

El maestro de Qing Jing Peak asintió brevemente; esta preocupación era bastante justa. "Entonces, ¿qué tipo de condiciones deseas proponer?"

La respuesta de Tianlang-jun fue rápida esta vez: "Algo que pueda usarse contra el Señor de Pico Shen sería lo más razonable. Por ejemplo, la vida de Luo Binghe como seguro."

"Rechazado".

La respuesta de Shen Qingqiu fue rápida. Podía sentir la mirada de su discípulo a su espalda, su mente suspirando al concentrar su atención. Sin duda, Luo Binghe debía estar malinterpretando algo otra vez. Tianlang-jun sonrió ante la respuesta, comentando: "Las baladas dicen la verdad; tu afecto por mi hijo es muy fuerte. Pero tu negación hace que esta negociación se tambalee, ¿sabes?" La elevada mirada del inmortal se volvió fría mientras respondía: "¿Y estás dispuesto a hacer de tu hijo un objeto de apuestas, inmediatamente después de que te dijera que Su Xiyan dio la vida por él? ¿Deseas faltarle el respeto a la última opción de su vida de esta manera?"

"...Si las palabras del Señor Shen eran ciertas, ella me eligió a mí," la respuesta casi petulante hizo que Shen Qingqiu quisiera golpear su abanico en la cabeza del hombre.

"Ella eligió lo que era importante para ella por encima de su propia vida. Ella podría haber sacrificado a su hijo y haber ido a verle, quizás en un posible futuro ambos podrían tener otro hijo. Pero en vez de eso, la Mayor Su eligió tener a Binghe. Sabía que iba a morir, y tenía la intención de confiarte a su hijo, tu hijo, cuando escapara. No hace falta ser un genio para darse cuenta de esto", explicó Shen Qingqiu de forma mordaz. Su Xiyan prefería un futuro en el que su amante y su hijo pudieran estar a salvo, incluso a costa de su vida. ¿Por qué él, un extraño en todo este asunto, tuvo que explicar esto al hombre que la amaba? ¿No era esto obvio?

Tianlang-jun levantó sus manos de los hombro de Shen Qingqiu, solo para coger su barbilla una vez más y mantener su mirada y posición en su sitio. "...¿Por qué no imaginó un futuro conmigo? ¿Por qué tuvimos que ser sólo Luo Binghe y yo?" Su voz era firme, pero la tormenta en sus ojos le decía todo al inmortal. Esta vez, realmente suspiró. "No me preguntes, este maestro no es Su Xiyan. Al menos, este maestro sólo puede asumir que pensó en un futuro contigo en el momento en que estaba con tu hijo. Pero alguien se lo quitó a los tres. Esto nos lleva de nuevo a la pregunta principal. Este maestro rechazó tu sugerencia; ¿tienes otra o estás dispuesto a dar un salto de fe?"