Al filo de la medianoche comprendí lo que tenía que hacer. Era difícil realizar todo sin tenerla a mi lado, pero, por otra parte, nunca habría podido hacerlo en su presencia, porque desde que prometí cuidarla he procurado mantenerla alejada del peligro.
Pero ella cada día sonreía más, y a mí cada día me resulta más difícil contener mis sentimientos. Al principio me plante irme a otro lado a vivir, cualquier otro lugar sería más fácil que aquí, pero sería infeliz, me bastaba con que ella y sus hijos sonrieran para que mi corazón estuviera tranquilo. Al cabo de que fueron pasando los días su presencia se hacía parte de ser, al tal grado que haría lo que fuese para protegerla de quienes le hicieren daño.
Me recosté en la cama y suspire mientras recordaba todo lo que hemos vivido, me dolía que aun amara a Shaoran a pesar de todo, pero me satisfacía el hecho de haber hecho míos momentos que él desperdicio. Esos recuerdos no eran más que hermosos pero crueles a la vez, la única forma que podría sentir que me pertenecía.
Casi quedándome dormido sentí aquel roce cálido y familiar en la nuca, era ella. Su sola proximidad me provocaba una sensación extraordinaria, como el calor de las brasas quemándose poco a poco. Sabía que estaba aquí y que no iba a ser fácil esconder lo que planeaba hacer. Mire hacia la ventana tratando de evitar su mirada donde se resguardaban esos hermosos ojos esmeralda, que amaba tanto, aun ella creía que la atracción que tenía hacia ella era inocente, que el hecho de que vivieran juntos era una feliz coincidencia. Yo cargaría con el peso de eso, aunque al final de cuantas era yo quien luchaba contra eso.
Me incorpore de la cama y me di media vuelta, y allí esta ella sentada en la orilla de la cama, portaba un sencillo vestido blanco, su pelo estaba despeinado, su mirada seguía siendo la misma pero sus mejillas parecían arden, acaso seguirá enojada, y no faltaba menos por todo lo que había hecho es lógico que sigo molesta conmigo.
-Que haces aquí?- pregunte con nerviosismo
-No... no puedo dormir- balbuceo ella mientras apretaba sus manos –Vi que estaba prendida la luz de tu cuarto y luego te vi muy pensativo- bajo la mirada a sus mano –Piensas enfrentarte solo?
-Iba a decírtelo- sabía que no podría ocultarle nada a ella a pesar que fuera muy ingenua e inocente se percataba de cosas tan sencillas y simples que los demás no se daban cuanta o simplemente omitían
Ya no quería mentirle u ocultarle las cosas, aunque preferiría que ella no conociera mis planes. Decírselo solo empeoraría las cosas, pero por la gravedad de la situación no me quedaba remedio más que contarle, ya que le había prometido que le contaría todo. Ella se acercó más y me abrazo.
-Todo estará bien, confía en mí- su abrazo y sus palabras y fueron tan tranquilizadores y llenos de confianza que un momento olvide todo
Ella me estaba reconfortando, pese a que los últimos días, desde que decidí enfrentarlo, había intentado distanciarme de ella, pero aquello me agotaba a tal grado que estaba perdiendo toda esperanza. Se volvió para mirarme, tuve que haber sido más precavido.
-Gracias por protegerme, pero, déjame que también quienes te quieren te protejan- murmuro -no estás solo
-Soy el único que puede encontrar a Shaoran- yo era el único que sentía su presencia
-Lo sé- dijo levantandose de la cama –Pero eso no indica que lo hagas solo
No sé desde cuando ella se hizo más fuerte, o más bien yo siempre la quise ver tan delicada y frágil. Aunque no tenía magia me esforcé más que otros para poder protegerla con mi espada. Si tenía una debilidad para esa debilidad fue el empujón para encontrar mis fortalezas.
