Proyecto Eva.

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En algún lugar, fuera de la ciudad.

—¿Entendiste bien lo que debes hacer?— Preguntó una voz misteriosa, semejante a la de un hombre.
— Entendido... Pero... ¿Qué tan lejos debo llegar?— Respondió aquel ente, con un tono bastante tranquilo e indiferente.
— Hum... — Se rió entre dientes— Hazlos rogar por sus vidas...

Actualidad. Casa de Thomas.

— Necesito que nos escuches con atención, ¿esta bien?— Decía mi mamá una vez que llegó mi padre a casa.
— E-Esta bien... — Los tres nos sentamos en la esquina de la habitación, con las luces bajas, y manteniendo nuestras voces bajas.
— Thomas... Nuestro pasado es bastante complicado... Y quizá suene totalmente increíble, pero lo es... — Me decía mi padre, mientras sostenía la mano de mi mamá, y ella ocultaba su rostro en su hombro.
— Sólo quiero saber qué está pasando... ¿Por qué de pronto, estamos ocultos en la habitación?
— Thomas... No había ni un sólo registro de esa corporación hasta hoy... ¿Entiendes?
— Eso quiere decir que...
— Eso quiere decir que ese libró del que hablas lo pusieron ahí, para que tú pudieras leerlo... — Respondió mi madre, mirándome fijamente.
— No estoy entendiendo... Quién... ¿Cómo?
— Thomas, hace mucho tiempo, tu madre y yo estuvimos privados de nuestra libertad... Nuestros padres habían sido llevados a base de mentiras a unas instalaciones lejos de esta ciudad; a las cuales nos sometieron a diversos experimentos en los que alteraron nuestro ADN y adquirimos diversas habilidades...
— ¿Habilidades...?
— Tu padre posee una fuerza mayor a la de cualquier humano, y yo... Puedo crear ciertos campos de estatica... Que explotan si, pierdo el control... — Decía mi madre con bastante seriedad, y cierto temor entre sus palabras.
— Thomas... Gracias a una agente que se volvió contra ellos, y con la ayuda de tu abuelo fue que pudimos escapar. Nosotros y otras familias que también permanecían cautivas.
—¿Otras? ¿Los padres de Noa, estaban ahí?— Pregunté elevando un poco más mi voz, y retrocediendo un poco hacia atrás.
— ¿Noa?— Preguntó mi madre.
— S-Sí... Noa... Noa también posee una habilidad como ustedes...
— Esto es muy extraño... — Decía mi madre, mirando fijamente a mi padre.
— ¿Extraño?— Pregunté.
— Thomas, ¿qué edad tiene Noa?— Preguntó mi padre bastante confundido.
— Pues... Tiene mi misma edad, cumplió 15 años hace poco.
— Entonces... No es él... — Respondió mi padre.
— Quisieran por favor no confundirme más, antes de preguntar cualquier cosa... Expliquenme, qué está pasando...
— 5 años después de haber escapado, nos enviaron dos agentes... Los cuales poseían habilidades como las nuestras, tú ya habías nacido y debíamos protegerte.  Durante ese tiempo, nos mudamos a diversos lugares... Gracias a tu abuelo, y aquella agente, tu padre y yo pudimos terminar una carrera, y obtener nuevas identidades... Pero, al parecer nos acorralaron.
— ¿Acorralaron?— Pregunté bastante confundido.
— Thomas, aún no entiendo porqué razón conoces a Noa, ni cómo es posible que dos descendientes de todo ese suceso estén en la misma ciudad...
Pero, lo que sí estoy segura... Es que vendrán más agentes. Y estarán detrás de nosotros... Necesito que empaques todo lo que necesites, porque debemos irnos de aquí pronto.
—¿I-Irnos? P-Pero... ¿Que hay de Noa? ¿Y mis amigos? Y-Y... ¿Su trabajo?— Pregunté demasiado desesperado.
— ¡Thomas!— Gritó mi padre.— Por ahora, solo debemos irnos... No dejaré que te hagan daño.
— P-Pero... Yo también soy fuerte... Podemos defendernos... ¿No?
— Thomas... Necesito que entiendas... Que si de verdad te importa lo que le pase a tus amigos, debemos empacar, e irnos lo más lejos posible para que nadie salga lastimado.
— Pero...

Con lágrimas en los ojos me levanté, y fui a mi habitación a guardar mis cosas en una mochila... De verdad...

¿Tenía que irme?

Minutos después de haber empacado lo suficiente, mi celular comenzó a sonar...

—¡¿Thomas?! ¡¿E-Estas ahí?!— Decía Noa, alterado, y gritando.
— S-Sí, ¿qué pasa?— Contesté.
— No sé que ocurre... Pero tengo la sensación de que estás en peligro... Sonará extraño... Pero de un momento a otro pequeñas imágenes en mi cabeza aparecieron... Me dejaron la sensación de que debía...
— ¿Debías...? ¿Qué pasa? ¿N-Noa?— De un momento a otro la voz de Noa se distorsionó y un enorme ruido se escuchó en la parte de abajo... Solté el celular y baje de inmediato.

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