Los Gemelos del Clan Li

Capítulo 14 Quién eres?

—Te estaré vigilando y averiguare lo que estas tramando

—Estoy ansioso por ver qué harás

—Tú tramaste todo verdad?

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Veía una y otra vez como el pecho de Kiyokazu se desangraba por la herida que Shaoran le había provocado; corría hacia él tratando de evitar que esa espada penetrara sus entrañas, pero era inútil, ni porque me pusiera en frente para que yo recibiera el impacto, me atravesaba como si fuera un fantasma, pero ese doloroso momento y vacío en el que volteaba para ver a Kiyo, él no estaba a mi lado, me destrozaba.

Gritaba su nombre y no me respondía, como loca lo buscaba, en eso un fuerte dolor de cabeza hizo que despertara de esa pesadilla quería gritar pero era inútil algo me lo impedía, trataba de buscar el responsable pero solo lograba ver una sombra negra, trate de librarme de él, y al tratar de buscar a mis hijos no los veía en ningún lado.

—Kamui y Subaru... por favor no les hagas daño —Esta vez sonó como un grito ahogado — haré lo que me pida, pero por favor a ellos no les haga daño...

—Renuncia a ser la dueña de las cartas y los guardianes, y transfiéreme todo tu poder, solo así evitaras un caos— era una voz tan macabra que me heló la sangre —si no lo haces no volverás a ver a tus hijos

—Hare todo lo que me pidas, pero a ellos no los toques— no puedo darle mi poder pero mis hijos están primero, no sé qué hacer

—Perfecto— no lograba verle la cara pero podría percatarme de un aura oscura ansiosa de poder y sangre, en eso perdí el conocimiento

No sé cuánto tiempo estuve inconsciente pero al abrir mis ojos me encontraba en un cuarto de piedra con una puerta grande de madera, hacia demasiado frio, trate de moverme algo me lo impedía, sentía todo mi cuerpo entumido, me encontraba en un tipo sótano encadenada de pies y manos. Un sótano en el cual la única luz que se apreciaba era la de la luna que atravesaba por una pequeña ventana en la parte superior

—Hasta que por fin despiertas— dijo la misma voz, quién eres?, pero por más que quisiera reconocer su voz era imposible —necesito que estés consiente para que me transfieras tu poder y por fin ser el dueño de las cartas Clow y las cartas que tú misma has creado

—Pero antes de eso quiero ver a mis hijos, si no los veo en persona y saber que están bien no accederé a nada— dije desafiante tratando de ocultar el miedo que inundaba mi ser

—Estúpida no estás en posición de poner condiciones— grito y en seguida sentí un fuerte golpe en la cara que hizo que escupiera sangre

—Si no me garantizas la seguridad de mis hijos olvídate...— y antes de terminar la frase sentí un golpe tas otro en mi espalda, trate de lanzar un hechizo pero al intentarlo sentí una fuerte corriente eléctrica en todo mi cuerpo

—Jajaja, si lo vuelves a intentar te electrocutaras de nuevo, crees que soy estúpido como para no saber lo poderosa que eres y no tomar medidas al respecto; me costó bastante tiempo el poder encarcelarte así, ese conjuro no es cualquier cosa, la magia prohibida va más allá de los límites

—Pero para poder practicar eso necesitas...—no pude terminar la oración ante algo tan inhumano

—Así es necesitas dar en sacrificio a tu propia sangre—lo dijo con tanto orgullo que no pude evitar vomitar ante esa confesión