➤Isla➤
Después de la pelea entre Arthur y Maxwell decidí irme. Apenas llegué donde Kai estacionó mi auto me percaté que Arthur me estaba siguiendo.
En estos momentos no lo quería ver, el comentario que le hizo a Maxwell no fue de mi total agrado, además, el me sigue inspirando desconfianza, cada vez que estoy con el me siento incómoda y algo rara, aunque nunca me dejo sentir así por nadie pero con el es inevitable.
No entiendo por qué Maxwell se enojó tanto, solo estábamos hablando del trabajo de historia, no podía sacar una mala nota por que Maxwell y él no se llevan bien o por qué a mi me hace sentir rara.Noté que me estaba observando desde su auto.
-No pensé que estarías sola, me imaginé que ibas ayudar a tu amiguito, que por cierto quedó muy mal. -Por amiguito se refería a Maxwell. Nunca se han llevado bien y creo que después de todo lo que ha pasado, menos.
-Debo llegar rápido a casa, tengo muchas cosas por hacer y ya no quiero seguir en esta fiesta. - Respondí. No era mentira, debía llegar a hacer unos trabajos del instituto.
-Bueno, creo que hasta aquí llego nuestro encuentro Isla. Adiós, que tengas una excelente noche y perdón por todo lo de hoy. - Se despidió entrando en su auto.
Agité mi mano en forma de despido y también entré a mi carro. Lo intenté prender pero este no respondió. Preocupada me bajé y abrí el capó, pero luego me di cuenta que sin importar cuanto viera todos los cables y el motor, no iba a ser capaz de arreglarlo. Pensando una solución escuché una voz conocida detrás.
-¿Problemas?- Preguntó Arthur.
-¿No era que ya te ibas? Pensé que ya habías llegado a tu casa, por lo visto lo único que hiciste fue vigilarme.
- ¡Uhhh! Lo siento, solo vengo a ayudar y me regañas, mejor ni me hubiera asomado.
Por su respuesta me sentí un poco mal, tal vez tenía razón y yo solo lo juzgué mal. Pero es inevitable, mi personalidad es así, soy un poco directa y a veces eso me trae problemas, como en este momento.
-Tienes razón. Verás, mi carro no quiere prender y no tengo idea alguna sobre mecánica, ademas a estas horas no podré encontrar un profesional.
-Yo tampoco sé mucho sobre mecánica, pero puedo llevarte a tu casa. Dejas el carro aquí y mañana podrás llamar a alguien para que venga y lo arregle.
Por lo visto, Arthur podía llegar a ser de gran ayuda, nunca me imaginé estar en esta situación y menos con él.
-Me parece buena idea, no pensé que serias así de inteligente Arthur.
-Soy así y más, querida Isla- Dijo en tono seductor. ¿En serio? Me quería seducir, eso no funcionaba conmigo, aunque creo que todo lo hace en broma.
-Bueno compañero, ¿dónde está tu auto? Por cierto, ¿puedes conducir?- Pregunté.
- Es ese negro, ¿En serio no sabes cuál es? Y sí, puedo manejar. No tomé, no me gusta. -No respondí, solo me dirigí hacía su carro.
Después de Arthur subir, nos dispusimos a ir a mi casa, o eso creíamos.
A mitad de la ruta, nos dimos cuenta que había mucho revuelo en el hospital central y también estaban casi todos los carros de la policía que generalmente estaban en la estación. Preocupada, me dirigí a Arthur
-Para el auto, por favor.
-¿Qué sucede Isla, te pasa algo? ¿Estás enferma? - Preguntó.
La verdad no sabía por qué estaba así, simplemente ver tanto revuelo en el hospital me hizo sentir una mala sensación, mis pensamientos fueron dirigidos directamente hacia mí papá que estaba de turno hoy.
ESTÁS LEYENDO
Perdido Entre Mentiras
Misterio / Suspenso¿Una desaparición? ¿Un homicidio? Casos sin resolver. En la ciudad de Mont-Tremblant, Canadá, un grupo de amigos se unirán para descubrir y hallar la verdad detrás del misterio que los envuelve, especialmente Maxwell Brown. ¿Quién es el/la culpable...