Cuando su mano toco mi hombro, tuve la impresión que la quemaba a pesar que tenía mi chaqueta puesta y todo mi cuerpo se tensó. Nunca antes había sentido tan impotencia que eso hacía que me llenara de ira que mi cuerpo se quemaba por dentro, pero su toque me dejo sin aliento y todo eso se desplomo.
-Contéstame- dijo ella –Vas a enfrentarlo solo?
-Si- no se lo negaría es lo que planeaba hacer
-Entonces yo peleare contigo- más que una sugerencia sonó como orden
Justo en ese momento ella mi miro fijamente, y en su mirada pude ver preocupación y decisión, no quería ponerla en peligro pero sabía que aunque le dijera que no ella podría hacerlo por su cuenta, ella tenía un corazón de oro, tan cálido, amoroso y valioso que arriesgaría su vida por sus seres amados, así que si yo le dejaba fuera de todo el que terminaría arrepentido seria yo.
-No quiero ponerte en peligro
-Soy más fuerte de lo que crees
-Sé que eres muy poderosa- dije tratando de hacerla entrar en razón -Si tú no te involucras, tu vida está a salvo
-Pero no estás solo
-Déjame protegerte, confía en mí
Estaba decidido en proteger a Sakura, Kamui y a Subaru de todo mal, pero su determinación de Sakura en esta noche nublada y fría, me hizo recapacitar en que si lo hacía por mi cuenta ella saldría lastimada, sabía que al enfrenta solo a Yuna D. Kaito podría perder la vida y que prefería morir yo en lugar de que Sakura resultara lastimada, si yo faltaba ella tendría a Shaoran. Estaba preparado para aceptar ese destino, pero a quien quiero engañar que estoy bien con eso cuando no lo es; y al escucharla decir que lucharía a mi lado me hizo querer vivir más que nunca.
-Confió en ti, y quiero que tú confíes en mí- golpeando levemente su pecho
-De acuerdo, pero te mantendrás al margen- dije resignado
-Si- brinco de alegría- como era posible que se pusiera feliz ante esto –Fay, Kurogane, yo lo hice recapacitar
QUE!!!!, grite internamente, acaso estaban escuchando todo nuestra conversación, y en efecto así fue cuando en seguida entraron a mi habitación.
-Fiuuuu!!! Sakurita sabía que lo lograrías, solo tú puedes hacer entrar en razón al pequeñin de Kiyo – dándome unas palmaditas en la espalda que me hizo sentir como si fuera un bebe
-Mocoso, cuida bien de mi hermana- me sorprendí al ver a Touya, quienes más estaban escuchando –Así que si se te ocurre morir, yo mismo te reviviré y te matare con mis propias manos- empuño su puño amenazándome
-Por fin una gran hazaña en la que podre grabar a mi bella Sakurita, que emoción estoy tan feliz- en definitiva todos están presente, y Tomoyo es de armas tomar
Al ver a Tomoyo camine hacia la puerta para ver quien más estaba y o sorpresa todos estaban presente, al mirarlo Eriol solo encogió los hombros.
-Gracias a todos- dije en verdad agradecido, creí que había nacido sin motivo alguno pero todos ellos se han vuelto tan especiales y parte de mí que ahora agradezco que me expulsaran del Clan Li, porque si no fuera así nunca los hubiera conocido
-Descansa que mañana hay que prepararnos para enfrentar a Yuna- dijo Kurogane dirigiéndome a la cama
No sabía que me esperaba, pero me quedo claro que solo no estoy, los tengo a todos ellos. Aquel calor tan familiar que me brindaban todos, hacia crecer dentro de mí un mayor anhelo de volverme más fuerte y no solo proteger a Sakura y sus bebes, si no proteger a todos ellos esa familia tan valiosa que tenía.
Ya mañana sera la batalla. Tendré que prepararme para enfrentar mi mayor temor.
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Los Gemelos del Clan Li
Viễn tưởngLos gemelos Shaoran Li y Kiyokazu Li, fueron separados desde niños pero un acontecimiento logra reunirlos de nuevo. Que hará Sakura ante todo esto.