Cuento 3

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-¿Chris?¿Hola?¿Estas aquí?-

Camine por la sombría casa en ruinas, ¿Por qué demonios le gustaría tanto este lugar?, quiero decir ¿A que chico normal  le gusta estar en una casa abandonada llena de latas de cerveza, con graffitis por todos lados y con un sutil olor a marihuana?

Estos últimos días ha estado muy distante, me aterra la idea de que le pase algo y no me quiera decir.. su voz interrumpió mis pensamientos

-¿Cass?-

Su voz sonó más ronca de lo habitual. En el fondo de la habitación lo vi, estaba en una esquina fumando un cigarrillo, la luz casi nula de la luna iluminaba sus ojos de color indesifrable que tanto amaba.

-Por Dios Chris, ¿Por qué desapareces así?..No tienes que...-

Al parecer mi desesperación, le causo gracia porque soltó un ligera carcajada. Eso era una de las cosas que amaba de el, siempre parecía tan ..sereno.

-Cálmate  y ven a sentarte conmigo un momento- cerró los ojos y exhaló el humo del cigarrillo- Por favor-

Ya a su lado, sentí el calor que emanaba su cuerpo, su cercanía me resultaba simplemente tranquilizadora.

-Jamás entendí porque te gusta tanto este lugar- Me sonrió.

-Me gusta porque  creo que es real-

-¿Qué?-

-Ya sabes, siento que es hermoso y real. Esta lleno de vida, solo tienes que mirar más alla de la pintura destartalada y del piso sucio. Aunque para mi eso también es parte de su hermosura-

Mire sin lograr comprenderlo, él botoó el cigarro al suelo y lo piso, apagandoló.

-Vengo aquí y pienso en las historias que debe tener, cientos y cientos de momentos. Personas totalmente diferentes unidas por una triste y ahora sola casa abandonada-

-Estas loco- Soltó una carcajada, eso bastó para que se me erizaran los vellos de los brazos.

-Por ti.- Luego de un momento de silencio agregó- Cass creo que deberiamos ir..-

Nos paramos y pareció vacilar, despues  me acorralo contra la pared, el roce de su cuerpo con el mio sumado a su respiración en mi cuello lograron que mi corazón se acelerase a mil por hora. 

-Asique ¿Ahora.. no te quieres ir?-

-No tengo ninguna prisa-

 Se acerco lentamente -para torturarme- y luego unió sus labios con los mios en un beso, un beso lleno de amor y necesidad. El diminuto espacio que separaba nuestro cuerpos se volvió nulo, mi pecho subía y bajaba. Cuando ya nuestros pulmones rogaban por oxigeno nos separamos. Seguimos asi por un tiempo -Solo Dios sabe cuanto realmente fue-

Con mis ojos cerrados, casi pude escuchar su sonrisa, pero esta desaparecio tan rápido como llegó.

-Cass-

-¿Que?- dije jadeante

-He  intentado decirte esto muchas veces- 

Sus ojos se mantenían sobre los mios y nuestras manos estaban entrelazadas. Por un segundo me parecio ver como una extraña expresion teñia su rostro.

-Emm.. yo..él....-tartamudeó

-Al grano-

-Me voy, transfirieron a mi padre.... me iré a Australia..y- Las lágrimas no tardaron en acumularse en mis ojos, se iría a la otra parte del mundo- No puedo quedarme...-

De pronto mis mejillas se encontraban empapadas

-No me lo pudiste decir antes, ¡maldita sea!- Golpee el muro

-Cass, por favor comprendeme-

-Gracioso ¿no?-

-¿Disculpa?-

-Como todo lo que más quieres se va en un segundo- Mi voz se escucha distante y amarga, tanto que me sorprende interiormente

-Sigo aqui-

-No por mucho- 

-Te amo como jamas he amado a nadie Cass- Limpio mis lágrimas con su pulgar- ¿Alguna vez has observado el sol, con toda su luz y luego no puedes mirar nada mas, y lo ves en todos lados? eso es exactamente lo que me paso a mi el día que te conocí, tu eres mi sol.

-Te vas..-

-Agradezcamos que existe internet, podemos estar al día- Dijo con una mueca.

-Quedate, te lo suplico-

-¿Crees que él aceptaria eso?-

Me abrazo y llore en su hombro. Lo amaba demasiado.

Quizás esas eran las historias y los momentos que estaban en la casa abandonada, quizás otra persona había vivido lo mismo, solamente quizás...

 

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